Cuenta la leyenda, que en la calle Hernado Colón, cerca de la calle San Francisco, vivía en 1624 un sastre llamado Cosme, con su esposa, de nombre Manuela y que era más joven que él. El artesano, contrató a un joven ayudante, el cual, entró en relación ilícita con la mujer. El joven aprovechaba cualquier excusa, para subir a los aposentos y así tener encuentros íntimos con Manuela. Los encuentros se hicieron tan seguidos, que un día el marido los descubrió. Se enfureció tanto, que se lanzó a la calle gritando y culpando a los adúlteros. En aquella época las leyes eran diferentes y las penas eran más fuertes, por lo que se esperaba que esta historia acabase en desgracia. El marido enfadado se encaminó hacia el Santo Oficio, donde trasladó su queja, y donde impusieron que el castigo sería la muerte para los dos amantes .