El 6 de abril de 1926, el rey Alfonso XIII ‘bautizó’ en Sevilla un puente con su nombre, aunque popularmente siempre se le conoció como Puente de Hierro. Había sido diseñado por el ingeniero José Delgado Brackenbury con motivo de la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929 y pretendía ofrecer una segunda opción para atravesar el río Guadalquivir, ya que por aquel entonces sólo podía hacerse (de manera ‘ordenada’) a través del Puente de Triana. El emplazamiento elegido fue el tramo que conectaba la Avenida de La Raza (hoy Las Razas) con Tablada.
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Las cadenas de la Catedral
Posiblemente, alguna vez se habrán preguntado por qué la Catedral de Sevilla está rodeada de cadenas. No se trata de ninguna medida de seguridad para proteger el edificio, sino de un legado del siglo XVI. Por aquel entonces, existían diferentes órganos de justicia y distintos criterios entre los mismos, de ahí que a cada acusado le interesara ser juzgado en uno u otro. La justicia ordinaria tenía fama de ser la más dura, y por lo tanto, todo el mundo quería esquivarla. Los soldados lo tenían fácil porque podían declarar ante un tribunal militar, y los curas, ante la autoridad eclesiástica, pero el resto de los mortales tenía que buscarse otras artimañas.
La astucia de un rey
No es la primera vez que mencionamos a Pedro I y probablemente tampoco será la última. Como recordarán, en el siglo XIV este rey de Castilla era apodado por sus detractores como ‘El Cruel’ y por sus defensores como ‘El Justiciero’, fiel reflejo de que no dejaba a nadie indiferente. Sus andanzas por Sevilla dieron pie a varias leyendas y la que hoy nos ocupa tiene que ver con un asunto de honor. Una noche, mientras paseaba solo por el centro de la ciudad, se topó con uno de los Guzmanes, familia que apoyaba a su hermano bastardo en la lucha por el trono, y el encuentro fortuito terminó con un choque de espadas. Pedro I acabó con la vida de su oponente, creyendo que nadie le había visto, pero se equivocaba, pues una anciana que miraba por su ventana distinguió perfectamente el chasquido de sus rodillas, conocido problema de nacimiento que le hacía caminar con dificultad.El crimen de las estanqueras
Castro Buenos, apodado el ‘Tarta’ por su tartamudez, Juan Vázquez Pérez y Antonio Pérez Gómez. Los dos primeros fueron detenidos cuando iban en tren hacia Madrid para alistarse en la Legión y el tercero, al parecer, se escondía en un pajar junto al río. Nunca hubo pruebas materiales, pero las más que posibles torturas que recibieron propiciaron la confesión de uno de ellos. Así pues, fueron encarcelados a la espera de un juicio que no tardaría en llegar.Lo que el tiempo no cura
Ahora los medios de comunicación vuelven a darle más cobertura mediática al suceso y los ciudadanos de a pie volvemos a condenar lo que pasó en nuestras conversaciones cotidianas. No obstante, lo verdaderamente triste es que llegará un momento en el que este drama dejará de ser relevante para todos menos para los que conocían y querían a Marta. Eso sí, nadie en su sano juicio lo olvidará ni lo perdonará.Un testigo vio sacar de casa de Miguel un «bulto» sobre una silla de ruedas
Dos vecinos vieron a Carcaño con la silla vacía en el pasillo de su edificio, y otro presenció cómo dos encapuchados trasladaban el bulto y regresaban luego sin nada en la silla. Dos vecinos y el dueño de un bar cercano al piso de Miguel Carcaño en la calle León XIII, donde murió Marta del Castillo, ratificaron ayer ante el juez, con todo lujo de detalles, que vieron esa madrugada la silla de ruedas en la que según la Policía sacaron el cadáver de la joven para deshacerse de él.Continuar leyendo «Un testigo vio sacar de casa de Miguel un «bulto» sobre una silla de ruedas»
Carcaño declara que Samuel Benítez y el ‘Cuco’ se deshicieron del cadáver de Marta
Miguel Carcaño, el asesino confeso de Marta del Castillo, ha asegurado este martes durante la declaración indagatoria prestada ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla que desconoce el paradero del cuerpo de la joven y que fueron Samuel Benítez y el menor conocido como el ‘Cuco’, también imputados en el caso, quienes se deshicieron del cadáver. En su comparecencia ante el juez instructor del caso, Carcaño ha ratificado su última declaración judicial y ha asegurado que propinó un golpe a la joven pero no la violó y que mientras Samuel y el ‘Cuco’ se llevaban el cuerpo él se quedó limpiando el piso de León XIII donde tuvo lugar el crimen.
Carcaño salió del piso de Camas la madrugada en que desapareció el cuerpo, según su ex novia
Durante su declaración como testigo ante el juez de Menores número 1, Alejandro Vián, la menor ha ratificado que el asesino confeso llegó al domicilio de la localidad de Camas sobre las 22,50 horas del día 24 de enero, y que luego «vio como entraba y salía de madrugada» por una ventana de la vivienda ubicada a un metro de la terraza, desde donde era accesible salir a la calle, aunque la menor no ha podido decir las horas concretas en que esto sucedió.Rocío, la menor de Camas que mantuvo una relación sentimental con Miguel Carcaño, el principal acusado por la violación y el asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo la noche del 24 al 25 de enero del año 2009 en una vivienda de la barriada de León XIII, ha confirmado este jueves que el asesino confeso salió y entró de madrugada por la ventana del piso de Camas donde vivían, madrugada en la que los acusados hicieron desaparecer el cuerpo de la víctima.
La abogada de Carcaño le recomienda, si declara, decir dónde está el cuerpo si lo sabe
El principal imputado del caso Marta ya declara como testigo en el juicio contra el Cuco.La abogada de Miguel Carcaño, Paloma Pérez, ha recomendado a su cliente que, si finalmente decide no acogerse a su derecho de no declarar, indique el paradero del cuerpo de Marta del Castillo si es que conoce su paradero.Carcaño, principal imputado en el caso Marta del Castillo, ha llegado a la Audiencia Provincial de Sevilla a las 9:25 horas para prestar declaración como testigo ante el juez de menores que instruye la causa contra el Cuco, el menor de edad implicado en el caso.