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El misterio de La Casa de las Sirenas
La Casa de las Sirenas es un palacete residencial del siglo XIX de estilo francés, situado en la Alameda de Hércules de Sevilla. Se llamaba en su origen «Recreo de la Alameda», pero es popularmente conocido como «Casa de las Sirenas» por las grandes figuras de estos seres mitológicos que adornaban las rampas de acceso a la portada principal.Fue mandado construir por Don Lázaro Fernández de Angulo, marqués de Esquivel. Fue terminada en 1864, y a los seis años el marqués de Esquivel vendió la casa. Desde entonces ha pasado por diversos dueños, hasta quedar abandonada desde la década de 1980. Debido al estado de abandono la casa llegó hasta la auténtica ruina, los tejados se desplomaron y parte de la fachada sur.Además robaron las rejas de la portada principal y las famosas sirenas.
La calle del Duende
Al terminar la guerra entre Inglaterra y Francia, que se libró en España y a la cuál llamamos » Guerra de la Independencia», al avanzar los ingleses y tropas españolas por Triana, expulsando a los franceses y a las tropas españolas afrancesadas hacia Alcalá de Guadaira, se produjo un encuentro en un terreno comprendido entre el hospital de la Cruz Roja de Triana y la Cava, hoy llamada Pagés del Corro, en unas huertas que en aquel entonces se llamaban » El Matillo alto». En uno de auquellos callejones de las huertas quedó muerto un oficial francés. Pasado un tiempo, ya terminada la guerra, se comenzó a edificar aquella zona fomándose una calle. Los primeros vecinos observaban que a determinadas horas salía un hombre, recorría la calle y volvía a entrar en la casa de dónde saliera. Pronto los vecinos empezaron a manifestar su temor deduciendo que por las noches salía el espíritu de aquel oficial francés que murió en el último combate. Los vecinos acudieron al convento de San Jacinto para pedir a los frailes que hicieran algo para que aquella ánima en pena abandonase el lugar. Pero los exorcismos, procesiones, etc, no sirvieron de nada pués los vecinos seguían encontrándo al «fantasma» muchas noches. Por este motivo aquella calle nueva recibió el nombre de Calle del Duende.