Más seguridad para los turistas

TuristasSiempre que viajamos al extranjero tenemos cierta intranquilidad por el mero hecho de estar en un sitio desconocido. La mayoría de las veces no es más que una sensación que no llega a transformarse en realidad, pero no cabe duda de que la posibilidad de desorientarnos en las calles, ser estafados por un pícaro vendedor o sufrir un robo en un momento de descuido, por remotas que sean, siempre están presentes. A los foráneos les ocurre lo mismo cuando visitan Sevilla y el Ayuntamiento quiere que esos temores no sean mínimos, sino inexistentes, de ahí que haya puesto en marcha un proyecto para reforzar la seguridad destinada a los turistas internacionales.

Dicho proyecto ha sido bautizado como ‘Servicio de Atención al Turista Extranjero’ y su sede estará situada en un lugar estratégico a la par que privilegiado: el Patio de Banderas. Esta nueva comisaría tiene como misión principal atender las reclamaciones de quienes visitan Sevilla, desde denunciar hurtos o anular tarjetas de crédito hasta contactar con los consulados o familiares del país de procedencia en el caso de que fuera necesario. La inauguración de las dependencias tuvo lugar la semana pasada y corrió a cargo del alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, y del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

El edificio, que es propiedad del Estado y ha sido rehabilitado para ser compartido por la Policía Local y la Policía Nacional, ya operó como comisaría del distrito Centro hace una década cuando se clausuraron las instalaciones de La Gavidia y aún no estaban construidas las de La Alameda. Prestará servicio los 365 días del año de 8:00 a 22:00 horas y pretende poner un estrecho cerco a los carteristas y delincuentes que se aprovechan del ensimismamiento que provoca la belleza de Sevilla en los extranjeros. Con todo, cabe reseñar que España es el tercer país más seguro de Europa y Sevilla está en la parte alta de la clasificación nacional.  

Más luz para el Alcázar

alcazarsevillaDesde hace unos días existe un motivo adicional para visitar el Real Alcázar, el monumento más concurrido de Sevilla. El reclamo no es otro que un nuevo sistema de iluminación artificial que conseguirá realzar su belleza en ausencia del sol, gracias a una inversión de 290.000 euros que ha corrido a cargo de la Fundación Sevillana Endesa.  De esta manera, las tres principales estancias del conjunto arquitectónico, la fachada del Palacio del Rey Don Pedro, el Patio de las Doncellas y la Fachada del Patio de Banderas, brillarán más que nunca a los ojos de sevillanos y turistas en horario nocturno.

Lejos de suponer un gasto adicional para el Ayuntamiento, este proyecto supondrá un ahorro de energía del 75%, que en términos económicos se traducirá en un 17% menos de consumo eléctrico con respecto al sistema que venía utilizándose. Otra de las particularidades de la novedosa iluminación es que se adaptará a los distintos espectáculos que se realicen en el interior del Alcázar, así como a las condiciones meteorológicas, por lo que hablamos de una técnica ‘camaleónica’ capaz de graduar la intensidad, el colorido, la intermitencia, etc.

En cuanto a cantidades concretas, hay que reseñar que se han instalado un total de 126 proyectores de alta eficiencia basados en la tecnología led. Para que nos hagamos una idea, el coste global de una hora de encendido será de aproximadamente de un euro.  Sin duda alguna, el flamante alumbrado artístico hará más atractivo si cabe al Alcázar, un monumento que recibió nada más y nada menos que 1.200.000 visitas el pasado año, dejando en las arcas municipales la importantísima cifra de 6.800.000 euros.  

Santa Cruz: un laberinto idílico

Si hay un barrio que puede resumir por sí solo la esencia de Sevilla, ese es el de Santa Cruz. Adentrarse en él te permite darles un capricho a los cinco sentidos divisando sus casas encaladas, oliendo el aroma del azahar que desprenden sus patios, palpando la estrechez de sus calles, oyendo el murmullo de sus fuentes y saboreando las tapas sevillanas más típicas en sus restaurantes. Al margen de todo eso, tiene algo intangible, abstracto e indescriptible que le convierte en uno de los lugares preferidos de la ciudad tanto para los turistas como para los autóctonos. Para saber exactamente qué es, hay que presenciarlo ‘in situ’ forzosamente.

Su origen histórico se remonta a la antigua Judería que se asentó en Sevilla en el siglo XIII, justo después de la conquista liderada por Fernando III de Castilla. Los judíos le dieron lustre y forma a la zona hasta 1483, año en el que fueron expulsados por decreto real. A partir de entonces, el barrio de Santa Cruz entró en una pronunciada decadencia por su desuso. Por suerte, en el siglo XIX se decidió rehabilitar el barrio y gracias a esta determinación, la mayor parte de su fisonomía original ha llegado a nuestros días. Su nombre proviene de la parroquia de Santa Cruz, que antiguamente estaba situada en la Plaza de Santa Cruz, aunque posteriormente se trasladó a su emplazamiento actual: la calle Mateos Gago.

Dentro de su laberinto de angostas vías y pequeñas plazas podemos disfrutar de frescura incluso en los días de sol abrasador y encontrar rincones tan bellos como los Jardines de Murillo o el Patio de Banderas. Asimismo, según cuentan distintas leyendas, en este barrio nacieron Don Juan Tenorio y su amor imposible, Doña Inés de Ulloa, y también se intentó llevar a cabo un complot para que la ciudad pasase a manos de los judíos, relato fantástico que tiene como protagonista a la Susona y del que ya hablaremos en otro momento. En resumen, Santa Cruz es un lugar fascinante que no deja a nadie indiferente y la mejor opción para quien quiere perderse durante unas horas sin ser encontrado.

Barrio de Santa Cruz

El Barrio de Santa Cruz es uno de los barrios más importantes y populares de Sevilla.
Ubicado en el centro de la ciudad está lleno de casas encaladas, señoriales, palacios familiares, humildes patios repletos de flores y sobre todo, leyendas, duelos, amoríos y recuerdos, encanto y belleza.

Tiene su origen en la antigua Judería sevillana, cuando el rey Fernando III de Castilla conquista la ciudad, se concentró en Sevilla la segunda comunidad judía más importante de España, tras la de Toledo.

Tras la expulsión de los judíos en 1483, el barrio que ocupaba lo que es el Barrio de Santa Cruz y San Bartolomé, cayó en picado, hasta que a principios del siglo XIX decidieron la reurbanización del barrio, siendo su estado el actual gracias a esa iniciativa.

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