Los Reyes Magos se aproximan a Sevilla y, antes de colarse en todas las casas para dejar sus regalos, desfilarán por las calles de la ciudad para repartir ilusión a raudales. Este año serán encarnados por Luis Cáceres Márquez (Melchor), presidente del Colegio de Dentistas de Sevilla; Alberto López Ramos (Gaspar), director general de Producción de España y Portugal de España Sociedad Anónima Compañía Nacional de Seguros; y Miguel Guillén Vallejo (Baltasar), presidente del Real Betis Balompié. Con la ayuda del resto de carrozas, lanzarán 100.000 kilos de caramelos, de los cuales el 80% serán blandos y embolsados. Además, un 25% de las golosinas serán aptas para celiacos.
No será ésta la única novedad que traerán desde Oriente, ya que también repartirán 15.000 ejemplares del único periódico infantil de España, titulado ‘El Gancho’, para fomentar la lectura. El itinerario será exactamente el mismo que el de la pasada edición, con la Universidad como punto de partida (16:00 horas) y recogida (22:00 horas). Por el contrario, el recorrido del Heraldo, representado en esta ocasión por Joaquín Buendía Planas, sí se ampliará el 4 de enero, toda vez que en la ida pasará por la Plaza Virgen de los Reyes y a la vuelta llegará hasta la Plaza de la Magdalena. Su horario, de 17:30 a 20:30 h.
En lo que respecta al cortejo de la cabalgata que organiza el Ateneo, se han renovado 15 carrozas, entre las que se encuentran los tres tronos de los reyes, la Estrella de la Ilusión y el Nacimiento. Junto a ellas, otras completamente nuevas que han sido bautizadas como Polo Norte, Polo Sur, La Pintura, La Reina de los navegantes del Guadalquivir, Los Trogloditas, La isla del tesoro, Los Martinitos, Aladino y la lámpara maravillosa y El soldadito de plomo. Mención especial merece la que ha sido titulada como ‘Una ilusión, una esperanza’, ya que en ella irán montados niños de la Asociación de Lucha contra el Cáncer.
En la Catedral de Sevilla, concretamente en el techo de una de las naves del Patio de los Naranjos, se encuentran cuatro objetos realmente peculiares: un cocodrilo de madera, un colmillo de elefante, un bocado (freno) aparentemente de caballo y un bastón de mando. Y la pregunta es inevitable: ¿cómo llegaron hasta allí? Existen varias leyendas que tratan de ofrecer una explicación razonable, y aunque ninguna de ellas tiene una base cien por cien sólida, pueden acercarnos a la realidad. La más extendida nos remonta hasta 1260, año en que el sultán de Egipto quiso casar a su primogénito con Berenguela, la hija del rey Alfonso X el Sabio.
Los desfiles por los barrios fueron la cita obligada de los más pequeños tras despertarse abriendo los regalos. Los Reyes Magos volvieron a desafiar a la lluvia: 24 cabalgatas recorrieron unas 550 calles de todos los distritos de la ciudad. Los cortejos arrancaron su recorrido ensombrecidos por el agua, pero al mediodía las calles retomaron el color y la alegría tradicionales de la jornada más infantil del año.El Cerro-Amate se desperezaba al son de los tambores; en San Pablo, las vías las coloreaban decenas de personajes infantiles; en Bellavista los niños corrían a recibir a Sus Majestades; en la Macarena, los más pequeños enseñaban sus regalos; mientras que en el Polígono Sur una decena de carrozas de la cabalgata del Ateneo vivía una segunda vida en este año haciendo las delicias de los más pequeños de esta zona de la ciudad.
Las calles del centro de Sevilla han retomado este fin de semana el pulso al ambiente navideño después de un puente festivo marcado por el mal tiempo. Los sevillanos llenaron el casco antiguo de la ciudad en un intento de aprovechar los últimos días que quedan para llegar hasta las entrañas de la ciudad hispalense sin ser sancionados por el plan de tráfico que se pone en marcha el próximo viernes.El buen clima ha hecho reencontrarse a los sevillanos con la ciudad. Las calles del centro han estado repletas de personas en el primer fin de semana que puede considerarse ya navideño.
No se sabe qué está peor, el tiempo o el bolsillo, pero lo cierto es que en la mañana de ayer, primer domingo de diciembre en que el comercio permanecía abierto y en pleno puente, había gente en la calle, pero sin bulla, y la mayoría de los comercios del centro estaban casi vacíos. La gente entraba, pero más para mirar o preguntar que para comprar.
En una de las naves ubicadas en el Patio de Loa Naranjos de la Catedral de Sevilla, se pueden observar colgados del techo tres objetos: un lagarto de tamaño natural, un colmillo y unas riendas de algún animal.