Lo que hoy es el lugar de peregrinación de cientos de turistas y templo del patrimonio real de Sevilla, fue hace siglos un lugar de citas donde los habitantes de la Híspalis satisfacían sus deseos sexuales. Sí. El Patio de Banderas del Real Alcázar de Sevilla habría albergado un prostíbulo o lupanar durante la época de la Híspalis romana.El equipo de arqueólogos que investiga las ruinas del edificio romano del siglo I antes de Cristo localizado en el subsuelo de la plaza baraja esta hipótesis después de que haya sido descubierto este verano un relieve pétreo con forma fálica en el marco de las excavaciones arqueológicas que están siendo promovidas por el Patronato del Real Alcázar.El alcaide del Real Alcázar, Antonio Rodríguez Galindo, ha confirmado a Europa Press que esta «anecdótica teoría» ha surgido, efectivamente, a cuenta del descubrimiento de este relieve en uno de los muros exteriores del edificio perteneciente a la Hispalis romana que descansa en el subsuelo de la plaza.