La fotografía en Sevilla (II)

Afortunadamente, no todo el material fotográfico de nuestra ciudad se ha extraviado o se encuentra en manos privadas. Si hace unos días profundizábamos en las reliquias fotográficas que conserva Yáñez Polo, hoy es el turno de la Fototeca Municipal de Sevilla, que también almacena una importante cantidad de imágenes históricas. Se encuentra situada en la calle Almirante Apodaca, en un edificio que fue construido a comienzos del siglo XX e hizo las veces de Palacio de la Justicia en el pasado. Fue creada originariamente en 1985, año en el que el Ayuntamiento adquirió el vasto archivo fotográfico de los Serrano. Evidentemente, no estamos hablando de la popular serie de televisión, sino de una familia de reputados reporteros gráficos, José Serrano Gómez y sus hijos, cuyos trabajos se publicaban con regularidad en la prensa escrita.

Y es que la fototeca pública se caracteriza precisamente por su estrella relación con el mundo del periodismo, de ahí que dependa administrativamente de la Hemeroteca Municipal. No en vano, también contiene las obras de otros reconocidos reporteros gráficos como Gelán, Sánchez del Pando, Serafín, Cubiles y Vilches. Todos ellos colaboraban en los periódicos de la época, tales como ‘El Noticiero Sevillano’, ‘El Liberal’, ‘La Unión’ o los todavía vigentes ‘ABC’ y ‘El Correo de Andalucía’. Clasificar semejante volumen de fotografías no fue sencillo, sobre todo teniendo en cuenta que los negativos se encontraban en mal estado y completamente desordenados. Por ello, las instituciones se vieron forzadas a firmar un convenio para patrocinar la inventarización, restauración, catalogación y puesta a disposición pública de aquellos fondos, una tarea que duró tres años y medio.

Se puede afirmar que lo más difícil ya se hizo y ahora el gran objetivo es el de seguir ampliando los recursos después de haber incorporado recientemente los ficheros de fotógrafos aficionados, los de la Alcaldía, los taurinos de Arjona y otras colecciones personales. Para acceder a este banco de imágenes es necesario personarse en sus oficinas y rellenar el pertinente formulario. Asimismo, gracias al Departamento de Reprografía, existe la posibilidad de obtener copias de las imágenes por un precio razonable. El horario de atención al público es de 8:30 a 14:30 horas de lunes a viernes.

La fotografía en Sevilla (I)

En el año 1839, un inglés se colocó delante del Ayuntamiento de Sevilla, sacó un artilugio realmente extraño, apuntó hacia la fachada y pulsó un interruptor. Sin tiempo para asimilar la escena, las autoridades corrieron a detener al sospechoso porque creían que portaba una escopeta, pero nada más lejos de la realidad, ya que lo que acababa de hacer era tomar la primera fotografía de nuestra ciudad.

 

Aquella pionera, legendaria y borrosa imagen es uno de los grandes tesoros que se conservan en la Fototeca Hispalense de Miguel Ángel Yáñez Polo, un prestigioso médico internista con amplios conocimientos de química al que siempre le fascinó la fotografía. No en vano, custodia en su domicilio particular más de 300.000 instantáneas con un incalculable valor documental, las cuales ilustran el desarrollo de Sevilla desde 1839 hasta 2001. Y si se dice que una imagen vale más que mil palabras, sus archivos deben valer más de 300 millones de palabras, el equivalente a un buen puñado de libros de historia y a una incontable cantidad de horas de dedicación.

 

¿Y cómo consiguió reunir semejante banco de imágenes? Yáñez Polo sació su afán de coleccionismo comprando muchas de sus fotografías en los mercadillos del Jueves y en el de la Plaza del Cabildo, donde los vendedores desconocían el verdadero alcance de sus productos. Una vez que su recopilación adquirió notoriedad, también recibió donaciones y hoy día posee una de las fototecas privadas más importantes del continente europeo. Pero no solo puede presumir de cantidad, sino también de calidad, ya que almacena las fotografías con las condiciones ambientales precisas, es decir, siempre alejadas de la luz, con un sistema de renovación del aire automatizado y una temperatura constante (20º C), entre otros factores. Asimismo, la entrada de personal está restringida para preservar la conservación.

 

Debido a la enfermedad que padece, Yáñez Polo ya no puede hacerse cargo del archivo ni tampoco ampliarlo, por lo que su deseo es cederlo a otro propietario o a las instituciones públicas siempre y cuando permanezca en Sevilla. De momento, nadie ha recogido el guante, pero la lógica hace pensar que más pronto que tarde sucederá. Imágenes del Zeppelín volando sobre la Catedral, de las contadas nevadas, de la Semana Santa de hace un siglo, de monumentos que desaparecieron o fueron reformados y de un largo etcétera bien merecen la pena.