El Ayuntamiento de Sevilla aprobó el pasado viernes 7 de febrero una modificación del reglamento de Tussam, el cual estaba vigente desde el año 2008. La nueva normativa, que ha tenido en cuenta algunas de las sugerencias de los usuarios, afecta principalmente a los padres que tienen niños pequeños, y tiene un carácter más flexible. No en vano, cada autobús podrá transportar tres carritos de bebé desplegados, cuando hasta ahora el límite era de uno por vehículo. De igual modo, las sillas para gemelos, que estaban terminantemente prohibidas, podrán ser subidas a los autobuses sin problemas.
Eso sí, todos y cada uno de los carritos y portabebés deberán poseer sus correspondientes arnés y demás mecanismos de seguridad. De igual modo, deberán ser colocados forzosamente en la ubicación habilitada para tal efecto, situada en el centro de la plataforma. Asimismo, durante el trayecto será obligatorio activar el bloqueo de ruedas para evitar desplazamientos innecesarios a la par que peligrosos.
Por otro lado, las personas que se consideran inseparables de sus animales de compañía también están de enhorabuena, ya que de ahora en adelante podrán viajar con ellos siempre y cuando cumplan determinados requisitos. Éstos tienen que ver con el tamaño de las mascotas, que tendrán que ser pequeños, y al método de transporte, pues sólo podrán acceder al interior en jaulas o contenedores especializados con unas dimensiones máximas. Finalmente, la reforma otorgará al personal de Tussam la potestad de retirar a los a los pasajeros la tarjeta de viaje si aprecia indicios de falsificación o uso fraudulento.
Los estudios realizados por sindicatos sanitarios en los dos años anteriores elevan a más de un 20% los puestos asistenciales que dejan de funcionar en julio y agosto.El SAS tiene previsto cerrar este verano el 11,65% de las camas hospitalarias disponibles en Sevilla y la provincia, lo que supone que alrededor de 376 puestos asistenciales dejarán de estar operativos durante el periodo vacacional, un dato que contrasta con los estudios arrojados durante los últimos dos años por las centrales sindicales sanitarias, que elevan a más del 20% el número de camas que se suelen clausurar en la ciudad. En el verano de 2009, el sindicato de Enfermería contó hasta 632 camas cerradas en los hospitales Virgen Macarena, Valme y Virgen del Rocío (de 2.810 camas se pasó a 2.178), lo que supuso un 22,5% de puestos asistenciales menos. Y en 2008 hasta 709 camas permanecieron inoperativas durante el verano.