Júbilo macareno

macarenaEl 31 de mayo de 1964, la Esperanza Macarena fue coronada canónicamente por el cardenal Bueno Monreal. La fecha estaba marcada en verde en todos los calendarios de la ciudad desde hacía mucho tiempo y se organizaron un sinfín de actos para celebrar la imposición de la presea. El evento había alcanzado tal repercusión, que no faltaron a la cita el general Francisco Franco, numerosos altos cargos del gobierno, las infantas Esperanza de Borbón y Ana de Francia… ni las cámaras de Televisión Española, dispuestas a inmortalizar todos los detalles. Desafortunadamente, la lluvia hizo acto de presencia desde las primeras horas del día y deslució la ceremonia, aunque ni mucho menos la canceló.

El altar instalado en la la Plaza de España fue trasladado al interior de la Catedral de Sevilla, donde tuvo lugar una misa más íntima de la que estaba inicialmente prevista debido al limitado aforo y a las fuertes medidas de seguridad. Con todo, tres días más tarde la imagen regresó a su templo en loor de multitudes y en un ambiente festivo que nadie de los presentes olvidó. Dicha estampa, la de la alegría desbordada y la devoción infinita inundando las calles de Sevilla, se ha repetido en los últimos días, coincidiendo con los actos conmemorativos del cincuenta aniversario de la coronación.

Por fortuna, esta vez la meteorología no sólo respetó a los ‘macarenos’ y al resto de cofrades, sino que regaló un sol de justicia que sólo quedó eclipsado por la belleza de la Esperanza Macarena, que por fin pudo llegar a la Plaza España, el edén diseñado por Aníbal González, donde le esperaban nada más y nada menos que 13.000 personas. A la conclusión de la misa, el paso de palio, magistralmente guiado por costaleros, capataces y músicos, emprendió el camino de vuelta hacia la Basílica sin ninguna prisa, deteniéndose en muchas capillas y saboreando cada segundo de las 13 horas que duró la procesión. Podría decirse que la coronación comenzó en 1964 y terminó en 2014. Y la espera valió la pena.

El hallazgo de Cuatrovitas

cuatrovitasHoy día relacionamos a la Virgen de Cuatrovitas con Bollullos de la Mitación, pero no todo el mundo sabe que la hermandad se fundó en Sevilla y que incluso llegó a procesionar en la capital hispalense. Sin embargo, por motivos que no han quedado del todo claros, la corporación se extinguió en 1749 y todas sus pertenencias fueron trasladadas a la localidad aljarafeña, donde estaba afincada su filial. ¿Y por qué tenía una filial en la provincia? Por una razón de peso: fue precisamente en Bollullos de la Mitación donde la imagen fue encontrada por un pastor durante la época musulmana.

Las reglas de la Hermandad matriz describen así el hallazgo. “Fatigado cierto pastor por la sed que le oprimía se dirigió para saciar su necesidad a un pozo, que lo halló todo iluminado con un resplandor extraordinario que le sorprendió, y aturdido y fuera de sí se encaminó con precipitada agitación a la inmediata Villa de Bollullos, y publicando esta novedad admirable, la Justicia, Ayuntamiento, Cura Párroco, Sacerdotes acompañados de muchas otras personas se dirigieron al referido pozo, donde cerciorandos de cuanto había declarado el Pastor procuraron averiguar en lo posible esta iluminante novedad. Advirtiendo que aquella claridad se comunicaba al Pozo por las estrechas concavidades de material de una de sus barrancas, y con este motivo se determinaron a desmoronar y franquear aquel sitio, donde encontraron una Cueva y en su fondo colocada la Imagen de Ntra. Madre y Señora la Virgen Santísima con la de su Santísimo Hijo en una de sus benditas manos, y en la otra mano como especie de un higo, que se ignora su significado”.

La imagen fue entronizada en una antigua mezquita (su actual ermita), recibió el nombre de Cuatrovitas por los cuatro árabes que habitaban su torre y empezó a ser venerada por hombres, mujeres y niños de la zona. La devoción fue en aumento con el paso de los años y los siglos, hasta tal punto de que en 1957 relevó a la Virgen de Roncesvalles como Patrona de Bollullos y en 1980 fue coronada canónicamente por el Cardenal de Sevilla, a la sazón José María Bueno Monreal. Cabe destacar también que desde el siglo XV viene celebrándose una romería en honor a ella el cuarto domingo de octubre, día en el que caballistas, hombres con trajes camperos y mujeres con traje de faralaes la acompañan durante los cinco kilómetros que separan el casco antiguo del pueblo de la ermita, en un ambiente festivo de cante, baile y palmas. 

La noche en el Real

Originalmente, la Feria se celebraba principalmente de día, pues no había ningún motivo para posponer la compra y venta de ganado a la noche, y la iluminación artificial tampoco estaba a la orden del día. De hecho, en un principio se utilizaba el petróleo como fuente de energía y posteriormente se pasó al gas, con las consabidas ventajas e inconvenientes que presenta este combustible. Ya en 1877, con motivo de la visita de la reina Isabel II, se instalaron por primera vez los vistosos farolillos de papel que han llegado a nuestro tiempo, pero sólo por una cuestión estrictamente estética, ya que por aquel entonces aún no emitían luz.

Hubo que esperar seis años más, concretamente hasta 1883, para que el Real del Prado de San Sebastián se encendiera bajo las estrellas mediante una instalación eléctrica, la que llevó a cabo la compañía Sevillana de Electricidad. Previamente ya se habían realizado algunas pruebas con potentes focos, pero los resultados no habían sido del todo satisfactorios. No obstante, uno de los ensayos que se habían efectuado sí tuvo bastante éxito a posteriori. Corrió a cargo de la empresa Niessen, que inventó un casquillo para que las bombillas pudieran ser enroscadas en los cables eléctricos de forma segura y cómoda, dando la posibilidad de formar preciosas hileras de luces como las que vemos actualmente.

Cuando se pone el sol entran en funcionamiento más de 250.000 bombillas repartidas entre 275.000 metros cuadrados y un total de 1.049 casetas, pero para la Feria de Sevilla la iluminación artificial es mucho más que una cuestión logística. De hecho, el tradicional alumbrado de la noche del pescaíto simboliza la alegría del comienzo de la fiesta y el apagado, la tristeza de que ha llegado el final. Todo ello, acompañado de los fuegos artificiales, que colorean el cielo hispalense nada más y nada menos que desde 1864. Ahí es nada.

Las sevillanas: nuestro baile

La Feria de Abril está a la vuelta de la esquina y muy pronto empezarán a entonarse un sinfín de sevillanas en el Real, de ahí que hayamos elegido este momento para hablar sobre el mayor rasgo distintivo de nuestro folclore tradicional. Sus antecedentes más remotos datan del periodo de los Reyes Católicos,  cuando eran conocidas como ‘seguidillas castellanas’ y aún no se bailaban, pero con el tiempo fueron transformándose en lo que hoy conocemos. Naturalmente, pasaron por distintas etapas de transición: durante el Renacimiento eran una danza bulliciosa, en el siglo XVIII se acompasaron, posteriormente el maestro Pedro de la Rosa fijó la estructura de tres cuerpos de tres tercios, a comienzos del XIX tomó prestados elementos del bolero, etcétera.

En torno a 1850 la sevillana adoptó su identidad definitiva y empezó a extenderse por toda la ciudad como una ola, pues se había encontrado una perfecta simbiosis entre los sonidos de la guitarra flamenca, las voces afinadas con acento andaluz, las palmas y las castañuelas. Se bailaban en todas las ferias, tanto en las de la capital como en las de la provincia, en bodas, en cumpleaños, en los corrales de vecinos, en los salones de los aristócratas, en las romerías…  Su éxito traspasó las fronteras hispalenses y recorrió la región, luego el país y más recientemente, todo el globo terráqueo.

No hay que olvidar que en la actualidad las sevillanas son el baile regional más divulgado en España y también el más exportado al exterior, fruto de una profesionalización llevada a cabo en las últimas décadas con la implantación de academias repartidas por la geografía internacional, donde enseñan a realizar los cuatro movimientos más característicos: el paseíllo, la pasada, el careo y el remate, que pueden ejecutarse con matices diferentes en función de la personalidad y el salero de cada uno. Los que residimos en Sevilla tenemos la suerte de asociar cada uno de estos pasos casi de manera innata gracias a los conocimientos que se transmiten de generación en generación y el momento de ponerlos en práctica ha llegado.

La capital de la Navidad

Pocos sevillanos se resisten a pasear por el centro en épocas navideñas. Es más, cuando se visita, cuesta aparcar la tentación de repetir, ya que en un solo día resulta materialmente imposible disfrutar de todo lo que ofrece la ciudad en estas fechas. No en vano, lo que siempre ha estado ahí, como el sinfín de belenes, los puestos de castañas asadas, los dulces de los conventos, la iluminación decorativa, los villancicos, los comercios abiertos de par en par y los ojos encendidos de los niños, sigue estando ahí, pero al margen de todo eso, cada año se van sumando nuevos alicientes que hacen de Sevilla la capital de la Navidad.

Navidad en Sevilla

Podríamos empezar la enumeración nombrando a los camellos, que en esta ocasión se han ‘hospedado’ en la Alameda de Hércules. Allí, acompañados por un tiovivo, ponis y una serie de puestos gastronómicos, dan frecuentes vueltas a la plaza llevando a los más pequeños en volandas. Hasta dicho enclave llega un trenecito que parte desde el Mercado de la Encarnación, donde a su vez crece un gigantesco árbol de Navidad bajo las setas y se encuentra un belén viviente. Asimismo, se han forrado los pivotes de algunas calles y, con un poco de suerte, hasta se pueden hallar muñecos de nieve.

De igual modo, es posible deleitarse con las muestras de artesanía de la Plaza Nueva, la Feria de Belenes en los aledaños de la Catedral, los pasacalles, la música y los talleres del mercado hebreo de la Ronda de Triana y un largo etcétera. Todo ello, sin profundizar en el espectáculo del ‘mapping’, del que ya hablamos en el anterior artículo, y de lo que está por venir, con la Cabalgata de Reyes del día 5 de enero y las posteriores de los barrios como colofón. Ante semejante mosaico navideño a disposición de los autóctonos y de los turistas, no es de extrañar que el Metrocentro se haya visto obligado a suspender algunos de sus trayectos debido a la aglomeración de personas.

La fiesta del ascenso será en el Villamarín

betisHabrá autocar descapotable. Los municipios más poblados se preparan para la fiesta del ascenso. La fiesta se celebrará en la zona de Fondo del Benito Villamarín.

Gracias al triunfo ante el Tenerife , el Real Betis ascenderá el próximo domingo en Tarragona, y sin depender de ningún otro resultado, si logra la victoria en el Nou Estadi. La fiesta de regreso a Sevilla será apoteósica y el consejo ya ha detallado los actos a organizar en caso de éxito.  El AVE que transportará a la expedición aterrizará en Santa Justa a las 21.15 del domingo y, desde allí, la plantilla irá en un autocar descapotable hacia el Benito Villamarín, donde se organizará una fiesta en la zona de Fondo, tal y como pactó en su reunión del miércoles el consejo de administración.

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Gines celebra su esperado Carnaval 2011 este fin de semana

carnaval  La fiesta, una de las más esperadas del año, se celebrará este viernes 18 y sábado 19, cerrándose con el tradicional Entierro de la Sardina, el día 26.Ya ha comenzado la cuenta atrás para que Gines acoja una de sus celebraciones más esperadas cada año; el Carnaval, que tendrá lugar los días 18 y 19 de febrero cerrándose con el tradicional Entierro de la Sardina, el día 26.Un año más, y continuando con el importante impulso que se le ha dado desde la Concejalía de Festejos en estas últimas 4 ediciones, el Carnaval de Gines se presenta como una celebración de primer nivel que crece de la mano de los carnavaleros de Gines.

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Movimiento, luz y color en el cartel de la Semana Santa 2011

cartelPara plasmar el cartel de la Semana Santa de Sevilla, Juan Manuel Calle (Utrera, 1961) confiesa que miró a su interior y recurrió a viejas experiencias y recuerdos. Fue así, entre la neblina de sus recuerdos de juventud, como apareció en el cartel la Virgen de Gracia y Amparo de la hermandad de Los Javieres, cofradía con la que no guarda una vinculación especial, sino más bien afectiva. «En mi época de estudiante vivía muy cerca de la calle Feria y tenía una familiaridad visual y sentimental con Omnium Sanctorum», la parroquia donde tiene su casa esta dolorosa del Martes Santo.Profesor de Pintura Mural de la Universidad de Sevilla, el artista fue trabajando el diseño previo en ordenador concibiendo el cartel como un espacio de composición vivo.

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Mañana es fin de año

plaza mayor salamnacaLa Nochevieja se adelanta 15 días en Sevilla. La iniciativa, surgida en Salamanca hace varios años, se importa este año a 18 bares de la ciudad que celebrarán por anticipado la llegada del año 2011. Esta idea nació de manos de un grupo de universitarios que cursaban sus estudios en Salamanca. Tras una cena para despedirse antes de las vacaciones, decidieron irse a la Plaza Mayor a tomarse las doce uvas como si fuera fin de año. Al año siguiente, hicieron lo mismo, y observaron cómo algunos grupos más de amigos se habían unido a la idea. Este iniciativa se trasladó años después a Zamora, Madrid…. Y este año, Sevilla. El mismo día, en las cuatro ciudades se tomarán las gominolas de la suerte, en vez de uvas. Son cuatro las personas que están organizando el evento en Sevilla.

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