La capital de la Navidad

Pocos sevillanos se resisten a pasear por el centro en épocas navideñas. Es más, cuando se visita, cuesta aparcar la tentación de repetir, ya que en un solo día resulta materialmente imposible disfrutar de todo lo que ofrece la ciudad en estas fechas. No en vano, lo que siempre ha estado ahí, como el sinfín de belenes, los puestos de castañas asadas, los dulces de los conventos, la iluminación decorativa, los villancicos, los comercios abiertos de par en par y los ojos encendidos de los niños, sigue estando ahí, pero al margen de todo eso, cada año se van sumando nuevos alicientes que hacen de Sevilla la capital de la Navidad.

Navidad en Sevilla

Podríamos empezar la enumeración nombrando a los camellos, que en esta ocasión se han ‘hospedado’ en la Alameda de Hércules. Allí, acompañados por un tiovivo, ponis y una serie de puestos gastronómicos, dan frecuentes vueltas a la plaza llevando a los más pequeños en volandas. Hasta dicho enclave llega un trenecito que parte desde el Mercado de la Encarnación, donde a su vez crece un gigantesco árbol de Navidad bajo las setas y se encuentra un belén viviente. Asimismo, se han forrado los pivotes de algunas calles y, con un poco de suerte, hasta se pueden hallar muñecos de nieve.

De igual modo, es posible deleitarse con las muestras de artesanía de la Plaza Nueva, la Feria de Belenes en los aledaños de la Catedral, los pasacalles, la música y los talleres del mercado hebreo de la Ronda de Triana y un largo etcétera. Todo ello, sin profundizar en el espectáculo del ‘mapping’, del que ya hablamos en el anterior artículo, y de lo que está por venir, con la Cabalgata de Reyes del día 5 de enero y las posteriores de los barrios como colofón. Ante semejante mosaico navideño a disposición de los autóctonos y de los turistas, no es de extrañar que el Metrocentro se haya visto obligado a suspender algunos de sus trayectos debido a la aglomeración de personas.

La expansión del mantecado

Por si no lo saben, el mantecado se inventó en Sevilla. Concretamente, en Estepa, donde en el siglo XVI empezó a generarse un excedente importante de manteca de cerdo, debido a la enorme cabaña de ganado porcino que pastaba libremente por el vasto encinar. No obstante, muchos árboles fueron arrasados posteriormente por los soldados franceses para que los proscritos no tuvieran dónde esconderse, de ahí que las condiciones del terreno también se volvieran propicias para la plantación de cereales. La abundancia de esos dos ‘ingredientes’ despertó la imaginación de los reposteros locales, quienes empezaron a elaborar novedosos productos gastronómicos. Las tortas, que se vendían tanto a nivel particular como en el convento de Santa Clara, fueron las primeras en ver la luz.

Pero el dulce que marcó el destino de la localidad fue el mantecado. Corría el año 1870 cuando Filomena Micaela Ruiz Téllez, conocida entre sus vecinos como ‘La Colchona’, le dio a su marido, transportista de profesión, unos nuevos bollos para que los vendiera en los mercados de Córdoba. Fue tan grande y repentino el éxito, que en sus sucesivos viajes no daba abasto con los pedidos que le habían realizado. Así las cosas, a la mujer no le quedó más remedio que compartir su receta para recibir ayuda y al cabo de 50 años ya existían 15 fábricas en Estepa que se dedicaban a la comercialización del mantecado.

¿Dónde reside el secreto de semejante aureola? A Filomena se le ocurrió una idea sencilla y brillante al mismo tiempo, que consistía en secar el mantecado antes de envolverlo. De esta forma, el producto conserva durante más tiempo sus propiedades y se muestra rígido por fuera y tierno por dentro. Con los avances tecnológicos de los hornos, esta técnica se perfeccionó con el tiempo hasta obtener como resultado los mantecados que hoy conocemos. En la actualidad se fabrican en distintas ciudades de toda la geografía nacional y se comen en toda España y otras partes del mundo, sobre todo, en el periodo navideño, pero Sevilla puede presumir de haber visto su génesis en su provincia. Eso sí, en Antequera puede que no estén de acuerdo con esta afirmación, ya que en dicho municipio malagueño también están convencidos de que el mantecado nació allí.

El mapping navideño repite

Después de la buena acogida que tuvo el año pasado, el ‘mapping’ volverá a colorear la fachada plateresca del Ayuntamiento de Sevilla desde el 11 de diciembre hasta el 5 de enero. Para quien no la conozca, se trata de una técnica que permite proyectar imágenes (tanto estáticas como en movimiento) sobre todo tipo de superficies, consiguiendo efectos de los denominados 4D realmente vistosos y originales. Además, gracias al sonido envolvente y a otros elementos audiovisuales, como la nieve simulada, se consigue crear una atmósfera muy realista al aire libre, lo cual supone un avance significativo en términos tecnológicos si se compara con lo que se oferta en cines, teatros, parques de atracciones, etcétera.

Sevilla

El nuevo espectáculo, titulado ‘La aventura de la innovación’, dura aproximadamente 13 minutos y pone en relieve la histórica relación entre Sevilla y la ciencia. Todo ello, en un viaje en el tiempo a bordo de un portentoso galeón. Así las cosas, durante la representación hay menciones a los avances en astronomía, cartografía, medicina, botánica y navegación transoceánica que se gestaron en la capital hispalense, gracias al talento de sevillanos ilustres como San Isidoro, Nicolás de Monardes, Antonio de Ulloa, Jerónimo de Chaves, etcétera.

Como no podía ser de otra forma, por las fechas en las que nos encontramos, también se abordarán las tradiciones navideñas a través de un reloj de piedra que anunciará la llegada de la época más esperada del año para los niños y para los que se resisten a dejar de serlos. Como colofón, se emitirá una pieza para conmemorar el XXV Aniversario de la declaración de la Catedral, el Archivo de Indias y los Reales Alcázares como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. La función, que a buen seguro volverá a ser un éxito, podrá presenciarse en la Plaza de San Francisco de lunes a jueves en tres pases (19:00, 20:00 y 21:00 horas) y en cuatro de viernes a domingo (19:00, 20:00, 21:00 y 22:00 horas) hasta el Día de Reyes.

El día de la suerte

Son tantas las ilusiones puestas en cada 22 de diciembre y tan pocas las probabilidades de conseguir uno de los premios importantes, que lo normal es que una vez extraídas todas las bolas del bombo y apagadas las voces de los niños de San Ildefonso, la sensación resultante sea de mala suerte. Sin embargo, con los datos en la mano, Sevilla no tiene demasiados motivos para quejarse, ya que es la tercera ciudad donde más veces (15) ha caído el Gordo, sólo superada por Madrid (73) y Barcelona (38). Obviamente, el número de habitantes tiene mucho que ver en ello, aunque la capital hispalense es la quinta del país en el ránking poblacional.

 

Al margen de 2006, fecha en la que cayó en la provincia, concretamente en Santiponce, los años afortunados fueron 1822, 1839, 1867, 1868, 1873, 1883, 1884, 1946, 1951, 1956, 1961, 1962, 1978, 1992 y 1998. No obstante, en uno de ellos el Gordo deparó tantas alegrías como frustraciones. Fue en 1951, es decir, hace justamente sesenta años, cuando el lotero Miguel Escámez, propietario de dos administraciones en Sevilla, imprimió y vendió más participaciones de las que respaldaban sus décimos, con la mala pata de que uno de sus números fue el más agraciado. Los que habían adquirido las participaciones por una peseta se frotaban las manos por las 7.500 que iban a recibir (un dineral en aquella época), pero nunca llegaron a verlas. El fraude
Lotería de Navidadno tardó en hacerse público y tanto Escámez como sus empleados fueron condenados a prisión, pero los estafados no obtuvieron ninguna contraprestación y se quedaron la miel en los labios.

 

Este año los sevillanos han gastado más de 81 millones de euros en Lotería de Navidad, una cantidad que, sorprendentemente, va incrementándose con el paso de los años a pesar de la crisis económica que azota a España y a buena parte del mundo. Hay quien piensa que la esperanza es inversamente proporcional al nivel adquisitivo, y que por ello, a día de hoy se sueña más con la posibilidad de saldar las deudas de un plumazo que hace una década. Esa fantasía podrán convertirla en realidad los que se hicieron con el número 2.184 en Écija y los que apostaron por el 3.643 en la calle Sierpes, ya que el sorteo de este año les ha asignado un tercer y un quinto premio respectivamente. 

La perenne tradición de visitar belenes

El origen de los belenes se puede situar en la Nochebuena de 1233, día en el que a San Francisco de Asís se le ocurrió representar un pesebre viviente en una cueva de Greccio (Italia) después de haber peregrinado a los lugares sagrados del cristianismo. A partir de entonces, la idea fue extendiéndose por todo el país transalpino y llegó a España en el siglo XVI. En un principio sólo se ilustraba el nacimiento del Niño Jesús, pero poco a poco se fueron cambiando las personas por figuras e introduciendo todos y cada uno de los detalles de la historia, por muy superficiales que pudieran parecer a simple vista. Es precisamente esa minuciosidad a la hora de concebirlos lo que ha convertido a Sevilla en un referente del belenismo.

Es más, los libros dicen que la Catedral de Sevilla fue el lugar en el que se reprodujo por primera vez la iconografía completa, un dato que nos lleva a entender por qué la tradición de visitar belenes está tan arraigada en nuestra ciudad. La costumbre se transmite de generación,y los niños que hoy se deleitan al contemplarlos son los mismos que dentro de unas décadas llevarán a sus hijos a hacer lo propio. Y así, mientras entonan villancicos, les conducirán por las calles del centro de Sevilla para explicarles cómo y dónde se produjo el alumbramiento, enumerarles los visitar belenes sevillaregalos que le hicieron los Reyes Magos, mostrarles la ubicación del clásico caganer y transmitirles un sinfín de conocimientos navideños hasta que los pies digan basta.

La oferta ha sido, es y a buen seguro seguirá siendo bastante amplia. Hoy día se pueden visitar belenes de bella factura como el de la Catedral, el del Arquillo del Ayuntamiento, el napolitano de Cajasol, el del Ateneo, el de El Corte Inglés, el de Círculo Mercantil (en la calle Sierpes), el de la Plaza Virgen de los Reyes, el del Convento de Santa Rosalía (calle Cardenal Espínola)… Y todo ello, sin contar los de muchas hermandades, los que se exponen en la provincia y los que se colocan en las propias casas, algunos de ellos elaborados artesanalmente con una escrupulosidad a la altura de los más populares.

Algo más que una juguetería

Hubo un tiempo no demasiado lejano en el que no había centros comerciales en cada esquina y los pocos que operaban en la ciudad aún no inspiraban confianza a todo el mundo. Tampoco existía Internet, o al menos, no estaba lo suficientemente extendido como para realizar compras a través de él. Y en ese contexto, cuando a un niño se le antojaba un juguete en particular, porque lo había visto anunciar en televisión o en las manos de su amigo, costaba sangre, sudor y lágrimas encontrarlo. Afortunadamente, los padres sabían que en el centro de Sevilla existía una tienda que solucionaba todos esos ‘problemas’ que se daban principalmente en Navidad: Juguetes Osorno.

 

Con más de 40 años de historia, esta juguetería sigue instalada en el mismo sitio, es decir, en la calle San Pablo, y se ha extendido también a la provincia, concretamente, a Tomares y Mairena del Aljarafe. Tiene un mérito enorme que haya sobrevivido con entereza a la invasión de los hipermercados conservando su esencia tradicional y adaptándose a la modernidad, tal y como demuestra su diversificación hacia los muebles de jardines y terrazas. Y es que cuando una tienda tiene como objetivo vender felicidad y además lo hace bien, difícilmente podrá caer en el olvido por mucho que la competencia apriete con sus gigantescos tentáculos.

 

Al fin y al cabo, Osorno es algo más que una juguetería. Evoca momentos muy singulares que se han transmitido de generación en generación y nos hace recordar los coches teledirigidos, scalextric y muñecas con los que jugábamos en nuestra infancia. Sus almacenes son testigos de cómo se le secaban los ojos a miles de niños, en su afán de mantenerlos abiertos sin pestañear para no perderse ni un detalle de aquella fábrica de sueños. Pero la mejor noticia es que podemos hablar de esta tienda usando los verbos en pasado, en presente y en futuro, porque Juguetes Osorno sigue estando vivo y forma parte de la idiosincrasia de Sevilla.

 

Luces que invitan a comprar

Quien haya visitado el centro de Sevilla en los últimos días habrá comprobado de primera mano que la iluminación navideña es muy diferente a la de otros años. Ya no sólo por el diseño, gracias a los novedosos decorativos tridimensionales de mimbre, sino también por el tiempo que ya lleva funcionando (desde el pasado 2 de diciembre) y por el incremento en la cantidad de luces instaladas. Así, de las 65 calles y plazas alumbradas el pasado año se ha pasado a 112, y aunque resulte paradójico, la inversión pública ha sido menor que en anteriores ejercicios. La clave está en que de los 400.000 euros que han sido necesarios para iluminar el casco histórico, 150.000 los ha aportado una empresa (Rendelsur) y otro pico importante ha corrido a cargo de la Asociación de Comerciantes del Centro.

De esta manera, se puede decir sin miedo al error que Sevilla ha recortado su presupuesto para las fiestas navideñas valiéndose de la financiación privada y sin ver mermada la calidad. Las demás ciudades andaluzas, salvo Málaga, también han tenido que apretarse el cinturón, y en algunos municipios se van a producir situaciones singulares, como es el caso de Benalup (Cádiz), donde los tres Reyes Magos tendrán que apiñarse en una sola carroza el día de la cabalgata. En la capital hispalense no se llegará ni mucho menos a ese extremo e incluso habrá algunos estrenos, como es el caso de la iluminación artística que embellecerá a la Giralda el 5 de enero. Además, a partir del Luces Navidad Sevillapróximo viernes 16 de diciembre, se proyectará un gran espectáculo audiovisual sobre la fachada del consistorio en la Plaza de San Francisco.

No cabe la menor duda de que todas estas medidas impulsadas por el Ayuntamiento están encaminadas a revitalizar el comercio del casco antiguo y, de momento, van consiguiendo los objetivos previstos. Tanto es así que los comerciantes estiman que las ventas han aumentado un 35% con respecto al año pasado y esa buena e inesperada noticia en tiempos de crisis se debe al  buen tiempo, a la celebración de la Davis, a las mejoras en el transporte urbano y cómo no, a la llamativa iluminación navideña, que está sirviendo como reclamo para que muchísimos sevillanos tengan un motivo más para acudir al centro y hacer lo que siempre se ha hecho por estas fechas: ver belenes, visitar iglesias, comer castañas asadas, y sobre todo, comprar regalos para los seres queridos.

Isla Mágica se engalana para la Navidad

El parque temático de Sevilla cambiará su aspecto durante la temporada navideña para atraer a más de 60.000 visitantes. Al menos, ese es el objetivo que se han marcado sus responsables,  conscientes de que tenían que preparar algo especial la época del año más entrañable. Así las cosas, Isla Mágica abrirá sus puertas este sábado 3 de diciembre con importantes novedades en todos los ámbitos. La más llamativa quizás es la incorporación de nieve artificial para simular el fenómeno meteorológico menos visto en nuestra ciudad, pero las sorpresas no terminan ahí.

 

 
La oferta se adaptará a todos los públicos. Por ejemplo, los que viven la Navidad de forma tradicional podrán entregar sus cartas al Cartero Real, seguir los pasacalles de los Reyes Magos y recrearse con los belenes. Por el contrario, los que son más partidarios de la cultura anglosajona siempre tendrán la posibilidad de dialogar con Papá Noel sobre su fábrica de regalos. Asimismo, los amantes del séptimo arte podrán visionar hasta cuatro películas en el Cine Dimensión 4, donde se pondrá percibir el viento, los olores  e incluso el movimiento de los personajes hacia las butacas. Sin duda, una experiencia única.

 

 
También el paladar se adaptará al típico sabor navideño, ya que habrá puestos de castañas asadas, buñuelos, chocolates y otros dulces. Y el que quiera seguir disfrutando de emociones fuertes y de lo que siempre ha caracterizado a Isla Mágica, tendrá a su alcance 23 atracciones mecánicas (incluyendo los karts) y más de 30 espectáculos (teatrales, musicales y audiovisuales). Aunque cueste creerlo, el frío o la lluvia no deberían disuadir a nadie, puesto que muchas zonas del recinto estarán cubiertas y acondicionadas para tal efecto. Y por si fuera poco, las entradas serán un 25% más baratas que en la temporada alta. Así pues, quien quiera pasar un día repleto de diversión navideña, no tendrá excusas para hacerlo hasta el 8 de enero en horario 12:00 a 19:30 horas.

 

El metro refuerza su servicio para este miércoles, con frecuencia de paso inferior a 5 minutos de 15.30 a 22.00

metro  La frecuencia de paso será de entre cinco y seis minutos en los periodos comprendidos entre las 13,30 y las 15,30 horas y de 22,00 a 23,00 horas, según Ferrocarriles Andaluces, que también ha dado cuenta del refuerzo del personal de atención al viajero y del personal de seguridad.Metro de Sevilla reforzará este miércoles, dentro del Plan Especial de Navidad, su servicio con motivo de la Cabalgata de Reyes de 2011, con una frecuencia de paso de sus vagones inferior a cinco minutos en el tramo horario que va de 15,30 a 22,00 horas, coincidiendo con las horas de recorrido del cortejo.

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