Melchor, Gaspar y Baltasar serán encarnados respectivamente por Alfonso Carmona Martínez (pediatra reputado), José Luis Escañuela Romana (presidente de Real Federación Española de Tenis) y Eduardo Dávila Miura (torero y empresario), quienes estarán acompañados por unos 600 beduinos y varias bandas de música. En esta ocasión lanzarán un 25% menos de golosinas, sustituirán los caramelos duros por los blandos y la mayoría de ellos estarán embolsados, medidas encaminadas a conseguir una mayor eficiencia económica y a facilitar las posteriores tareas de limpieza en las calles. Como anticipo, y para ir abriendo boca, el Heraldo Real se desplazará desde el Ateneo hasta el Ayuntamiento la tarde del 4 de enero para pedir las llaves de la ciudad.
Etiqueta: felicidad
Algo más que una juguetería
Hubo un tiempo no demasiado lejano en el que no había centros comerciales en cada esquina y los pocos que operaban en la ciudad aún no inspiraban confianza a todo el mundo. Tampoco existía Internet, o al menos, no estaba lo suficientemente extendido como para realizar compras a través de él. Y en ese contexto, cuando a un niño se le antojaba un juguete en particular, porque lo había visto anunciar en televisión o en las manos de su amigo, costaba sangre, sudor y lágrimas encontrarlo. Afortunadamente, los padres sabían que en el centro de Sevilla existía una tienda que solucionaba todos esos ‘problemas’ que se daban principalmente en Navidad: Juguetes Osorno.
Con más de 40 años de historia, esta juguetería sigue instalada en el mismo sitio, es decir, en la calle San Pablo, y se ha extendido también a la provincia, concretamente, a Tomares y Mairena del Aljarafe. Tiene un mérito enorme que haya sobrevivido con entereza a la invasión de los hipermercados conservando su esencia tradicional y adaptándose a la modernidad, tal y como demuestra su diversificación hacia los muebles de jardines y terrazas. Y es que cuando una tienda tiene como objetivo vender felicidad y además lo hace bien, difícilmente podrá caer en el olvido por mucho que la competencia apriete con sus gigantescos tentáculos.
Al fin y al cabo, Osorno es algo más que una juguetería. Evoca momentos muy singulares que se han transmitido de generación en generación y nos hace recordar los coches teledirigidos, scalextric y muñecas con los que jugábamos en nuestra infancia. Sus almacenes son testigos de cómo se le secaban los ojos a miles de niños, en su afán de mantenerlos abiertos sin pestañear para no perderse ni un detalle de aquella fábrica de sueños. Pero la mejor noticia es que podemos hablar de esta tienda usando los verbos en pasado, en presente y en futuro, porque Juguetes Osorno sigue estando vivo y forma parte de la idiosincrasia de Sevilla.