El Mago de Oz estará en Sevilla

Dorothy (Dorita en español) era una niña huérfana que vivía en una pradera de Kansas junto a sus tíos. Un día, mientras jugaba con su perro, se vio sorprendida por un enorme tornado que le transportó en contra de su voluntad hasta un lugar extravagante y desconocido. Una vez allí, su única obsesión era encontrar la manera de volver a casa y un hada le sugirió que buscara al mago de aquel universo llamado Oz. Por el camino, Dorothy y Totó (su mascota) se encontraron con personajes pintorescos como un espantapájaros que pedía a gritos un cerebro, un hombre de hojalata que anhelaba un corazón y un león que deseaba ser valiente. A todos los convenció para que fueran juntos a visitar a aquel misterioso hechicero.

Este es el punto de partida de ‘El maravilloso Mago de Oz’, el famoso libro infantil escrito por Lyman Fran Baum, que fue publicado por vez primera en el año 1900. Fue tan grande el éxito que obtuvo, que el autor encontró motivos para escribir 13 novelas más ambientadas en la misma tierra. Además, desde entonces a esta parte su argumento ha sido objeto de un sinfín de adaptaciones relacionadas con el cine, el teatro, los cómics, los videojuegos, etcétera. La que nos ocupa hoy tiene que ver con un musical que llegará a Sevilla el 2 de marzo de la mano de la compañía ‘Mundiartistas’.

Se trata de una función que ha sido galardonada con el Premio de Rojas 2012 al Mejor Espectáculo Familiar y que ya ha sido presenciada por más de 400.000 espectadores en toda España. Tras la buena acogida que tuvo el musical de ‘La Bella y la Bestia’, el auditorio Al-Andalus del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla (Fibes) volverá a ser el encargado de albergar este espectáculo artístico pensado para todas las edades y centrado en la incesante búsqueda del Mago de Oz por parte de Dorothy. Las entradas, que cuestan 18 euros, deberán ser reservadas con antelación a través del portal www.ticketmaster.es.

El mapping navideño repite

Después de la buena acogida que tuvo el año pasado, el ‘mapping’ volverá a colorear la fachada plateresca del Ayuntamiento de Sevilla desde el 11 de diciembre hasta el 5 de enero. Para quien no la conozca, se trata de una técnica que permite proyectar imágenes (tanto estáticas como en movimiento) sobre todo tipo de superficies, consiguiendo efectos de los denominados 4D realmente vistosos y originales. Además, gracias al sonido envolvente y a otros elementos audiovisuales, como la nieve simulada, se consigue crear una atmósfera muy realista al aire libre, lo cual supone un avance significativo en términos tecnológicos si se compara con lo que se oferta en cines, teatros, parques de atracciones, etcétera.

Sevilla

El nuevo espectáculo, titulado ‘La aventura de la innovación’, dura aproximadamente 13 minutos y pone en relieve la histórica relación entre Sevilla y la ciencia. Todo ello, en un viaje en el tiempo a bordo de un portentoso galeón. Así las cosas, durante la representación hay menciones a los avances en astronomía, cartografía, medicina, botánica y navegación transoceánica que se gestaron en la capital hispalense, gracias al talento de sevillanos ilustres como San Isidoro, Nicolás de Monardes, Antonio de Ulloa, Jerónimo de Chaves, etcétera.

Como no podía ser de otra forma, por las fechas en las que nos encontramos, también se abordarán las tradiciones navideñas a través de un reloj de piedra que anunciará la llegada de la época más esperada del año para los niños y para los que se resisten a dejar de serlos. Como colofón, se emitirá una pieza para conmemorar el XXV Aniversario de la declaración de la Catedral, el Archivo de Indias y los Reales Alcázares como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. La función, que a buen seguro volverá a ser un éxito, podrá presenciarse en la Plaza de San Francisco de lunes a jueves en tres pases (19:00, 20:00 y 21:00 horas) y en cuatro de viernes a domingo (19:00, 20:00, 21:00 y 22:00 horas) hasta el Día de Reyes.

La artista que dijo no a Hollywood

Hoy vemos como algo natural que algunos actores españoles protagonicen películas estadounidenses y a todos se nos vienen a la mente los rostros de Antonio Banderas, Penélope Cruz, Javier Bardem, etc. Sin embargo, no siempre fue así. Debido al hermetismo inicial del cine americano y a la barrera del idioma, entre otros factores, durante varias décadas pocos tuvieron la oportunidad de cruzar el charco para exhibir sus dotes en la interpretación. Pues bien, Antoñita Colomé, sevillana y trianera para más señas, no fue la que rompió el hielo, pero sí la primera que rechazó trabajar en Hollywood.

Hija de un sombrerero, soñó con ser artista desde que tuvo uso de razón, como prácticamente todas las niñas de su barrio. No obstante, en aquellos tiempos, los de la primera mitad del siglo XX, para progresar en el mundo de las artes escénicas era obligatorio trasladarse a Madrid y eso fue lo que hizo siendo aún muy joven. En la capital de España recibió la formación que le permitió debutar en el Teatro Eslava y conseguir grandes papeles en el cine, en cintas como ‘El hombre que se reía del amor’, ‘La señorita de Trevélez’, ‘La rueda de la vida’, etc. Alcanzó tal grado de éxito que los directores más importantes del momento, como Florián Rey, Benito Perojo, Edgar Neville, se ‘peleaban’ entre ellos para contar con ella en sus proyectos.

Pero antes de ser una estrella consolidada, un cazatalentos de la Paramount la descubrió y convenció para que viajara a Estados Unidos, concretamente a los estudios de Jointville, donde se rodaban películas de habla hispana. Allí intervino en ‘Un caballero de frac’, de Roger Capellani y en ‘Las luces de Buenos Aires’, junto a Carlos Gardel, obteniendo muy buenas críticas. Esto propició que recibiera una propuesta formal para instalarse en Hollywood, pero en una decisión sorprendente que dejó a las claras su marcada personalidad y su arraigo a nuestra tierra, declinó y regresó a España para terminar de labrarse un nombre, algo que logró con creces.

Su trayectoria profesional sufrió un inevitable paréntesis por el estallido de la Guerra Civil y mientras silbaron las balas vivió en Francia, pero una vez que la paz se restableció volvió sobre sus pasos y continuó su carrera. En Sevilla, sus películas causaban furor en los cines de verano y muchas mujeres trataban de imitar sus peinados, su maquillaje, su manera de vestir, etc. Antoñita Colomé era, en esencia, un icono. Una vez retirada, volvió a Triana para vivir buena parte de su tercera edad, pero cuando ya no pudo valerse por sí misma se marchó a Madrid al cuidado de su hija. Allí falleció en 2005, dejando tras de sí una huella imborrable. Sin ir más lejos, estos últimos días se le ha recordado durante la Velá de Santa Ana, celebrándose una mesa redonda en honor a ella.

Varapalo para la moda

Los nombres de José Víctor Rodríguez Caro y José Luis Medina del Corral sólo aparecen en sus documentos de identidad y en registros oficiales, ya que todo el mundo les conoce como Victorio y Lucchino. Hablamos de una pareja formada por un cordobés y un sevillano que lleva abanderando la moda andaluza por todo el territorio internacional desde hace más de veinte años. Se conocieron en el departamento de diseño de la empresa Disart y ahí surgió la relación profesional y sentimental que les guió hacia el estrellato. Empezaron abriendo una pequeña tienda en la capital hispalense donde comercializaban ropa comercial y trajes de novia, y el éxito y el reconocimiento les llegó en poco tiempo.

En 1985 ya tuvieron la oportunidad de presentar su primera colección en Nueva York y unos años después se convirtieron en habituales de la Pasarela Cibeles. Su ascensión fue tan rápida que en 1992 se atrevieron a dar el paso de la diversificación y pusieron a la venta su primer perfume, ‘Carmen’. De esta manera, durante años alternaron los diseños textiles con otros proyectos relacionados con la joyería, el cine, el teatro, la decoración interior de hoteles y edificios de postín, las mencionadas fragancias, etc. No es de extrañar por tanto que numerosas personalidades públicas se hayan puesto en sus manos para acudir a eventos glamurosos. Entre ellas, la duquesa de Alba, Penélope Cruz, Isabel Pantoja y un largo etcétera que no ha podido resistirse a la combinación de colores vivos, encajes y flecos de estos modistos sevillanos, que siempre han intentado fusionar el estilo tradicional con las últimas tendencias.

No obstante, en los últimos días no acaparan páginas de periódicos por sus diseños, sino por la preocupante situación económica que atraviesa su empresa. Y es que nadie puede poner en duda que la crisis azota más a quien menos tienen, pero afectar afecta a todos. Buena prueba de ello es que la sociedad Victorio & Lucchino lleva cinco meses sin pagar a sus trabajadores y también tiene deudas con las administraciones públicas. La coyuntura es tan delicada que el juzgado de lo Mercantil número 2 de Sevilla ya ha recibido dos peticiones para que la empresa se declare en concurso de acreedores. Para colmo, ha sufrido varios embargos de bienes valorados en cinco millones de euros, entre los que se encuentran sus locales de Plaza Nueva y Sierpes. Sin duda, se trata de un duro varapalo para el sector y de una noticia totalmente inesperada para el público en general.

Jesús de la Rosa: un genio sin suerte

Jesús de la Rosa nació el 5 de marzo de 1948 en la calle Feria, en una de esas típicas casas antiguas de habitaciones pequeñas y patio grande, en el seno de una familia numerosa de ocho hermanos. Él era el más pequeño, el más inquieto, el más impaciente. A los 13 años ya había abandonado los estudios y trabajaba como aprendiz de platero, pero lo que le gustaba realmente era la música. Su talento no provenía de academias ni de clases de solfeo: era innato. No debe sorprender por tanto que antes de cumplir la mayoría de edad ya hubiese formado un grupo, ‘Nuevos Tiempos’, que bebía de la incipiente influencia anglosajona. De hecho, la mayoría de las letras de su primer disco, grabado en Barcelona, estaban escritas en inglés. Sin ser consciente de ello, acababa de poner la semilla de un movimiento musical, el que era capaz fusionar el estilo tradicional andaluz con el rock progresivo.

La llamada del servicio militar le obligó a hacer un paréntesis, pero una vez que se licenció, reanudó su vocación. Primero como vocalista de ‘Los Brincos’, grupo que decidió prescindir de sus servicios en cuanto comprobó que sus tintes aflamencados eran innegociables. Y después, como bajista de la banda ‘Tabaca’, donde conoció a Eduardo Rodríguez. Ambos se desmarcaron al poco tiempo de este proyecto y fundaron en 1974 el grupo Triana, junto a Juan José Palacios, ‘Tele’, y Manuel Molina, aunque éste último abandonó al poco tiempo. Con un magnetofón doméstico, comenzaron a grabar sus primeras maquetas. Les sobraba destreza y perseverancia. Les faltaba el empujoncito decisivo.

La discográfica Movieplay, con su filial Gong, se fijó en ellos y grabó su primer LP: ‘El Patio’. Ya no había marcha atrás. La creatividad de Jesús de la Rosa era incesante y pronto vio la luz el segundo, ‘Hijos del agobio’, el cual les hizo muy populares en Sevilla pese a no contar con una promoción al uso. Todo funcionaba a través del boca a boca, de vinilos que pasaban de mano a mano, de emisoras locales que de vez en cuando decidían pinchar sus temas. Ya en 1979, con el tercer trabajo, ‘Sombra y luz’, el grupo entra en otra dimensión y se consagra como referente del llamado rock andaluz durante la transición democrática. Los discos se vendían como churros, los conciertos eran multitudinarios, las peticiones de entrevistas se disparaban… El éxito y la fama alcanzan su punto álgido con ‘El encuentro’, el sencillo más popular del grupo y que dio nombre al cuarto trabajo. A partir de ahí, comenzó un periodo de cierta decadencia, de melodías no tan brillantes, de letras un tanto oscuras.

Lamentablemente, Jesús de la Rosa no tuvo la oportunidad de remontar el vuelo, ya que la desgracia se cebó con él. En 1983, tras dar un concierto benéfico en San Sebastián por las inundaciones sufridas en el País Vasco, decidió regresar por carretera a Madrid, donde tenía una casa. Pero nunca llegó a su destino. A su paso por Burgos, tuvo la mala suerte de que su coche se estrelló con una furgoneta y pese a que el accidente no parecía del todo grave, falleció poco después en el hospital. Jesús de la Rosa fue un genio, un genio sin suerte. Todos los intentos posteriores de recuperar el grupo sin él fueron en balde. Su voz era inimitable y su vacío, imposible de llenar.

El Rey pide a los países del A400M que alcancen un acuerdo «lo antes posible» para lograr un éxito

El Rey Don Juan Carlos mostró hoy su «completo apoyo» a todas las naciones involucradas en el programa A400M y animó a todos los Gobiernos y a la industria a alcanzar «tan pronto como sea posible» un acuerdo final para llevar a este programa hacia el «éxito completo».

   Su Majestad destacó que el avión A400M, cuyo primer vuelo tuvo hoy lugar en la factoría sevillana de San Pablo, es un «símbolo» para Sevilla, España y Europa de lo que pueden alcanzar «los europeos».

   Don Juan Carlos, quien presenció hoy en Sevilla el aterrizaje del avión militar junto con la ministra de Defensa, Carme Chacón y el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, el consejero delegado del consorcio aeronáutico europeo EADS, Louis Gallois y el consejero delegado de Airbus, Tom Enders, expresó sus «mejores deseos de éxito» hacia el proyecto.

   Así, calificó al A400M de «máquina de extraordinaria capacidad» y subrayó que el avión «supondrá un importante avance para las Fuerzas Armadas europeas», puesto que «aporta unas cualidades que ningún otro avión ofrece» en un momento en el que los compromisos internacionales europeos «así lo demandan».

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