Siempre que viajamos al extranjero tenemos cierta intranquilidad por el mero hecho de estar en un sitio desconocido. La mayoría de las veces no es más que una sensación que no llega a transformarse en realidad, pero no cabe duda de que la posibilidad de desorientarnos en las calles, ser estafados por un pícaro vendedor o sufrir un robo en un momento de descuido, por remotas que sean, siempre están presentes. A los foráneos les ocurre lo mismo cuando visitan Sevilla y el Ayuntamiento quiere que esos temores no sean mínimos, sino inexistentes, de ahí que haya puesto en marcha un proyecto para reforzar la seguridad destinada a los turistas internacionales.
Dicho proyecto ha sido bautizado como ‘Servicio de Atención al Turista Extranjero’ y su sede estará situada en un lugar estratégico a la par que privilegiado: el Patio de Banderas. Esta nueva comisaría tiene como misión principal atender las reclamaciones de quienes visitan Sevilla, desde denunciar hurtos o anular tarjetas de crédito hasta contactar con los consulados o familiares del país de procedencia en el caso de que fuera necesario. La inauguración de las dependencias tuvo lugar la semana pasada y corrió a cargo del alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, y del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
El edificio, que es propiedad del Estado y ha sido rehabilitado para ser compartido por la Policía Local y la Policía Nacional, ya operó como comisaría del distrito Centro hace una década cuando se clausuraron las instalaciones de La Gavidia y aún no estaban construidas las de La Alameda. Prestará servicio los 365 días del año de 8:00 a 22:00 horas y pretende poner un estrecho cerco a los carteristas y delincuentes que se aprovechan del ensimismamiento que provoca la belleza de Sevilla en los extranjeros. Con todo, cabe reseñar que España es el tercer país más seguro de Europa y Sevilla está en la parte alta de la clasificación nacional.
El templo permanecerá abierto hoy lunes durante la colocación del cristal protector, que se prevé que finalice a lo largo del día. La fundación Juan Moya sufragará los gastos.
Los técnicos probaron la plantilla del nuevo cristal de seguridad la pasada semana.La plantilla de la nueva mampara de seguridad que protegerá al Señor del Gran Poder fue probada el pasado jueves día 30 en la Basílica de San Lorenzo. Los técnicos tuvieron la oportunidad de comprobar sobre el terreno las medidas del camarín que acoge a la imagen para elaborar el cristal definitivo que limitará el acceso al Señor desde su espalda. Según informó a este periódico Enrique Esquivias, hermano mayor de la corporación de San Lorenzo, «la idea de la hermandad es que esté colocada este mismo mes de octubre».La decisión de ampliar las medidas de seguridad que rodean al Señor de Sevilla fue tomada por los oficiales de la junta de gobierno después del ataque que sufrió el Nazareno de Juan de Mesa por parte de un funcionario de prisiones en la Basílica de San Lorenzo, lo que valió al agresor su imputación en un delito de atentado contra el patrimonio histórico y su suspensión provisional de funciones por parte de Instituciones Penitenciarias.
La vida útil es de entre 100 y 150 años, pero con el mantenimiento «correcto»
Por segunda vez, Sevilla vuelve a caminar por el alambre a cuenta de la Torre Pelli, el rascacielos que construye Cajasol en la Cartuja. Primero fue la World Monuments Fund quien incluyó a la ciudad en la ‘UVI’ de los espacios necesitados de una actuación urgente en materia de protección del patrimonio. Y ahora es el instituto Icomos, que asesora a la Unesco en materia patrimonial, quien ha vuelto a solicitar la paralización de las obras, a la espera de los informes de impacto paisajístico, antes de que la Unesco decida meter a Sevilla en la lista negra de Patrimonio Mundial en Peligro.El propio Comité del Patromonio Mundial de la Unesco, reunido en Sevilla hace un año, instó la paralización de las obras de construcción de la Torre Cajasol, diseñada por el arquitecto argentino César Pelli, con una altura prevista de 178 metros, para evitar que su afección al conjunto histórico de Sevilla pudiera dejar a la ciudad fuera del catálogo de Patrimonio Mundial.
Un mono se ha escapado de la vivienda donde permanecía encadenado en la localidad de Carmona y se ha introducido en un inmueble cercano, con el consiguiente susto de los propietarios del mismo.La Guardia Civil recibió una llamada en la que una mujer explicaba que se sentía amenazada por la presencia de un mono junto a su vivienda, por lo que hasta allí se desplazó una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).Según ha informado el Instituto Armado, la mujer desveló que el mono se había escapado, como en otras ocasiones, de la cadena que los amarraba de una parcela colindante con su vivienda, y que se introdujo en su morada.Los agentes encontraron encima de unos árboles un ejemplar adulto de ‘macaca silenus’, una especie endógena de la India y que se encuentra en peligro de extinción. Con el apoyo del Centro Zoosanitario Municipal de Sevilla consiguieron capturarlo con un dardo paralizante que anestesió al animal. Posteriormente, el mono fue trasladado al Centro Zoosanitario, donde aún permanece.