El 14 de abril de 1931, día en el que se instauró la II República, Diego Martínez Barrios (a él le gustaba apellidarse Barrio, sin la ese final) se encontraba exiliado en Francia y se llevó una gran alegría. Tanto, que tardó sólo un mes en regresar a España para ponerse al frente del Ministro de Comunicaciones. Dos años más tarde se le fue encargada la tarea de organizar las elecciones, ya que era probablemente el hombre más moderado del gobierno y el más respetado por sus adversarios políticos. Buena prueba de ello es que aprobó la fundación de la Falange Española y apaciguó algunos levantamientos anarquistas.
Posteriormente fue la mano derecha del presidente Guillermo Lerroux, aunque los pactos de éste con la CEDA (una coalición de partidos católicos de derechas) le hicieron alejarse de él, hasta el punto de fundar un nuevo partido, el Partido Radical Demócrata, el cual terminaría adhiriéndose a la Unión Republicana, y más tarde, al Frente Popular. Una vez en esta formación, ejerció como presidente interino de la República desde el 7 de abril al 10 de mayo, sustituyendo a Alcalá Zamora, que había sido destituido cuando el clima de preguerra era ya más que evidente. Con todo, Azaña aún creía en el milagro y le pidió que intentara formar un gobierno de conciliación que calmara a todos los bandos.
Martínez Barrio llegó a telefonear a líderes políticos y jefes militares para detener la contienda, llegando a convencer a algunos, pero pronto se dio cuenta de que no podía evitar lo inevitable y presentó su dimisión. Pese a todo, durante el intercambio de balas se mantuvo al lado de Azaña como fiel consejero hasta la caída de la República, cuando huyó a Francia, donde terminaría muriendo en 1962. Como Adolfo Suárez, terminó teniendo más aliados fuera de su partido que dentro de él. Al fin y al cabo, y aunque parezca contradictorio, terminó siendo un radical de centro que comprendía (no confundir con compartir) las ideas de todos. “Un partidorepublicano, en cuanto instrumento de la democracia libre, tiene por misión ser freno para las impaciencias de la izquierda y acicate para el inmovilismo de la derecha”, dijo en una de sus últimas intervenciones públicas.
El hijo de un albañil y de una vendedora de mercado puede llegar a ser el Presidente del Gobierno de un país. Incluso habiendo nacido en España y en una fecha tan lejana como 1883. Lo demostró Diego Martínez Barrio, un sevillano de pura cepa al que la vida no se lo puso fácil. No en vano, a los once años perdió a su madre y se vio obligado a trabajar, primero como aprendiz de panadero y luego como tipógrafo en una imprenta, de donde absorbió su interés por la lectura. “Mi infancia no conoció otras alegrías que las inevitables de la edad, entreveradas con escaseces que, después de la muerte de mi madre, se convirtieron en miserias”, escribió en sus memorias.
Después de más de 35 años bajo el yugo del franquismo, Luis Uruñuela Fernández se convirtió en el primer alcalde electo de Sevilla el 21 de abril de 1979. No fue un día como otro cualquiera en la ciudad, ya que, salvo los más viejos del lugar, nadie había tenido la oportunidad de ejercer su derecho a voto en unas elecciones municipales. Bien es cierto que las generales se habían celebrado dos años antes (ganó Adolfo Suárez), pero para encontrar un antecedente de comicios locales había que remontarse a 1933 y desde entonces había llovido mucho. El recuento dio nueve concejales a la Unión de Centro Democrático (UCD), ocho al Partido Andalucista (entonces PSA), ocho al Partido Socialista (PSOE) y seis al Partido Comunista (PCE).
Corría el año 1999 cuando Alejandro Rojas Marcos, entonces líder del Partido Andalucista, sorprendió a propios y extraños incluyendo en su programa electoral la construcción de una playa en San Jerónimo. No fue un globo sonda. De hecho, le encargó al ingeniero José Luis Manzanares Japón que transformara el viejo anhelo de los sevillanos en algo que pudiese convertirse en realidad. De esta manera, vio la luz un boceto que destacaba las bondades de un paraje que tendría 60.000 metros cúbicos de arenas, oleaje artificial, capacidad para 2.000 personas y sobre todo, chiringuitos, ya que según el ex alcalde, éstos iban a rentabilizar la inversión presupuestada: 566 millones de las antiguas pesetas.
El técnico sevillista tiene claro cuál es la hoja de ruta para tener éxito en el Bernbéu: adelantarse en el marcador.El Sevilla Fc se enfrenta esta noche a las 22.00 horas al Real Madrid en el partido de vuelta de semifinales de Copa del Rey en el estadio Santiago Bernabéu.Gregorio Manzano, entrenador del equipo sevillista, tiene claro cuál es la hoja de ruta para tener éxito en el Bernbéu. Según informa el club en su página web, casi todas sus cuentas, como así indicó este martes en sala de prensa, pasan porque los suyos se adelanten y generen ciertos nervios en un rival que en Liga no pasa por su mejor momento. Preguntado por cómo puede afectar la derrota del pasado fin de semana en Pamplona a los blancos, Manzano indicó que «puede tener una doble lectura. Si todo el mundo está opinando que el Madrid ha perdido el tren de la Liga, que yo no estoy de acuerdo, pero si esa idea ha calado en el vestuario, saben que hay dos títulos, Copa y Champions, que intentarán ganarlos.
El presidente del Sevilla dijo que la jugada polémica «fue gol», ya que, sostiene, «así lo demuestran las cámaras». «El botellazo no puede empañar la actitud de la afición», dijo. El presidente del Sevilla, José María del Nido, aplacó la polémica surgida antes y después del encuentro. «Las relaciones con el Real Madrid son magníficas. La afición del Sevilla se ha comportado espectacularmente, ha animado sin parar en todo momento», expuso el dirigente, para quien el lanzamiento de una botella de agua a Iker Casillas «no puede empañar el comportamiento de nuestra afición». Sobre el encuentro, el jurista comentó que el partido se disputó «de poder a poder, con ocasiones en ambos lados».
Este Sevilla, sin duda, está más que capacitado para derrotar al Madrid, por bueno que sea el momento de forma de los blancos.Quedan sólo dos días para la ida de la semifinal copera del Sevilla FC ante el Real Madrid, una eliminatoria complicada, un reto verdaderamente difícil de abordar, pero al fin y al cabo un objetivo posible si se tienen en cuenta las grandes gestas que ha logrado este Sevilla.El Sevilla FC ha realizado un video donde se muestra la consecución de la Supercopa de Europa ante el FC Barcelona en 2006 o la victoria en la Copa del año pasado, en una final en la que pocos contaban con las posibilidades de los andaluces.
El Betis llegó a hacer soñar a su hinchada con una remontada imposible: se puso 2-0 muy pronto y pudo marcar el 3-0 a los quince minutos. El Betis tuvo el honor de acabar con la mejor racha de la historia del mejor equipo de fútbol de la historia, este inigualable FC Barcelona en el que Pep Guardiola no se atrevió a prescindir ni un minuto de su estrella más rutilante, un Leo Messi que, como en la ida, disputó ayer el partido completo pese a estar con fiebre en las vísperas y sin cuyo concurso –ha marcado cuatro de los seis goles de su equipo en la eliminatoria– los azulgrana estarían ahora mismo mirando pa Gelves.