Una imagen por ellos!

Estimados amigos, hoy puedo anunciaros con enorme alegría que en Sevilla, nuestra ciudad se ha creado un nuevo formato de fotografía, «La fotografía Solidaria» El próximo día 2 de Diciembre se celebrará un gran evento con fines solidarios. 8 ponentes a nivel nacional e internacional nos explicarán su forma de entender la fotografía. Serán 8 conferencias las que estos maestros nos ofrecerán en nuestra capital y que cualquier amante de la fotografía no debería dejar pasar. ¿Y cuento tendremos que pagar por estas increíbles lecciones? ¡Nada! Tan solo llevar algunos alimentos que una vez finalizado el acto serán repartidos por los comedores sociales para los más necesitados.

Sin duda este nuevo formato de fotografía conseguirá retratar las mejores sonrisas a cada uno de sus destinatarios. Nunca una fotografía fue tan social, tan internacional y tan emotiva como lo que el 2 de Diciembre se tomará en Sevilla.

Desde Sevillaen360 queremos agradecer a estos grandes fotógrafos que ademas de realizar grandes fotos realicen grades obras solidarias. Gracias!!

Los organizadores se han puesto en contacto con los comedores sociales y pinden que prevalezcan los siguientes alimentos:

Azúcar – Aceite – Café – Legumbres – Galletas – Frutas en almíbar – Pates – Tomate frito triturado – Leche – Zumos

Para obtener más información sobre este fantástico acto solidario e inscribirse para asistir entren en la web: www.unaimagenporellos.com

 

La fotografía en Sevilla (I)

En el año 1839, un inglés se colocó delante del Ayuntamiento de Sevilla, sacó un artilugio realmente extraño, apuntó hacia la fachada y pulsó un interruptor. Sin tiempo para asimilar la escena, las autoridades corrieron a detener al sospechoso porque creían que portaba una escopeta, pero nada más lejos de la realidad, ya que lo que acababa de hacer era tomar la primera fotografía de nuestra ciudad.

 

Aquella pionera, legendaria y borrosa imagen es uno de los grandes tesoros que se conservan en la Fototeca Hispalense de Miguel Ángel Yáñez Polo, un prestigioso médico internista con amplios conocimientos de química al que siempre le fascinó la fotografía. No en vano, custodia en su domicilio particular más de 300.000 instantáneas con un incalculable valor documental, las cuales ilustran el desarrollo de Sevilla desde 1839 hasta 2001. Y si se dice que una imagen vale más que mil palabras, sus archivos deben valer más de 300 millones de palabras, el equivalente a un buen puñado de libros de historia y a una incontable cantidad de horas de dedicación.

 

¿Y cómo consiguió reunir semejante banco de imágenes? Yáñez Polo sació su afán de coleccionismo comprando muchas de sus fotografías en los mercadillos del Jueves y en el de la Plaza del Cabildo, donde los vendedores desconocían el verdadero alcance de sus productos. Una vez que su recopilación adquirió notoriedad, también recibió donaciones y hoy día posee una de las fototecas privadas más importantes del continente europeo. Pero no solo puede presumir de cantidad, sino también de calidad, ya que almacena las fotografías con las condiciones ambientales precisas, es decir, siempre alejadas de la luz, con un sistema de renovación del aire automatizado y una temperatura constante (20º C), entre otros factores. Asimismo, la entrada de personal está restringida para preservar la conservación.

 

Debido a la enfermedad que padece, Yáñez Polo ya no puede hacerse cargo del archivo ni tampoco ampliarlo, por lo que su deseo es cederlo a otro propietario o a las instituciones públicas siempre y cuando permanezca en Sevilla. De momento, nadie ha recogido el guante, pero la lógica hace pensar que más pronto que tarde sucederá. Imágenes del Zeppelín volando sobre la Catedral, de las contadas nevadas, de la Semana Santa de hace un siglo, de monumentos que desaparecieron o fueron reformados y de un largo etcétera bien merecen la pena.

Los buenos días de Manuela.

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos días, del Pópulo.

El Pópulo no sólo era una calle, la actual Pastor y Landero.
Era un arrabal y se le conocía como el arrabal de la Cestería.
Tomó su nombre del gremio de los cesteros, y ya fue citado en la Crónica de los Reyes Católicos de 1485 por su cronista Andrés Bernáldez.

No es de extrañar que unas de las calles más anchas de este barrio se llame de Reyes Católicos y que Andrés Bernáldez tenga una calle en Sevilla.
La historia pone las cosas en su sitio.

El arrabal de la Cestería permaneció sin cambios hasta 1626, año en que se levantó el convento de frailes agustinos de Nuestra Señora del Pópulo, y se hizo un paseo de árboles desde la Puerta de Triana hasta el convento, que se llamó Alamedilla del Pópulo.

Las casas de este barrio estaban adosadas a las murallas por fuera, de ahí su nombre de arrabal.
Esas viviendas pertenecían a las calles que ahora se llaman: Santas Patronas, Narciso Campillo y Galera.

El trazado de las mismas podemos verlos en el plano de Olavide de 1771.
Ahí aparecen los trazados de la calle Santas Patronas, entonces Vírgenes.
Cestería que es el primer tramo de la calle Pastor y Landero
Y la calle Galera, que se llamaba así porque era una prisión de mujeres.
En 1835 desapareció el convento del Pópulo, por la exclaustración que hizo el gobierno, el edificio, como ya habíamos comentado, se destinó a prisión como “Cárcel del Pópulo”
A partir de esa fecha se construyeron Reyes Católicos, un trozo de lo que hoy conocemos como Paseo de Colón, un tramo de Adriano y la calle Pastor y Landero.
Estas construcciones llegaron tal cual hasta finales del siglo XIX.
Como todos los barrios de Sevilla, éste está lleno de historia, y es quizás sobre el que hay más documentación
No podemos olvidar el auge que tuvo su enclave cuando llegaban las mercancías que venían de las Indias. Y la diversidad de gremios que se establecieron en torno a esta actividad comercial.
Hoy al conjunto de sus calles se le conoce como el barrio del Arenal. Seguiremos profundizando en su historia y en sus costumbres.
En la época de la que estamos hablando cada bario tenía su vida propia, su autonomía y su jerga.
Todos ellos constituyen la Sevilla actual y si prestamos atención veremos que quedan vestigios de su idiosincrasia.
En cada barrio, en cada calle, en cada rincón, hay una historia y unas leyendas que merecen ser conocidas.
Nos pondremos a la labor.

Buenos días, amigos de Sevilla.
Buenos y del Pópulo.

 

Manuela Sosa Martin.