Si la invención del avión fue un paso de gigante para la humanidad, la invención del avión a reacción no le fue a la zaga. No en vano, la versión mejorada permitía volar más alto, más rápido y con mayor autonomía, de ahí que abriera la puerta a las rutas intercontinentales sin necesidad de escalas. Y si nos adentramos en el terreno militar, las ventajas eran ilimitadas. No es de extrañar, por tanto, que fuesen los alemanes los primeros en utilizarlo durante la II Guerra Mundial, un periodo marcado principalmente por las masacres, pero también por los importantes avances tecnológicos que se desarrollaron.