Por si alguien lo dudaba, el deporte en nuestra ciudad no se reduce al Betis y al Sevilla. Antes de que se fundaran estos dos clubes de fútbol ya había nacido en Utrera (en 1879) el primer sevillano que compitió en unos Juegos Olímpicos: Leopoldo Sainz de la Maza. Concretamente, lo hizo con el equipo español de polo en las ediciones de Amberes (1920) y París (1924), consiguiendo en Bélgica la medalla de plata. Fue por tanto, el primer medallista de la historia del deporte hispalense. Cabe reseñar que por aquel entonces España no subvencionaba a sus deportistas y que éstos debían asumir todos los costes, es decir, los de la preparación, la inscripción, los desplazamientos, las pernoctaciones, etc., de ahí que los participantes pertenecieran inexorablemente a la aristocracia.

Los dos últimos que consiguieron metales fueron los futbolistas Marchena y José Mari, plata en Sidney tras perder en la final frente a Camerún. Otros excepcionales deportistas de nuestra tierra se quedaron con la miel en los labios y se tuvieron que contentar con los siempre honrosos diplomas, tales como el atleta Francisco Sánchez, los remeros Manuel Vela y José María de Marco, el jinete Luis Astolfi, la piragüista Beatriz Manchón, la regatista Mª Carmen Vaz, el tirador Fernando Medina, la windsurfista Marina Alabau, etcétera. En Londres 2012, como no podía ser de otra forma, también ha habido representación sevillana y ha estado compuesta por Kevin López, Luis Alberto Marco, Antonio Reina, Juan Manuel Díaz y Marina Alabau. De todos los mencionados en este artículo y de otros que no aparecen por cuestiones de espacio podemos sentirnos verdaderamente orgullosos.