Tate Montoya nos deja

Una de las noticias más tristes que nos dejó el pasado jueves 23 de mayo de 2013 fue el fallecimiento de Tate Montoya. Sesenta y tres años antes había nacido en la localidad de Hinojal (Cáceres), aunque a los pocos días de su llegada al mundo se trasladó con su familia a Utrera, de donde era originario su padre, el cantante Enrique Montoya. Estudió la carrera de Ingeniería Técnica Industrial y la ejerció durante una década en una empresa de automoción, aunque lo que corría por sus venas a velocidad de crucero era el flamenco. Por esta razón, nunca dejó su lado su pasión y más pronto que tarde obtuvo el reconocimiento del público.

Inicialmente, dedicó la mayor parte de sus esfuerzos a componer. De hecho, escribió temas para su propio padre, y también para otros cantantes (El Mani, Pasenquito) y grupos (Los del Río, Los Marismeños). Sin embargo, ya en 1989 se atrevió a lanzar el primero de sus nueve discos de estudio, titulado ‘Por sevillanas’, que contenía uno de sus mayores éxitos: ‘La luna que yo miro’. Conforme su popularidad iba creciendo fue colaborando con más artistas del panorama nacional, incluyendo a Ana Belén (madrileña), Los Sabandeños (canarios), y dirigiendo espectáculos en teatros, como por ejemplo ‘Coplas de la mar, el amor y la tierra’ (2000) y Opre-Romnia (2006).

Previamente también había dado el salto a la pequeña pantalla, presentando el célebre programa ‘Tal como somos’ de Canal Sur. Además, sustituyó a Jesús Puente durante un tiempo en ‘Su media naranja’ en Telecinco, acompañó a Laura Valenzuela en ‘Mañanas de primera’ en Televisión Española y finalmente regresó al ente autonómico para llevar las riendas de ‘La noche más hermosa’. Polifacético a más no poder, Tate Montoya también tuvo una incursión en la política (fue concejal en Utrera en la década de los 80) y otra en la literatura (escribió un libro de poesías y una novela). Su marcha deja un vacío de grandes dimensiones.

Un redoble por ‘El Peregil’

El nombre completo de José María Pérez Blanco sólo aparecía en su DNI, ya que todo el mundo le conocía como Pepe ‘El Peregil’. Falleció el pasado viernes tras una larga enfermedad, dejando apesadumbrados a todos los que le conocían personalmente y a los que le admiraban profesionalmente. El 28 de febrero de 2012 iba a ser nombrado hijo predilecto de Manzanilla (Huelva), así que no tuvo tiempo de recibir la distinción de su pueblo natal, aunque a decir verdad, fue en Sevilla donde pasó la mayor parte de su vida. De hecho, en 2009 fue galardonado con la Medalla de Oro de Sevilla y amaba tanto la ciudad, que nadie puede poner en duda que era un sevillano de pura cepa, y para más señas, bético hasta la médula.

Empezó a darse a conocer dentro del mundo musical a los 25 años de edad tras ganar un popular concurso de radio y con el paso de los años demostró con creces que era un artista tremendamente polifacético. Lo mismo brillaba con el flamenco, que cantando villancicos, sevillanas o saetas. Este último registro le ligó mucho a la Semana Santa y no es ninguna casualidad que fuera hermano de las cofradías de La Cena, El Museo, La Exaltación y El Rocío. Su personalidad abierta, dicharachera y alegre también le permitió destacar en el arte del humor e incluso llegó a editar un libro de esta temática en 2003, titulado ‘Ocurrencias de Pepe Peregil’. Su ‘modus operandi’ consistía en apuntar en un cuaderno los chistes que escuchaba en su bar y luego narrarlos a su manera con un estilo muy peculiar.

Y es que no hay que olvidar que ‘El Peregil’ pasó prácticamente más tiempo detrás de la barra que encima de los escenarios. Regentaba la taberna Quitapesares, en la plaza Padre Jerónimo de Córdoba, junto a Santa Catalina, un barrio en el que se sentía como pez en el agua. Allí prosperó como hostelero, creando un ambiente inimitable dentro de sus paredes y atrayendo a los personajes más singulares de la ciudad. Con su fallecimiento se va un pequeño trozo de Sevilla al cielo, aunque los que siguen en el mundo terrenal le recordarán con descripciones como la que hizo el periodista Joaquín Arbide: “Hablar con él era estar en una carcajada continua. Era un hombre extrovertido, muy abierto, sencillo, muy primitivo en el mejor sentido del término, sin dobleces, educado, amigo de sus amigos…”.

Fallece mientras buceaba en la presa de Melonares

presaUn buzo de 26 años, identificado como Javier D.M., vecino de El Puerto de Santa María (Cádiz) ha fallecido en la tarde de este miércoles cuando se encontraba haciendo reparaciones en la presa de Melonares, en la localidad de Castilblanco de los Arroyos sin que se conozcan, por el momento, las circunstancias que han rodeado el fallecimiento.  Según han informado a Efe fuentes del Servicio de Emergencias 112, poco después de las cinco de la tarde se recibió el aviso de un particular que alertaba sobre la presencia de un buzo con problemas en esa presa.  Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente han explicado a Efe que el buzo pertenecía a una empresa contratada por la Agencia Andaluza del Agua para efectuar tareas de mantenimiento y reparaciones.  

Continuar leyendo «Fallece mientras buceaba en la presa de Melonares»

La Asociación de la Prensa lamenta «profundamente» el fallecimiento de Javierre

La Junta Directiva de la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) lamentó «profundamente» el fallecimiento en la mañana de hoy del sacerdote, escritor y periodista José María Javierre Ortas, miembro de esta entidad desde el 1 de abril de 1969 y figura «fundamental e imprescindible» en el periodismo sevillano en el último tercio del siglo XX.

   En este sentido, la Junta Directiva de la Asociación acordó en una nota sumarse recientemente a la iniciativa de El Correo de Andalucía, de elevar al Consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila, la propuesta de otorgar a Javierre una de las ‘Distinciones de Hijos Predilectos y Medallas de Andalucía’ que anualmente concede esa institución coincidiendo con el Día de la comunidad andaluza, el 28 de febrero.

Continuar leyendo «La Asociación de la Prensa lamenta «profundamente» el fallecimiento de Javierre»