El pintor, que confiesa que mezcla abstracción y figuración, ha recibido el encargo del Consejo de Hermandades.«Una mezcla entre figuración y abstracción». Así define su pintura Juan Manuel Calle González (Utrera, 1961), el hombre que anunciará con sus pinceles la Semana Santa de 2011. La junta superior del Consejo de Cofradías designó anoche a este profesor de Pintura Mural de la Universidad de Sevilla como cartelista de la Semana Santa.»Es un encargo que me abruma y una responsabilidad muy importante», reconocía anoche en declaraciones a El Correo el artista elegido, «compañero» a la postre del pintor Antonio Zambrana, el cartelista del año 2000.Nunca antes, asegura Calle González, ha pintado un cartel relacionado ni con la Semana santa ni con las hermandades. «Es un tema bastante complicado. Siempre que se habla de Semana Santa pensamos en la iconografía de las imágenes, pero personalizar la Semana Santa en una imagen no tiene mucho sentido. Me gustaría reflejar más bien la Semana Santa como un sentimiento del pueblo».
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La Delegación municipal de Fiestas Mayores estudiará ampliar la Carrera Oficial por la Plaza de la Magdalena si el Consejo de Hermandades y Cofradías le presenta una propuesta formal al respecto, según ha informado a Europa Press la segunda teniente de alcalde y concejal del ramo, Rosamar Prieto-Castro. El gobierno municipal tiene la intención de acometer esta ampliación «desde hace tiempo», con lo el objetivo de que «hubiera un espacio por donde pasaran todas las cofradías del día, que formara parte de la Carrera Oficial, pero que no estuviera totalmente encorsetado, que hubiera visibilidad para los ciudadanos».
Muchos recuerdan la Semana Santa de 1932, fecha desventurada en la que el ambiente envenenado no era nada propicio para la magna manifestación de las procesiones sevillanas. Pasó el Domingo de Ramos, sombrío y helado, bajo la amenaza vociferante de la exaltación atea.Pero llegó el Jueves Santo, y la Hermandad de la Estrella decidió salir a la calle. A su estación de penitencia acudió Sevilla entera, uniéndose en el testimonio viril de la Hermandad de temple y valor a raja tabla.Durante el camino no falta el atentado sacrílego. En las puertas mismas de la catedral un forajido, que no era sevillano, hizo a la sagrada imagen dos disparos de pistola, que, gracias a Dios, ní le rozaron. La fuerza pública hubo de proteger al desdichado.El regreso de la Cofradía hasta el templo trianero de San Jacinto fue una apoteosis de fervor. Miles de sevillanos acompañaron a los hermanos, desagraviando a la Virgen de la Estrella en una pletórica demostración de sentimiento religioso.La proclamación de la Republica en abril de 1931 puso inquietos a muchos. Tanto para los que pensaban que solo era un escalón en su camino a la Revolución, como para los que consideraban que era un salto bastante grande. Los incidentes no tardaron en surgir.Estos sucesos no incidieron en la Semana Santa de 1931., que transcurrió en paz e hicieron estación de penitencia cuarenta y cuatro cofradías. Pero, después del empeoramiento experimentado a lo largo de ese año, dieron motivos a los cofrades para coger miedo y el ambiente se enrareció.Y antes de concluir el año hubo contactos propiciados por las autoridades para garantizar la salida de las cofradías en la Semana Santa del venidero año.
Fotografía en
El tradicional concurso sobre el río y la representación de la obra de teatro ‘Lisístrata’ en el Altozano marcaron el primer día de la Velá de Santa Ana.»Andar de lado, salir fuerte y no mirar el tronco». Ése es el único secreto para alcanzar el banderín y proclamarse ganador de la cucaña para Iván Bordallo, de 17 años y criado en el barrio de Las Letanías. Él fue ayer el primero de los cucañeros en recorrer los escasos diez metros que le separaban del premio antes de caer al agua. En Triana no hay Velá sin cucañas ni cucañas sin algún chapuzón y ayer hubo mucho de ambas cosas.Cerca de las siete de la tarde, con casi una hora de retraso sobre el horario previsto, daba comienzo ayer la primera tarde de cucañas en la Velá de Santa Ana. En la calle Betis, donde algunas casetas empezaban a recibir a sus primeros clientes, abrazos y reencuentros entre viejos rivales en el arte de la cucaña. Entre ellos, Óscar Vega, un trianero de 29 años que pese a vivir ya fuera del barrio vuelve cada año a probar suerte. «No es por el dinero, sino por la emoción de coger la bandera y que todo el mundo te aplauda».
Ángela Guerrero González, Sor Ángela de la Cruz, Madre de los pobres, nació el 30 de enero de 1846 en Sevilla en el seno de una familia sencilla. Sus padres, Francisco Guerrero y Josefa González, tuvieron catorce hijos, pero sólo seis llegaron a mayores de edad a causa de la terrible mortalidad infantil de la época.Sus padres eran los cocineros del Convento de los Padres Teatinos de Sevilla. Su padre murió pronto. Sin embargo la madre llegara a ver la obra de su hija, y las Hermanitas de la Cruz la llamaran con el dulce nombre de «la abuelita».Se dice que un día, siendo aun muy pequeña, desapareció y todos la buscaron. Todos menos su madre que enseguida adivinó donde estaba: en la iglesia. Allí la encontraron rezando y recorriendo los altares.Por carecer de recursos, apenas puede aprender a leer y escribir. Ángela, que crecía en un piadoso ambiente familiar, pronto daría cumplidas pruebas de bondad natural. Ya de joven, nadie osaba hablar mal o pronunciar blasfemias en su presencia. Si hablaban algo menos puro, al verla llegar, decían, cambiando de conversación: «Callad, que viene Angelita».Ángela necesita trabajar desde los doce años para ayudar a su familia, cuando apenas ha tenido ocasión de asistir a la escuela: en el taller de calzado de doña Antonia Maldonado, en la calle del Huevo, trabajó durante algún tiempo como zapatera. Dña. Antonia estaba encantada de ella y exhortaba a las demás a que la imitaran. Hacia rezar el rosario y rendían mas que antes.El Padre Torres Padilla era muy amigo de la familia donde trabajaba como zapatera. Le habían hablado de la maravilla de aquella joven.De 1862 a 1865, Ángela, que asombra por sus virtudes a cuantos la conocen, reparte su jornada entre su casa, el taller, las iglesias donde reza y los hogares pobres que visita.
Concursos de sevillanas, cantes, bailes y un sinfín de actividades para todos los públicos se podrán disfrutar en la ‘Velá de Santiago y Santa Ana’. Durante el día, no cesarán las actividades, y al caer la noche nada mejor que acercarse a la calle Betis para degustar unas tapas en las casetas .Triana celebra su tradicional ‘Velá de Santiago y Santa Ana’ entre los días 21 y 26 de julio. Todo el barrio se echa a la calle para festejar una de las fiestas más antiguas de la ciudad. Entre sus actos más representativos está la ‘cucaña’, en la que jóvenes y mayores se animan a ‘trepar’ por una barra de madera impregnada con grasa tratando de llegar al final para coger la bandera.Para la ocasión las calles de Triana se engalanan y se iluminan de forma especial. En la calle Betis las diferentes asociaciones y peñas ponen sus casetas que discurren a lo largo de toda la orilla del Guadalquivir. En ellas todos los que quieran pueden disfrutar de unas tapas en el ambiente más trianero.Las noches de la Velá tienen su punto de encuentro en la Plaza del Altozano donde las distintas actuaciones de flamenco y musicales harán las delicias de los presentes. Los grupos ‘Calle Feria’ y ‘Salobres’ inundarán la Plaza con sus sevillanas.
El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, han visitado las obrasLas obras de restauración de las cubiertas de Santa Catalina finalizarán en el último trimestre de 2010 y cuentan con un presupuesto de 807.000 euros aportado a medias entre la Gerencia de Urbanismo y la Consejería de Cultura.El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, han visitado las obras y el regidor ha indicado que “desde el Ayuntamiento hemos apostado por la restauración de este templo, considerado desde principios del siglo XX monumento nacional, por eso a la restitución de las cubiertas le seguirá un proyecto de rehabilitación integral para el que la Gerencia aportará 300.000 euros, resultando la inversión total del Ayuntamiento en este templo de 705.000 euros”.