Nuestra particular Altamira

La cueva de Altamira, situada en el municipio santanderino de Santillana del Mar, es famosa por albergar las pinturas más antiguas de España. Algunas tienen nada más y nada menos que 33.000 años de existencia y son imprescindibles para entender la Prehistoria, o lo que es lo mismo, el origen más remoto de la especie humana. Dado que Cantabria nos ‘pilla’ un poco lejos, hoy vamos a hablar del sitio más parecido que podemos hallar en nuestra tierra. Hilando fino, podríamos decir que, si limitásemos el perímetro a Sevilla y su provincia, el equivalente a Altamira lo encontraríamos en la Sierra Norte de Sevilla, y más concretamente, en el municipio de Almadén de la Plata, ubicado a 70 kilómetros de la capital hispalense.

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Un genio apellidado Murillo (II)

Si Murillo está considerado como uno de los mayores exponentes del Barroco español se debe, en gran parte, a la llegada de Francisco de Herrera ‘El Mozo’ a Sevilla en 1655. Podría decirse que fue él quien trajo este movimiento artístico a nuestro país tras haberlo estudiado detenidamente en Italia, donde pasó varios años de su vida. Y una vez en la capital hispalense, pintó varias obras que impresionaron a Murillo, creando en el artista sevillano la necesidad de aprender las últimas tendencias del momento. No es de extrañar, por tanto, que a partir de entonces Murillo abriera su mente de par en par e iniciara una nueva etapa marcada por sus frecuentes viajes y sus acercamientos a otros autores. Y en este sentido, el holandés Anton Van Dyck fue uno de sus grandes referentes, sobre todo en lo que a retratos se refiere.

Una vez que tomó nota de lo mejor de cada uno, Murillo desarrolló un estilo propio, heterogéneo e inimitable, si bien muchos autores posteriores quisieron imitarle. Eso sí, sin éxito. Ya en vida gozó de una excelente reputación, pero fue tras su muerte (Cádiz, 1682) cuando su legado cobró más relevancia si cabe, de ahí que los principales museos de Europa se emplearan a fondo para conseguir o retener sus más preciadas obras. Ahora Murillo vuelve a estar en el candelero porque Sevilla quiere conmemorar por todo lo alto el cuarto centenario de su nacimiento.

Está previsto que entre septiembre de 2017 y junio de 2018 se ponga en marcha una serie de actos “con vocación universal”, según afirmó recientemente el alcalde Juan Ignacio Zoido. En concreto, se realizarán nueve exposiciones, talleres de investigación, un simposio internacional, actuaciones musicales… convirtiéndose el Museo de Bellas Artes en la sede central del evento, pero ni mucho menos en la única. De hecho, está confirmado que el Alcázar, el Palacio Arzobispal y el Convento de Santa Clara también acogerán algunas de las muestras. Si las previsiones se cumplen, el ‘año Murillo’ puede convertirse en el acontecimiento cultural más importante celebrado en Sevilla desde la Expo 92.

Velázquez: el pincel de Sevilla (Parte I)

Si hace unas semanas hablábamos en este mismo espacio sobre Bécquer, uno de los poetas más importantes de la historia de nuestro país, ahora le toca al turno al célebre pintor Diego Velázquez. Ambos tienen como denominador común que nacieron, se criaron y formaron en Sevilla. Nuestro protagonista de hoy fue bautizado el 6 de junio de 1599 en la Iglesia de San Pedro, la actual sede de la Hermandad del Cristo de Burgos, y era el mayor de ocho hermanos. Siguiendo la costumbre andaluza de aquellos tiempos, adoptó el apellido de su madre (Velázquez), que era sevillana, y relegó a un segundo plano el de su padre (De Silva), cuyos antepasados eran portugueses. La familia se movía entre la delgada línea que separa la alta burguesía de la nobleza, aunque hacía grandes esfuerzos para consolidarse en este segundo grupo. De no haberlo hecho, Velázquez jamás habría tenido como maestros a prestigiosos Francisco Herrera el Viejo y Francisco Pacheco.

El segundo terminaría siendo a la postre su suegro, pero a los diez años de edad, cuando Velázquez empezó a interesarse de lleno por la pintura, su única preocupación era iniciarse en el arte, moler los colores y realizar sus primeros dibujos. Así describió su aprendizaje su gran valedor: “Con esta doctrina se crió mi yerno, Diego Velásques de Silva siendo muchacho, el cual tenía cohechado un aldeanillo aprendiz, que le servía de modelo en diversas acciones y posturas, ya llorando, ya riendo, sin perdonar dificultad alguna. Y hizo por él muchas cabezas de carbón y realce en papel azul, y de otros muchos naturales, con que granjeó la certeza en el retratar”. Con 18 años no tuvo ningún problema para superar el examen que le permitió ingresar en el gremio de pintores y despegar en su carrera profesional.

Velázquez era capaz de hacer retratos exactos con una técnica formal y depurada, pero también de dar rienda suelta a sus sentidos y pintar con un estilo propio e inimitable. Así sorprendió a propios y extraños con sus primeros bodegones con figuras, que nada tenían que ver con los que hacían sus coetáneos. Buena prueba de ello son sus obras ‘La vieja friendo huevos’ y ‘El aguador de Sevilla’, muy reputadas en el ámbito internacional. Su popularidad y su talento fueron en aumento, pero lo que verdaderamente le llevó al estrellato fue un movimiento que se produjo en la corte. Felipe IV, nada más subir al trono, patrocinó a un noble sevillano llamado Gaspar de Guzmán que terminó convirtiéndose en el conde-duque de Olivares. Éste recomendó los servicios de Velázquez y en 1623 le brindó la oportunidad de su vida: retratar al rey. El monarca quedó tan satisfecho con el resultado que ordenó de inmediato que se trasladara definitivamente a Madrid.

Fue nombrado pintor del rey, se le otorgó un gran sueldo y siguió perfeccionando sus métodos estudiando todo el contenido de El Escorial. Su principal cometido era realizar retratos de la familia real, aunque también aceptaba encargos de gente de postín. De este modo, Velázquez pasó a ser para Felipe IV lo que Holbein había sido para Enrique VIII de Inglaterra un siglo antes. Era habitual que repintara sus cuadros, y mientras algunas teorías lo explican con su lentitud a la hora de trabajar, otras fuentes apuntan que se debe a las correcciones que exigían sus superiores para realzar algunos rasgos y la esencia de su poder. Él siempre estaba abierto a escuchar sugerencias y con la visita del afamado Rubens a la corte española, sintió una nueva inspiración que le llevó a Italia para ampliar sus conocimientos.

La Virgen de la servilleta de Murillo

virgen servilletaEsta Virgen con el Niño, es realizada por Murillo para el retablo del Convento de los Capuchinos de Sevilla.Según la leyenda un hermano lego del convento se dió cuenta un día de que faltaba una servilleta y Murillo se la devolvió con la imagen de la Virgen con el Niño pintada, otra versión nos cuenta cómo la pintó en agradecimiento a la Orden que tan bien le había acogido el tiempo que permaneció trabajando en el convento. La leyenda forjada durante el Romanticismo ha dado nombre al cuadro desde el S. XIX, cuando los cuadros de Murillo se encontraban altamente valorados. Pero la obra fue pintada en realidad sobre lienzo.La forma de presentarnos a la Virgen con el Niño, es cercana e intimista. Siguiendo los pasos de la Contrarreforma, los santos, han bajado del Cielo a la Tierra. Sevilla atravesaba durante el S. XVII una crisis económica profunda, la pobreza y miseria se hacían patentes en las calles, donde mendigos y pilluelos buscaban sustento.

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Ocho horas para pintar el Parlamento

parlamentoEl 29 de enero, certamen de pintura rápida abierto a 200 participantes por los 465 años de la primera piedra del antiguo hospital.El 25 de enero de 1546, después de elegirse el mejor de entre varios proyectos arquitectónicos encargados, comenzaba a construirse el Hospital de las Cinco Llagas. El 12 de marzo de ese año se pusieron las primeras piedras, traídas de El Puerto de Santa María y Morón, de un edificio sin parangón en la asistencia sanitaria, que por sus magnitudes y su belleza renacentista fue de inmediato una referencia arquitectónica de la capital.

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Bartolomé Esteban Murillo

murilloBartolomé Esteban Murillo nace en Sevilla en 1617, en el seno de una familia compuesta por numerosos hermanos que pronto quedarán sin padres (en un espacio muy breve de tiempo morirá el padre seguido de la madre). De esta manera, Esteban será criado por una hermana y su marido, con el cual mantendrá hasta el final cordiales relaciones.Será en esta ciudad también donde comience a desarrollar su profesión de pintor, primero realizando obras de temática religiosa para exportar a América y, tras un supuesto «paseo» por Madrid conociendo de la mano de Velázquez las colecciones del Escorial y el Alcázar, asentándose y recogiendo laureles hasta su muerte en 1682.Al igual que sucede en tantos otros casos se desconoce cuándo exactamente debió comenzar el aprendizaje del joven Esteban, aunque se cree que se inició alrededor de 1633 al lado del maestro pintor Juan del Castillo, en cuyo taller habría permanecido hasta la fecha de la marcha de éste a otras capitales andaluzas unos cinco años después.

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EMASESA organiza el primer concurso de pintura infantil-juvenil al aire libre

plaza españa  Los premios consistirán para ambas categorías (infantil de 5 a 12 años y juvenil de 13 a 17 años) en una wii para el primer galardonado, una cámara fotográfica para el segundo y un maletín de pintura para el tercero. Los cuadros premiados pasarán a ser propiedad de Emasesa. El tema principal del concurso será La Plaza de España. Emasesa organiza el primer concurso de pintura infantil-juvenil al aire libre, que se celebrará el próximo domingo 28 de noviembre en la Plaza de España, y en el que podrán participar niños y niñas de edades comprendidas entre los 5 y los 17 años.

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Una obra inédita de Sorolla, pieza estrella de la subasta de Cajasol en Sevilla

piezasLa obra ‘Niña en la playa del Cabañal’, del pintor valenciano Joaquín Sorolla, incluida recientemente en el catálogo definitivo del autor, es la pieza más destacada de la subasta que la empresa Arte, Información y Gestión (AIG), perteneciente a Cajasol, celebrará en Sevilla el próximo día 24.Se trata de un lienzo de pequeño formato, colores claros y carácter intimista, que ha sido analizado en fechas recientes por Blanca Pons Sorolla, nieta del pintor, que lo data en torno a 1904, y que partirá con un precio inicial de 160.000 euros tras haber sido conseguido a través de una colección particular sevillana.Durante la presentación de la subasta, la subdirectora general de Relaciones Institucionales y Obra Social de Cajasol, Rosa Santos, ha explicado que la oferta total estará formada por 742 lotes con un valor aproximado de dos millones de euros, y ha destacado que el catálogo es el resultado del «esfuerzo por conseguir piezas únicas».

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Gines celebra este domingo su tercer Certamen de Pintura Rápida al aire libre

ginesEl ganador se llevará 150 euros patrocinados por Kiosco Marcos, además de diverso material de pintura a cargo de Papeles del Norte. El segundo clasificado se adjudicará 80 euros que patrocinan la Ludoteca Papá Canguro y la Librería Aurora, además de material de pintura también a cargo de Papeles del Norte.La delegación de Cultura del Ayuntamiento de Gines celebra este domingo día 14 la tercera edición del Certamen de Pintura Rápida al aire libre de la localidad, que dará comienzo a partir de las 9.00 horas y que en esta ocasión contará con 30 participantes, un cincuenta por ciento más que el año pasado.El ganador se llevará 150 euros patrocinados por Kiosco Marcos, además de diverso material de pintura a cargo de Papeles del Norte.

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