Un año más, Santa Claus se ha mudado temporalmente al centro comercial Nervión Plaza, donde tiene una casa de más de 140 metros cuadrados y recientemente ha inaugurado un tobogán. Allí recibirá a los niños hasta el 5 de enero y tomará nota de los regalos que deseen, siempre y cuando se hayan portado bien. Su hogar, que es una réplica a tamaño de real de las cabañas de Laponia, tiene las puertas abiertas a todo el mundo de manera gratuita, de ahí que las colas para visitarle sean constantes. Afortunadamente para él, cuenta con la ayuda de su esposa, la señora Claus, quien le ayuda con todos los ‘pedidos’.