Conseguir el sello de cada uno de los 120 pabellones que participaron en la Expo 92 se convirtió en uno de los grandes alicientes de la muestra.
Obviamente, unos eran más atractivos que otros, pero el reto consistía en visitarlos todos sin excepción y rellenar hasta la última página del pasaporte.

Como no podía ser de otro modo, el destino de aquellos entrañables edificios fue dispar. De hecho, sólo la mitad sigue en pie.
Dentro de los que han sobrevivido, muchos fueron reformados y gozan de un excelente estado de salud, mientras que unos pocos siguen abandonados a la espera de darles una utilidad. Y dentro de los que se esfumaron, seis continúan vivos… lejos de Sevilla.
Tal como lo leen. Una vez desmontados, algunas naciones y regiones decidieron darle una segunda oportunidad en sus lugares de origen y trasladaron su estructura.
Es el caso, por ejemplo, del pabellón de Galicia, que ha sido sede de una sociedad turística de la Xunta durante estos últimos años, aunque próximamente tendrá otro uso público.
Por su parte, el pabellón de Asturias es hoy el Museo del Pueblo de Asturias, que acoge numerosas exposiciones y está situado en Gijón, mientras que el de Aragón se mudó a la orilla del Ebro para convertirse en la sede de la Confederación de Empresarios de Aragón.
Si cruzamos la frontera española, también podemos encontrar reductos de la Expo 92.
En la localidad de Grythyttan (Orebro) reside el mítico pabellón de Suecia, que ahora es la Escuela Superior de Restauración de dicho país.
Sus ‘vecinos’ daneses hicieron lo propio y repatriaron su pabellón, aunque en su caso terminaron vendiéndolo a Japón, donde aún puede contemplarse en la ciudad de Kyotanba, tal y como se recordaba recientemente en un artículo publicado en ABC.
Por último, hay que mencionar al Pabellón del Reino Unido, que, si bien no puede visitarse, permanece almacenado en unos contenedores mientras se aprueba su transformación en un centro comercial.
Desde hace aproximadamente dos años viene gestándose un gran proyecto para la ciudad de Sevilla. Su nombre, ‘Sevilla Park Arena’, hará referencia al palacio multiusos más grande de Europa, el cual será levantado junto al Puente de las Delicias y el cuartel de Tablada. Tendrá un aforo para 21.000 espectadores y acogerá a partir del último trimestre de 2015 las giras de las grandes estrellas de la música nacional e internacional. De hecho, ya se especula con la posibilidad de que las estadounidenses Lady Gaga y Beyoncé sean las que inauguren el nuevo recinto.
El Pabellón de la Navegación, situado en el número 2 del Camino de los Descubrimientos (Isla de la Cartuja), está acogiendo desde el pasado 21 de diciembre una muestra itinerante titulada ‘El tesoro de los faraones’, la cual recrea de forma fidedigna el esplendoroso Templo de Abu Simbel (Nubia, Egipto). Este histórico edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979, data del siglo XIII antes de Cristo y fue construido durante el reinado de Ramsés II para conmemorar la victoria en la batalla de Qadesh contra los hititas, hacer una ostentación de poder y reforzar la influencia de la religión egipcia en la región.
conseguido recrear sus interiores con una precisión milimétrica y poner al alcance del público reliquias tan interesantes como la lista de pasajeros completa, dos cartas escritas del puño y letra del primer oficial, un fragmento de la escalinata, un trozo de carbón extraído de la sala de calderas, etcétera. Además, se podrán recorrer los pomposos pasillos, visitar los camarotes y apreciar las diferencias entre los de primera clase y los de tercera, e incluso tocar un iceberg con los dedos de la mano.
Según cuenta la leyenda, con la llegada del invierno se hacía muy difícil atrapar a los animales en las proximidades del río, por lo que Don Fadrique ordenó construir una torre para que hiciera las veces de pabellón de caza… y de nido de amor. El edificio generó muchas suspicacias desde el primer momento, pero el Infante se defendió argumentando que iba a servir para repeler los hipotéticos ataques de los musulmanes, algo incoherente teniendo en cuenta que se había levantado ‘intramuros’. La relación entre los dos jóvenes era ‘vox populi’ y no fue bien acogida ni en la nobleza ni en el pueblo llano. Tanto es así que, con motivo de la celebración de su onomástica, Juana envió 200 invitaciones y nadie acudió al banquete. La situación se volvió insostenible y la reina se vio obligada a partir hacia Francia con sus hijos en una falúa, mientras que Don Fadrique fue ajusticiado en Burgos por orden de su hermano, Alfonso X de Castilla, tras haber ofendido el decoro real.