‘Vuelos Barcelona Sevilla
’. Hace algunas décadas, ver un anuncio de este tipo era todo un acontecimiento, ya que no todos los días sobrevolaban aviones por el cielo hispalense. Sin embargo, ahora lo vemos como algo trivial que debe ir acompañado inexorablemente de una atractiva oferta, ya que Sevilla está perfectamente conectada al resto del mundo por tierra, mar y -por supuesto- aire. El aeropuerto de San Pablo está situado a tan sólo diez kilómetros del centro de la ciudad y da servicio a unos cinco millones de pasajeros al año. A raíz del cese de operaciones de la Base Aérea de Tablada adquirió más protagonismo y la remodelación que sufrió con motivo de la Exposición Universal de 1992 le convirtió en uno de los vértices de referencia del sur de Europa. Buena prueba de ello es que en él operan 18 aerolíneas que ofrecen 25 destinos diferentes, tanto nacionales como internacionales. Tampoco hay que olvidar el helipuerto, situado en la Isla de la Cartuja y que posee cuatro puntos de toma.
En lo que respecta a las comunicaciones ferroviarias, Sevilla puede presumir de haber sido pionera en la puesta en marcha de la primera línea española de
trenes de alta velocidad, la cual une a la ciudad hispalense con Madrid a través del afamado AVE. Además, la Estación de San Justa distribuye el tráfico de un sinfín de ferrocarriles que recorren la geografía local, regional y nacional diariamente, mientras que las estaciones de El Prado de San Sebastián y Plaza de Armas hacen lo propio con los autobuses. Por otro lado, cabe destacar que ya están operativos los primeros trayectos del tranvía (conocido como Metrocentro) y del ansiado Metro, ideados para descongestionar el tráfico urbano.
Asimismo, el hecho de que Sevilla no tenga costa no le impide contar con un puerto de renombre gracias a la navegabilidad del río Guadalquivir. Curiosamente, se trata del único puerto fluvial comercial de nuestro país y desde hace un par de años dispone de una nueva esclusa que le permite acoger a buques de grandes dimensiones. Según datos recientes, mueve aproximadamente cuatro millones de toneladas al año, procedentes principalmente del sector agrícola. Por último, hay que reseñar que quienes prefieren el asfalto tienen a su disposición una red de carreteras de primer nivel, con un amplio número de autovías y autopistas que parecen acortar las distancias, y más de 130 kilómetros de carril bici.