Sevilla tiene tanto patrimonio, que algunos de sus monumentos incluso pasan desapercibidos para los propios sevillanos. Un claro ejemplo que corrobora esta teoría es el de la Torre de Abdelaziz, que no tiene la notoriedad de la Torre del Oro, ni el carisma de la Torre de la Plata, ni tampoco la misteriosa intrahistoria de la Torre de Don Fadrique, pero sí un valor arquitectónico e histórico de considerables proporciones. Hablamos de una torre almohade de forma hexagonal que data probablemente del siglo XII, ya que no existen documentos que den fe de la fecha exacta de su edificación.
Adoptó el nombre del primer emir almohade que gobernó Al-Andalus, el cual estuvo afincado en Sevilla durante el periodo comprendido entre los años 714 y 719. Existe una creencia generalizada de que
llegó a estar conectada a las otras grandes atalayas de la ciudad, y esta hipótesis cobró más fuerza si cabe tras las últimas excavaciones realizadas hace aproximadamente una década. Y es que no cabe duda de que formó parte de las murallas del Real Alcázar. De hecho, estaba unida a ellas a través de un arco ya desaparecido que limitaba con la Puerta de Jerez. Así pues, todo hace indicar que la torre fue ideada para ampliar las infraestructuras defensivas de la ciudad en unos tiempos verdaderamente agitados.
¿Pero dónde está exactamente la Torre de Abdelaziz? Seguro que muchos de los que estén leyendo este artículo se estarán haciendo esta pregunta y habrán imaginado que se encuentra en algún lugar retirado. Nada más lejos de la realidad, ya que la torre está ubicada en una zona céntrica de Sevilla, justamente en la esquina en la que confluyen la Avenida de la Constitución y la calle Santo Tomás. Allí, donde la modernidad y la antigüedad se funden de una manera natural, descansa camuflada entre los edificios colindantes y pasa inadvertida por el trajín del entorno. Podría decirse que es invisible para todo aquel que no se detiene a contemplarla.