Originariamente, la Hermandad del Baratillo sólo ponía un paso en la calle: el de la Virgen de la Piedad con el Cristo
de la Misericordia en su regazo, tallas ambas del escultor sevillano Emilio Pizarro de la Cruz. Con el transcurso de los años se fueron incorporando las figuras de San Juan, María Magdalena y los Santos Varones, pero llegó un momento en el que los hermanos sintieron la necesidad de contar también con otro paso que estuviera presidido por una imagen mariana. Este deseo se hizo realidad a partir de la Semana Santa de 1926, aunque existen distintas teorías para explicar lo sucedido en los primeros años.
Una versión asegura que durante un tiempo la Virgen de la Piedad dejó su lugar a María Magdalena en el misterio y fue trasladada al paso de palio, mientras que otras fuentes señalan que la que se mecía entre los varales era otra virgen, concretamente, la primera que realizó el entonces adolescente José Rodríguez Fernández-Andes. En cualquier caso, lo que está fuera de toda duda es que, cinco años después, en 1931, este mismo autor concluyó la Virgen de la Caridad que hoy conocemos, la cual, durante un periodo breve, adoptó la advocación de Soledad. Su belleza, que está fuera de toda duda y se distingue de las demás por la frontalidad de su rostro, sus cejas fruncidas y sus labios entreabiertos, encandiló desde el primer momento a todo El Arenal.
Y no hablamos de un barrio cualquiera, sino de uno de los de más solera de nuestra ciudad. No en vano, tiene una ubicación privilegiada, a medio camino entre Triana y el centro histórico y cerca de todo lo que huele a sevillanía. Precisamente su proximidad a la Real Maestranza de Caballería ha establecido un fuerte vínculo entre la hermandad y los toreros, aunque artistas de otros campos también han sentido la tentación de acercarse a la Hermandad del Baratillo ‘motu proprio’. Uno de ellos, Paco Lola, miembro del grupo Albahaca, adaptó una de sus canciones como marcha procesional y fue así como vio la luz ‘Caridad del Guadalquivir’, una de las composiciones más exitosas de los últimos tiempos, la cual se ha ganado formar parte de la banda sonora de nuestra Semana Santa.
nombrada Madre general de la compañía el 11 de febrero de 1977. Ya por aquel entonces todo el mundo la conocía como Madre María de la Purísima.
Dispondrá de un novedoso sistema de calefacción por suelo radiante. Por tener hasta dispondrá de un novedoso sistema de calefacción por «suelo radiante». Tras siete meses de intensas obras en el número 13 de la calle Adriano, la capilla de la Piedad, sede de la hermandad del Baratillo desde 1963, reabrirá de nuevo sus puertas el próximo martes, día 15, con una ceremonia de bendición y restablecimiento al culto que será presidida por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo.El proceso de restauración integral de esta capilla del siglo XVII, que ha llevado a cabo la empresa Bellido Construcción y Restauración, ha abarcado desde la consolidación de sus elementos estructurales (cimentación y cubierta), hasta la reparación de yeserías, cornisas y carpinterías, la limpieza y consolidación de los retablos, así como la sustitución de todas las instalaciones ya obsoletas.A decir del hermano mayor del Baratillo, Ignacio Pérez Franco, el resultado de estos trabajos es «una capilla que, conservando en su mayor parte la fisonomía y el sabor que han conocido las generaciones más recientes de baratilleros, se encuentra en disposición de afrontar, en las debidas condiciones de seguridad, ornato y comodidad, los próximos siglos».
El arzobispo Asenjo destaca el profundo significado teológico del rito al coronar a la Virgen de Regla y agradece a la hermandad su participación en el Congreso Mundial de la Juventud.