El derecho a jugar

Se habla constantemente del derecho a la libertad, a la igualdad, al voto, a la intimidad, a la presunción de inocencia, a un juicio justo, a la vida… pero, ¿han oído hablar alguna vez del derecho a jugar? Seguramente no, pero técnicamente existe y está incluido en la Convención sobre los Derechos del Niño que se firmó en la ONU en 1989. Todos sabemos que el aprendizaje de los niños se lleva a cabo principalmente a través de las actividades lúdicas, pero por desgracia, no todos ellos tienen los medios necesarios a su alcance para practicarlas. Y no nos referimos en este caso a los pequeños que viven en la pobreza, que por desgracia, son demasiados, sino a los discapacitados.

Debido a sus dificultades físicas o sensoriales, no pueden disfrutar de todos los juguetes convencionales, ya sean los que se venden en tiendas o los que se encuentran en espacios públicos, pero el Ayuntamiento de Sevilla está poniendo de su parte para facilitar la integración de este colectivo. De esta manera, hace unos días concluyó la instalación de los juegos infantiles adaptados para niños con discapacidad en una zona céntrica y bien comunicada: los Jardines del Cristina. Gracias a la inversión de unos 50.000 euros, este recinto ya cuenta con un columpio, un multijuego y un camión habilitados para los críos más especiales.

Obviamente, estas labores de adecuación no son más que el primer paso del compromiso adquirido por el alcalde con los niños discapacitados y sus padres, y la idea es que, de forma paulatina, la práctica totalidad de los parques de la ciudad vayan adaptándose a sus funcionalidades. ¿Cómo? Pintando los balancines con tonalidades llamativas y aplicando diferentes texturas para todos aquellos que tengan problemas visuales,  colocando letreros en sistema braille, reforzando las medidas de seguridad, etc. En resumen, velando para que el derecho a jugar se cumpla al pie de la letra.

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Invitados a La Cartuja

A Juan Ignacio Zoido se le ha ocurrido una idea para que los dos clubes de fútbol más importantes de la ciudad salden sus deudas con el Ayuntamiento: que disputen algunos partidos oficiales en el Estadio de La Cartuja. Aún no han comenzado las negociaciones propiamente dichas, pero sí ha habido una primera toma de contacto que todas las partes la han calificado como satisfactoria. En cierto modo, están condenados a entenderse, ya que las arcas de Betis y Sevilla no están precisamente boyantes y al Consistorio le interesa reflotar las suyas propias recuperando esos cinco millones de euros cuanto antes, y de camino, revitalizar un escenario que fue catalogado en su día con el distintivo de cinco estrellas.

Gordillo y Del nido El también conocido como Estadio Olímpico fue edificado a finales de la década de los noventa con un coste aproximado de 128 millones de euros y desde entonces a esta parte ha albergado grandes eventos deportivos como el Mundial de Atletismo de 1999, la final de la Copa de la UEFA de 2003, las finales de la Copa del Rey de 1999 y 2001, la final de la Copa Davis de 2004 (repetirá este año) o la Peace Cup. También ha acogido conciertos de referentes musicales como Alejandro Sanz, U2, Héroes del Silencio, Madonna, Bruce Springsteen, etc. Sin embargo, a nadie se le escapa que, desde que el estadio fue diseñado, todos los alcaldes han intentado con mayor o menor convicción el traslado definitivo de los clubes a La Cartuja, fracasando en el intento por el rechazo de las aficiones verdiblanca y blanquirroja a abandonar sus tradicionales feudos.

No obstante, el actual primer edil plantea una solución intermedia que sí parece viable. Obviamente, aún habría que darle forma, pero no sería descabellado que Betis y Sevilla jugasen algún partido como local en La Cartuja en esta misma temporada. Otra opción más remota es la de que pueda disputarse algún derbi allí, aunque hay quienes piensan que ya es hora de desempolvar el Trofeo Ciudad de Sevilla que tanta aceptación popular tenía hace no demasiado tiempo.