Ni el fuego pudo con el Real

incendioLa Feria de Abril es sinónimo de alegría y cada vez que pensamos en ella siempre se nos vienen a la mente gratos recuerdos, ya sean cercanos o lejanos en el tiempo. No obstante,  en contadísimas ocasiones también ha sido escenario de tragedias y una de las más sonadas ocurrió hace justamente cincuenta años. Para más señas, la edición de 1964 siempre será catalogada como la de ‘chamuscá’ por el incendio que se produjo en el Real. Todo ocurrió el primer día, a eso de la una de la tarde, cuando un chispazo prendió fuego a la caseta de los Lasso.

Las llamas se apoderaron rápidamente de las lonas y se fueron extendiendo hacia las dependencias más próximas, creando una hilera de piras. Lejos de ayudar, la meteorología avivó el desastre, pues hacía mucho calor y también corría algo de viento. Cuando los bomberos consiguieron apagar el fuego, éste ya había calcinado 74 casetas, las cuales se encontraban en la confluencia de las calles General Primo de Rivera, Infanta Luisa e Infante Carlos. Como habrán apreciado, antes de que tomaran prestado los nombres de los toreros más afamados, las calles tenían otras denominaciones más ‘solemnes’.

José García Suárez, un zapatero de 87 años, fue la única víctima mortal del accidente, si bien otras 25 personas resultaron heridas de gravedad y necesitaron asistencia sanitaria de inmediato. Con todo, cuentan las crónicas periodísticas que, pese a la tragedia humana (que pudo ser mucho peor), el enorme susto y los daños materiales, la Feria siguió su curso como si nada hubiera pasado. Es más, en algunas casetas se colgaron carteles con toques de humor, tales como ‘Por la mañana ardiendo y por la noche riendo’, ‘Esto era un jamón serrano que se murió por curpita del butano’, ‘¡Ni con fuego ni con agua, sólo con alegría y cerveza!’, entre otros. Y es que ni un tornado podría acabar con la Feria de Abril…

La Hiniesta

hiniesta fotoEn anteriores artículos ya enumeramos algunas de las imágenes que tuvieron que ser reemplazadas por las revueltas anticlericales que se dieron en los años treinta, y en éste, desgraciadamente, añadiremos más a la lista. Hablamos de la Hermandad de la Hiniesta, que vio cómo su Cristo de la Buena Muerte y su Dolorosa original fueron destruidos en la quema de San Julián (1932). Solo un año después, Antonio Castillo Lastrucci talló otra imagen mariana, que a su vez se perdió en el incendio que asoló a la parroquia de San Marcos en 1936. Después de dos golpes muy dolorosos para la cofradía, el mismo autor elaboró una nueva Virgen en 1937 y un nuevo Crucificado en 1938, obras que sí han llegado a nuestros tiempos.

María Santísima de la Hiniesta Dolorosa fue elaborada en madera de cedro policromada, mide 1,61 metros de estatura y tuvo un costo presupuestario de 3.000 pesetas. Su bendición tuvo lugar en septiembre de 1937 en la iglesia de San Luis de los Franceses y guarda un gran parecido con la talla original. No en vano, conserva el dulce llanto, la cabeza inclinada hacia el lado derecho, la mirada baja y los rasgos joviales de una adolescente. Además, se ajusta perfectamente a los cánones de belleza del romanticismo andaluz, dada su piel morena y sus grandes ojos oscuros.

El trabajo de Castillo Lastrucci tuvo tan buena aceptación, que poco después de que desfilara por las calles de Sevilla el escultor recibió múltiples encargos de réplicas procedentes de toda la geografía española. Y es que su bellísimo rostro, su pequeña boca con labios encarnados y el sufrimiento que transmiten sus cinco lágrimas (dos en la mejilla derecha y tres en la izquierda) encandilaron desde el primer día. Ya en 1980, la restauración de Ortega Bru se encargó de suavizar los tonos de sus mejillas y de entreabrir sus labios, dejando al descubierto sus dientes superiores. La imagen puede contemplarse durante todo el año en la parroquia de San Julián y cada Domingo de Ramos en las calles de Sevilla.

Mudanza en San Roque

san roque fotoEl pasado 11 de diciembre la parroquia de San Roque tuvo que ser clausurada y desalojada por graves problemas estructurales. No en vano, en la última revisión rutinaria fueron detectadas grietas importantes y los técnicos decretaron que tanto la cúpula del presbiterio como la cubierta se hallaban en un estado tremendamente delicado, de ahí que al Arzobispado de Sevilla no le haya quedado más remedio que cerrar sus puertas indefinidamente hasta reparar los daños. ¿Y qué pierde la ciudad mientras tanto? Pues, resumiendo, un hermoso templo con más de 250 años de historia que ya sufrió trágicos accidentes previamente, pero vayamos por partes.

La sede de la Hermandad de San Roque fue diseñada por Pedro de Silva y levantada en la actual Plaza de Carmen Benítez entre los años 1760 y 1764, sobre el solar de la antigua ermita, que fue presa de las llamas. De planta rectangular y dispuesta en torno a tres naves que están separadas entre sí por columnas toscanas de mármol, contaba con un retablo mayor de un enorme valor artístico, obra de Gabriel de Astorga, pero se perdió (junto a los Titulares) en un incendio provocado el 18 de julio 1936. No hace falta ser muy avispado para relacionar la fecha de este triste acontecimiento con uno de los periodos más convulsos de la historia de nuestro país, cuando muchas iglesias, entre ellas la de San Roque, fueron saqueadas.

Afortunadamente, la corporación se sobrepuso a este fuerte revés y buena prueba de ello es que en la actualidad está afrontando con suma madurez este nuevo contratiempo. Así, nada más conocer los riesgos, la junta de gobierno, con la colaboración de los hermanos, trasladó las imágenes al oratorio de la casa de hermandad, donde aguardan la elección de una nueva sede temporal. Y en este sentido, se barajan varias opciones: San Ildefonso, que ya prestó su ayuda durante la Guerra Civil, San Benito, Santiago, San Román, la Anunciación, etcétera. La decisión se tomará probablemente a finales del mes de enero.  

Los espectros del Fantasio

La irrupción de los centros comerciales y la expansión de la piratería audiovisual acabaron con muchos cines de Sevilla, incluido el Fantasio, al que un incendio terminó por darle la puntilla. Situado en la calle Pagés del Corro del barrio de Triana, cerca de la intersección con San Jacinto, gozó de mucha popularidad entre finales de los ochenta y principios de los noventa porque sus precios eran asequibles y apenas tenía competencia en ese lado del río. Pero también era conocido por el halo tétrico que le rodeaba, pues eran numerosas las leyendas de terror que circulaban en torno a sus proyecciones. Y no precisamente por el encantamiento de sus butacas o pantallas, sino por los ruidos que procedían del mugriento edificio de viviendas que estaba justo sobre él.

Algunos clientes juraron haber oído alaridos, pisadas y golpes secos, mientras que otros describieron espectros y luces cegadoras. El volumen de rumores fue creciendo de una manera tan abrumadora que el investigador García Bautista sintió la necesidad de estudiar aquellos sucesos paranormales. Pero su conclusión fue clara y concisa: allí no había nada extraño. Con el tiempo se descubrió que el origen de los fenómenos del Fantasio tenía una base estrictamente racional, trivial y mundana. Todo se debió a una promesa incumplida por parte del propietario del cine, que quedó en regalarle al dueño de un bar cercano uno de los pisos del edificio cuando concluyera las obras de remodelación. Pero faltó a su palabra.

Así, resentido por el engaño, el dueño del bar se propuso sabotear la venta del inmueble y comenzó a propagar todo tipo de invenciones sobre lo que ocurría unos metros más arriba del Fantasio. Durante un tiempo surtieron efecto, pues no había nadie que pasara por las inmediaciones y no dirigiera una mirada de desconfianza hacia la fachada, pero con el tiempo todo quedó en agua de borrajas. De hecho, el cine cerró definitivamente sus puertas en 1995 y las personas que viven en la planta superior lo hacen con absoluta normalidad. El fantasma, si es que alguna vez existió, se fue para no volver jamás.

La Esperanza de todo un barrio

La corporación que hoy tiene como sede la Capilla de los Marineros es el resultado de una serie de adhesiones amistosas que tuvieron lugar en los últimos cinco siglos. Así, la Esperanza de Triana. SevillaHermandad de la Esperanza que fundaron los ceramistas en 1418 se fusionó con la de San Juan Evangelista, constituida por pescadores, en 1542, y posteriormente incorporaron a la Hermandad de las Tres Caídas de Cristo, formada por gentes de la mar y creada por el clérigo Francisco de Lara en el convento de las Mínimas de Triana. No fue la última conciliación, ya que más recientemente, en 1971, también se unió la Hermandad Sacramental de la Parroquia de Santa Ana.

Todas estas uniones  fraternales no se habrían dado sin el abrazo de la Esperanza, a la que se venera en Triana desde antes mucho antes de ser tallada la imagen que deslumbra actualmente en la Madrugá del Viernes Santo. Su autoría no está acreditada, aunque se le atribuye a Juan de Astorga, imaginero malagueño que pudo terminarla a principios del siglo XIX.  El rasgo que más y mejor le identifica es su tez morena, inconfundible y prodigiosa al mismo tiempo. Y es que su piel oscura, lejos de restarle vitalidad, irradia luz en todas las direcciones gracias a la compañía de unos ojos que son luceros de azabache.

El 2 de mayo de 1898 fue un día triste para la Hermandad, pues estando en la Iglesia de San Jacinto, la imagen fue presa de las llamas de un incendio devastador que asoló prácticamente todo el altar. Pero esa tragedia también puso de manifiesto que no hay nada que pueda con Ella y sí mucha gente dispuesta a darlo todo por su integridad. De hecho, la rápida actuación del padre prior, un concejal del Ayuntamiento, un maestro y un guardia civil permitió que se salvaran algunos restos que sirvieron como patrón para las futuras restauraciones, llevadas a cabo por Gumersindo Jiménez Astorga, José Ordóñez Rodríguez, Antonio Castillo Lastrucci y Luis Álvarez Duarte. Porque la Esperanza, ya sea en mayúscula o en minúscula, es lo último que se pierde.

Un conato de incendio en un AVE Madrid-Sevilla provoca el transbordo de 164 viajeros y retrasos en otros tres

ave  El incidente se produjo cuando el tren estaba llegando a la estación de Córdoba, adonde acudieron de inmediato los bomberos, avisados por los técnicos de seguridad de Renfe. Un conato de incendio en un tren de alta velocidad Madrid-Sevilla al llegar a la estación de Córdoba ha provocado el transbordo de 164 pasajeros de dicho tren y ha causado retrasos en otros tres trenes, además del averiado, con retrasos acumulados entre diez y 60 minutos, de forma que en total se han visto afectados por este incidente más de 500 viajeros.Según ha indicado Renfe en una nota, en torno a las 9,45 horas de este martes, el maquinista del tren AVE Madrid-Sevilla de las 08,00 horas activó el protocolo de seguridad previsto tras detectar humo en la parte superior de la motriz los sistemas antiincendios del propio tren, proveniente de la resistencia de freno al estropearse el ventilador encargado de refrigerarla.

Continuar leyendo «Un conato de incendio en un AVE Madrid-Sevilla provoca el transbordo de 164 viajeros y retrasos en otros tres»

Una ‘botellona’ acaba en un fuego en una oficina del Ayuntamiento

IncendioLas primeras pesquisas apuntan a que el incendio en las oficinas municipales del pabellón de La Madrina pudo ser intencionado · Las llamas prendieron en un sótano donde se guardaban expedientes ciudadanos.El incendio de la Delegación municipal de Medio Ambiente pudo ser provocado por un grupo de jóvenes que realizaban una botellona junto al edificio. A la espera de que los análisis realizados por la Policía Científica lo confirmen de manera oficial en los próximos días, el hecho de que se hallara un contenedor de basura calcinado a unos metros de esta sede municipal y que hubiera múltiples restos de vidrios y botellas en las inmediaciones de la misma ha llevado tanto a los Bomberos como a la Policía a trabajar con la hipótesis de que el fuego pudo ser intencionado. La teoría con la que trabajan los investigadores en estos primeros momentos es que alguien lanzó un objeto incendiario por las ventanas del sótano del pabellón de La Madrina, donde se ubica la delegación de Medio Ambiente, muy cerca del teatro Lope de Vega y de la zona de ocio nocturno conocida popularmente como el Chile por el nombre de un bar cercano.

Continuar leyendo «Una ‘botellona’ acaba en un fuego en una oficina del Ayuntamiento»

Un incendio de pasto y plástico en Camas eleva una gran columna de humo y siembra la alarma

Incendio en CamasUn incendio declarado ayer en el entorno de un cortijo de Camas (Sevilla), donde el fuego está devorando pasto y plástico, ha despertado la alarma en el Aljarafe y la propia capital de la provincia al desencadenar una gran columna de humo, según informaron a Europa Press fuentes del servicio unificado de emergencias 112 de Andalucía.    El incendio fue detectado a las 21,09 horas en un cortijo de Camas próximo al trazado de la autovía SE-30 y ha supuesto la movilización de los bomberos y otros servicios de urgencia.  

Continuar leyendo «Un incendio de pasto y plástico en Camas eleva una gran columna de humo y siembra la alarma»

La identificación por ADN de cuatro de los fallecidos en Benacazón tardará un mínimo de 72 horas

Incendio en pirotecniaLos cadáveres presentan politraumatismo severo y se encuentran «especialmente» afectados por las elevadas temperaturas sufridas.La identificación por ADN de cuatro de los cinco trabajadores fallecidos en la mañana de ayer jueves tras la explosión producida en la mañana en la fábrica de pirotecnia ‘Virgen de las Nieves’, situada a las afueras de la localidad sevillana de Benacazón, tardará un mínimo de 72 horas y se realizará en Madrid.    Según informó la Consejería de Gobernación y Justicia en una nota de prensa, los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla concluyeron a las 12,00 horas de hoy las autopsias realizadas a los cuerpos de cuatro de las cinco personas fallecidas, considerando necesaria la realización de pruebas de ADN para su identificación.  

Continuar leyendo «La identificación por ADN de cuatro de los fallecidos en Benacazón tardará un mínimo de 72 horas»