Un auditorio faraónico

Una de las piedras angulares del proyecto Sevilla Park es la construcción de un auditorio. Pero no un auditorio cualquiera, sino uno faraónico. La idea es que se convierta en el más grande de España, superando el aforo del Palau Sant Jordi de Barcelona (17.900 espectadores) y el del Palacio de los Deportes de Madrid, ahora llamado Barclaycard Center (15.500). En un principio, estaba planificado que el recinto hispalense pudiese albegar a 20.000 espectadores, pero los promotores se han vuelto más ambiciosos con el paso de los meses y pretenden ir un paso más allá, de ahí que en estos momentos estén barajando la cifra de 24.000.  

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El Stadium de la Exposición (II)

fachadaComo casi todos los recintos deportivos, el Stadium quedó articulado en torno a cuatro gradas. La más importante era la de Preferencia, que a su vez se dividía en tres partes: alta (la de mayor capacidad), intermedia (donde estaba ubicado el palco de autoridades) y baja (para la sociedad más elitista). Justo enfrente se situó el uniforme graderío de Fondo, que daba a lo que hoy es la Avenida de la Palmera, y a los lados, dos pequeños Goles con sólo ocho filas de plazas. Oficialmente, el Stadium poseía una capacidad para 20.000 espectadores, aunque la prensa de la época sostenía que era algo inferior (unos 16.000, de los cuales 13.000 podían sentarse y otros 3.000 debían estar de pie).

Fue inaugurado el 17 de marzo de 1929 con un partido amistoso de fútbol entre España y Portugal, cuyo resultado final fue de 5-0 para los locales.  Un día más tarde se disputó otro encuentro entre una selección hispalense (formada por jugadores del Betis y del Sevilla) y otra lisboeta, y en fechas sucesivas también recibió la visita de otros equipos europeos y sudamericanos. Una vez finalizada la muestra internacional, el Stadium cambió el balompié por carreras automovilísticas, concursos de hípica y fiestas benéficas, es decir, por espectáculos menores que le dieron excesiva vitalidad.

Tanto es así que llegó un momento en el que quedó abandonado a su suerte, aunque el Ayuntamiento tuvo una última idea para resucitarle: convertirlo en sede del Real Betis Balompié. Por aquel entonces el conjunto verdiblanco jugaba en el Campo del Real Patronato Obrero, de propiedad municipal, y se le propuso un traslado, algo que acogió de buen grado. Así las cosas, el 16 de julio de 1936 se firmó un contrato de cesión por diez años y el Betis se comprometió a correr con los gastos de mantenimiento y reformas. Pero poco pudo hacer, ya que sólo unos días más tarde estalló la guerra civil y el Stadium se convirtió en una especie de campamento para las tropas marroquíes. Una vez que las balas dejaron de silbar, el Betis recuperó el control y el estadio pasó a llamarse Heliópolis, germen del actual Benito Villamarín.  

Un teatro onírico

Cuando se dice que Sevilla “tiene mucho arte”, la frase no sólo hace referencia a la simpatía de su gente, sino también al hecho de que esta ciudad ha sido cuna de grandes artistas y parada obligatoria para los genios que no nacieron aquí. Así pues, no es de extrañar que en la capital hispalense coexistan tantos teatros de calidad: Central, Quintero, La Cuadra, Lope de Vega, La Fundición, Alameda, Maestranza, etc. Hoy hablaremos de éste último, ya que está considerado uno de los mejores teatros vanguardistas de España. Su construcción partió de un concurso convocado 1986 por la Diputación de Sevilla, que era la propietaria del solar, con la idea de crear un centro cultural polivalente que fuese capaz de albergar eventos de diversa índole.

El proyecto ganador, el de Aurelio del Pozo y Luis Marín, tuvo bastante consideración con el pasado de la zona y permitió conservar la fachada del antiguo edificio del Cuartel de la Real Maestranza de Artillería que se ubicaba allí mismo, y esa es la explicación de por qué el teatro adoptó ese nombre. Las obras, que tuvieron un presupuesto de 1.600 millones de las antiguas pesetas, se prolongaron durante varios años y dieron como resultado un hermoso edificio cilíndrico con capacidad para 1.800 espectadores. El 2 de mayo de 1991 fue inaugurado por la Reina Sofía y sólo unos días después se celebró el primer espectáculo: un espectacular concierto de ópera que reunió nada más y nada menos que a Jaime Aragall, Teresa Berganza, Montserrat Caballé, José Carreras, Plácido Domingo, Alfredo Kraus, Pedro Lavirgen, Pilar Lorengar y Juan Pons. O lo que es lo mismo, la crème de la crème.

Gracia a su acústica regulable, el recinto puede acoger representaciones teatrales, de flamenco, ballet, zarzuelas, ópera, música clásica… En resumen, todo lo que nuestros sentidos más refinados pueden imaginar y soñar. Y todo ello, sin olvidar que es sede de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Hay que decir también que el Teatro de la Maestranza le debe mucho a su privilegiada ubicación. Y es que, habiendo sido levantado en un barrio tan carismático como El Arenal y teniendo ‘vecinos’ tan prestigiosos como la Plaza de Toros, la Catedral, el Real Alcázar, la Torre del Oro y el río Guadalquivir, el éxito estaba prácticamente garantizado.

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El Festival de Sevilla alcanza los 74.000 espectadores, con un incremento del 6,37%

festival de cinePese a tratarse de un año de crisis económica, el público ha respaldado la oferta esta edición El público ha respaldado la oferta cinematográfica de la séptima edición del Festival de Cine de Sevilla –celebrada del 5 al 13 de noviembre– con una asistencia de 73.952 espectadores a las proyecciones en las distintas sedes –Teatro Lope de Vega, Cines Nervión Plaza, Casa de la Ciencia, Fundación Tres Culturas, CineZona y Universidad de Sevilla–, lo que supone que en 2010 se ha producido un aumento de espectadores del 6,37 por ciento.Según se ha indicado en nota de prensa, pese a tratarse de un año de crisis económica, el público ha respaldado la oferta esta edición es además la que «más afluencia de público» ha atraído en su historia con un total de 88.324 asistentes a las diferentes actividades organizadas por el certamen sevillano, un cifra que supone un incremento cercano al 25 por ciento con respecto a la pasada edición.Además, cabe destacar que la Sección Europa Junior ha congregado a un total de 12.292 escolares lo que significa un 21,3 por ciento de incremento respecto a la pasada edición, lo que confirma la apuesta del Festival por fomentar la cultura de los escolares sevillanos a través del cine como herramienta para conocer otras realidades.

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El Teatro Maestranza sufre un severo recorte presupuestario en su 20º aniversario

Teatro de la MaestranzaEl Teatro de la Maestranza y la Real orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), que el año próximo cumplen sus 20 años de existencia, presentará en su temporada 2010-2011 un total de 129 espectáculos, lo que supone un 20 por ciento menos que en la temporada anterior, pero «sin perder la calidad y la excelencia de los mismos», afirmó la director gerente, Remedios Navarro, quien añadió que la temporada 2009-2010 «ha desbordado todas las previsiones de público, con un total de 156.000 espectadores, y un 92 por ciento de ocupación media».Navarro ha informado de que el presupuesto para el Teatro será de cuatro millones de euros, «en torno a un 18 por ciento menos que la pasada temporada», mientras que la Orquesta recibirá 800.000 euros, con una rebaja de 200.000 euros respecto a la temporada anterior.

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Ha llovido mucho desde la década de los ochenta

Fito y FitipaldisHa llovido algo desde mediados de los ochenta, cuando Adolfo Cabrales, Fito, se convirtió, tras una visita de cortesía a un oscuro local de ensayo bilbaíno, en el líder indiscutible, vocalista y guitarra principal de Platero y tú.Quién le iba a decir entonces que dos décadas después iba a estar en lo más alto del ‘star system’ con la banda que fundó para vender las canciones que no encajaban con el estilo ‘plateresco’. Quién le hubiera dicho entonces que iba a ser capaz de meter más de 20.000 personas en un estadio. Y, sobre todo, cómo se iba a imaginar que su fiel legión de seguidores iba a estar formada, en buena medida, por chicas que aún no habían nacido cuando Adolfo Cabrales visitó aquel local de ensayo a mediados de los ochenta.

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