El Laboratorio Municipal de Sevilla

Raro es el político que, estando en la oposición, no pregona a los cuatro vientos la necesidad de invertir más dinero en sanidad, pero más raro aún es el que se preocupa de verdad por la investigación médica. Al fin y al cabo, es más fácil colgarse la medalla de la curación que la de la prevención. Con todo, hubo un tiempo en el que Sevilla quiso estar a la cabeza en esta materia y para ello creó un Laboratorio Municipal. La institución como tal fue fundada 1883, si bien el edificio que ha llegado a nuestros días, el que está situado en la avenida María Auxiliadora, fue levantado en 1912.

Continuar leyendo «El Laboratorio Municipal de Sevilla»

El Instituto de Higiene del doctor Murga

El error más repetido en la historia de Sevilla ha sido el de demoler edificios sin tener en cuenta su valor artístico y patrimonial. Un buen ejemplo es el del Instituto de Higiene, que estaba situado en el número 35 de la calle Marqués de Paradas. Fue construido entre 1905 y 1907 para ser, simultáneamente, la residencia, el laboratorio y la clínica del doctor Leopoldo Murga Machado, y estuvo en pie hasta 1958. Quienes no hayan oído hablar nunca de él, a buen seguro que se sorprenderán al ver fotografías de su fachada, pues parece mentira que un inmueble con semejante encanto se redujera a escombros.     

Continuar leyendo «El Instituto de Higiene del doctor Murga»

El hospital de todos (I)

¿Puede un hospital convertirse, con el paso del tiempo, en sede de un parlamento autonómico? La respuesta es sí y la encontramos en Sevilla. Hablamos de un proyecto ideado por Fadrique Enríquez, primer Marqués de Tarifa y quinto Adelantado de Andalucía, artífice también de la Casa de Pilatos, tal y como recordábamos en el anterior artículo. El edificio empezó a construirse en 1546, es decir, después de su muerte, y tenía como objetivo magnificar la fundación de caridad que había creado previamente su madre, Catalina de Ribera. De hecho, contaba con el respaldo de una bula pontificia. Los diseños corrieron a cargo del reputado arquitecto Martín de Gainza, pero debido a su inesperada muerte, las obras fueron finalizadas por el no menos afamado Hernán Ruiz II.

Parlamento de AndalucíaEn 1559, el Hospital de las Cinco Llagas (también conocido más tarde como Hospital de la Sangre) echó a andar. Su ubicación, fuera de las murallas de la ciudad, suponía una gran novedad en aquellos tiempos y dejaba claro que estaba destinado a los pobres. No en vano, el hecho de que se levantara extramuros era una ventaja para controlar posibles epidemias, pero también una amenaza, ya que hacía las veces de puerta de entrada para personas de todas las condiciones y procedencias. Aun así, para contrarrestar todos estos peligros, se aplicaban medidas higiénicas extremas, evidentemente no como las que se toman ahora, pero sí mucho más estrictas que las de entonces, gracias a la instalación de cloacas y acueductos para el abastecimiento del agua.

El hospital cobró una importancia capital en épocas de guerras, inundaciones y plagas, llegando a tener más enfermos que ningún otro de Europa. Por fortuna, todas estas desdichas se previeron antes de poner los cimientos, de ahí que se construyeran amplias galerías que favorecían la ventilación exterior, requisito imprescindible para reducir el riesgo de contagio. Más adelante, en plena Guerra de la Independencia, una parte fue reservada exclusivamente para los militares, y a principios del siglo XX otra de sus dependencias pasó a ser un centro universitario de medicina, con sus correspondientes reformas. Eran tan distintos sus huéspedes y tan ineficaz la coordinación, que el edificio fue deteriorándose a paso lento pero firme, hasta el punto de que en febrero de 1972 se decretó su cierre. En los próximos artículos hablaremos de su arquitectura, de su peculiar iglesia, de cómo se ha reciclado para fines políticos y de alguna que otra leyenda.

Unos 50 vecinos de Pumarejo se concentran en protesta por cuestiones de higiene y los contenedores

Unos 50 vecinos de la barriada sevillana del Pumarejo se han concentrado desde las 19,00 horas de hoy en la Plaza del Pumarejo, en la que se ha solicitado públicamente medidas, entre otros aspectos, por la proliferación de stuaciones antihigiénicas derivadas de la numerosa presencia de ‘sin techo’ y sus enseres en la vía pública, así como por la anunciada iniciativa de la empresa municipal de limpieza (Lipasam) de introducir contenedores individuales de recogida de residuos en la zona.

   El presidente de la asociación de vecinos Pumarejo-San Luis, Ángel López Hueso, explicó a Europa Press que dicha convocatoria, que pretendía llevar a la plaza «a abuelos, padres, hijos y nietos para debatir múltiples aspectos del barrio», ha estado «algo escasa de gente por el frío y porque hace falta foguear a algunos vecinos nuevos», si bien señaló que los actos de protesta seguirán produciéndose.

   Así, la numerosa presencia de indigentes, contra la que según los vecinos debe registrarse una actuación urgente de la administración, agravaría la situación en el barrio si se instalaran contenedores individuales, «pues si ya de por sí revuelven en los contenedores grandes instalar cubos pequeños sería facilitarles el trabajo para que vuelquen los recipientes y se lleven lo que quieran».

 

Continuar leyendo «Unos 50 vecinos de Pumarejo se concentran en protesta por cuestiones de higiene y los contenedores»