Además de mejorar la resistencia a compresión, estas fibras minimizan las fisuraciones y deformaciones por contracción, reducen el tiempo de secado, y aumentan la resistencia del ladrillo a los esfuerzos de flexión.Investigadores de la Universidad de Sevilla, en colaboración con un grupo de la Universidad de Strathclyde (Glasgow, Reino Unido), han desarrollado ladrillos y bloques reforzados con fibras de lana. Con ello han conseguido obtener un compuesto más sostenible, no contaminante, que emplea materiales locales abundantes, y mejora su resistencia mecánicamente. El proyecto ha sido sometido al escrutinio y debate del foro científico internacional mediante diversas comunicaciones y artículos.Los investigadores han analizado el efecto del reforzamiento con lana de oveja en distintos tipos de suelo. Además de mejorar la resistencia a compresión, estas fibras minimizan las fisuraciones y deformaciones por contracción, reducen el tiempo de secado, y aumentan la resistencia del ladrillo a los esfuerzos de flexión.Las fibras de lana se han añadido al material arcilloso del ladrillo, el cual utiliza como conglomerante el alginato, un polímero natural obtenido de las paredes celulares de las algas pardas de la familia de las feofíceas.