Curro: el pájaro más entrañable

Han pasado casi 20 años desde la Exposición Universal de Sevilla, pero hay recuerdos que no se esfuman con el paso del tiempo. Es más, algunos se hacen incluso más poderosos y sólidos conforme parecen más lejanos, y uno de ellos es el de la imagen de Curro. Aquel pájaro con patas de elefante, cresta multicolor y prolongado pico con las mismas tonalidades que hacían referencia a cada uno de los cinco continentes, caló muy hondo entre los sevillanos. Sí, era un ser inanimado, un boceto plasmado en millones de papeles, carteles y souvenirs, pero se hizo tan popular dentro y fuera de la ciudad, que llegó a cobrar vida propia.

Curro fue creado por el checo Heinz Edelmann, que fue el ganador del concurso de mascotas que se realizó en 1989, quedando por delante de otros 23 diseños, entre ellos, los de los  reputados dibujantes españoles Antonio Mingote y Miguel Calatayud. Su elección no estuvo exenta de polémica, sobre todo, por el nombre que escogió la organización, ya que según Mingote, ése era el que había propuesto él para su figura, que era un angelito con gafas y gorra. Hubo gente que creyó que los extranjeros tendrían problemas para pronunciar el nombre de ‘Curro’ y por eso se barajaron también los de Cristóbal y Pepe, pero finalmente la Curro. Expo 92simplicidad y la simpatía del diminutivo de Francisco terminaron triunfando.

Los niños, los adultos y los mayores adoraban a Curro, así que desde estas líneas me veo obligado a hacer unas cuantas preguntas. ¿Se ha valorado lo suficiente lo que hizo Curro, sobre todo en términos promocionales? ¿Merece un reconocimiento en forma de calle, estatua o algo por el estilo? ¿Tendría sentido recuperar su imagen para impulsar algo de optimismo en estos momentos de crisis, o es mejor que quede asociada para siempre a aquel acontecimiento? Las respuestas, como su cresta y su pico, serán de todos los colores.

Un redoble por ‘El Peregil’

El nombre completo de José María Pérez Blanco sólo aparecía en su DNI, ya que todo el mundo le conocía como Pepe ‘El Peregil’. Falleció el pasado viernes tras una larga enfermedad, dejando apesadumbrados a todos los que le conocían personalmente y a los que le admiraban profesionalmente. El 28 de febrero de 2012 iba a ser nombrado hijo predilecto de Manzanilla (Huelva), así que no tuvo tiempo de recibir la distinción de su pueblo natal, aunque a decir verdad, fue en Sevilla donde pasó la mayor parte de su vida. De hecho, en 2009 fue galardonado con la Medalla de Oro de Sevilla y amaba tanto la ciudad, que nadie puede poner en duda que era un sevillano de pura cepa, y para más señas, bético hasta la médula.

Empezó a darse a conocer dentro del mundo musical a los 25 años de edad tras ganar un popular concurso de radio y con el paso de los años demostró con creces que era un artista tremendamente polifacético. Lo mismo brillaba con el flamenco, que cantando villancicos, sevillanas o saetas. Este último registro le ligó mucho a la Semana Santa y no es ninguna casualidad que fuera hermano de las cofradías de La Cena, El Museo, La Exaltación y El Rocío. Su personalidad abierta, dicharachera y alegre también le permitió destacar en el arte del humor e incluso llegó a editar un libro de esta temática en 2003, titulado ‘Ocurrencias de Pepe Peregil’. Su ‘modus operandi’ consistía en apuntar en un cuaderno los chistes que escuchaba en su bar y luego narrarlos a su manera con un estilo muy peculiar.

Y es que no hay que olvidar que ‘El Peregil’ pasó prácticamente más tiempo detrás de la barra que encima de los escenarios. Regentaba la taberna Quitapesares, en la plaza Padre Jerónimo de Córdoba, junto a Santa Catalina, un barrio en el que se sentía como pez en el agua. Allí prosperó como hostelero, creando un ambiente inimitable dentro de sus paredes y atrayendo a los personajes más singulares de la ciudad. Con su fallecimiento se va un pequeño trozo de Sevilla al cielo, aunque los que siguen en el mundo terrenal le recordarán con descripciones como la que hizo el periodista Joaquín Arbide: “Hablar con él era estar en una carcajada continua. Era un hombre extrovertido, muy abierto, sencillo, muy primitivo en el mejor sentido del término, sin dobleces, educado, amigo de sus amigos…”.

22º Fotografía Feria de Abril de Sevilla: Gitanillo de Triana – Pepe Luis Vazquez

Fotografías en 360 grados Pepe Luis VazquezFotografía en 360 grados en el real de la feria de Abril. Calle Gitanillo de Triana – Pepe Luis Vazquez 

 

 

Feria de Abril: Calle Gitanillo de Triana – Pepe Luis Vazquez

 

14º Fotografía Feria de Abril de Sevilla: Pascual Marquez con Pepe Luis

Feria de Abril de SevillaFotografía en 360 grados en el real de la feria de Abril. Calle Pascual Marquez con Pepe Luis Vazquez 

 

 

Feria de Abril: Pascual Marquez – Pepe Luis Vazquez