Los pabellones que emigraron

Conseguir el sello de cada uno de los 120 pabellones que participaron en la Expo 92 se convirtió en uno de los grandes alicientes de la muestra.

Obviamente, unos eran más atractivos que otros, pero el reto consistía en visitarlos todos sin excepción y rellenar hasta la última página del pasaporte.

Expo 92 Sevilla
Expo 92 Sevilla

Como no podía ser de otro modo, el destino de aquellos entrañables edificios fue dispar. De hecho, sólo la mitad sigue en pie.

Dentro de los que han sobrevivido, muchos fueron reformados y gozan de un excelente estado de salud, mientras que unos pocos siguen abandonados a la espera de darles una utilidad. Y dentro de los que se esfumaron, seis continúan vivos… lejos de Sevilla.

Tal como lo leen. Una vez desmontados, algunas naciones y regiones decidieron darle una segunda oportunidad en sus lugares de origen y trasladaron su estructura.

Es el caso, por ejemplo, del pabellón de Galicia, que ha sido sede de una sociedad turística de la Xunta durante estos últimos años, aunque próximamente tendrá otro uso público.

Por su parte, el pabellón de Asturias es hoy el Museo del Pueblo de Asturias, que acoge numerosas exposiciones y está situado en Gijón, mientras que el de Aragón se mudó a la orilla del Ebro para convertirse en la sede de la Confederación de Empresarios de Aragón.

Si cruzamos la frontera española, también podemos encontrar reductos de la Expo 92.

En la localidad de Grythyttan (Orebro) reside el mítico pabellón de Suecia, que ahora es la Escuela Superior de Restauración de dicho país.

Sus ‘vecinos’ daneses hicieron lo propio y repatriaron su pabellón, aunque en su caso terminaron vendiéndolo a Japón, donde aún puede contemplarse en la ciudad de Kyotanba, tal y como se recordaba recientemente en un artículo publicado en ABC.

Por último, hay que mencionar al Pabellón del Reino Unido, que, si bien no puede visitarse, permanece almacenado en unos contenedores mientras se aprueba su transformación en un centro comercial.

Sevilla quiere más

torre del oro noche para web 20100126 1118495480Sevilla no se conforma con que la Catedral, el Archivo de Indias y el Alcázar estén reconocidos como Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Quiere más, y por ello ha solicitado formalmente que la Plaza de España y la Torre del Oro reciban la misma distinción. Así lo anunció el alcalde, Juan Ignacio Zoido, durante el Encuentro internacional sobre arquitectura contemporánea en ciudades históricas que se ha celebrado estos días en la capital hispalense, precisamente en uno de los edificios de la Plaza de España, argumentando que ambos monumentos cumplen, holgadamente, con los requisitos que fija la Unesco para conceder esta prestigiosa denominación.

Lejos de poner trabas, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que es el organismo que debe tramitar la petición de forma oficial, ha animado a Sevilla a conseguir su propósito, por lo que la candidatura cuenta con el respaldo total del gobierno nacional. Atrás quedaron aquellas desavenencias entre Sevilla y la Unesco a colación de la Torre Pelli, cuya construcción puso en peligro el sello de Patrimonio de la Humanidad, y el clima que se respira es de optimismo. Eso sí, la resolución no se conocerá ni mucho menos a corto plazo y es posible que haya que esperar aproximadamente dos años.

No es producto de la casualidad que Sevilla haya anunciado ahora esta pretensión. El Ayuntamiento ha aprovechado la presencia de emisarios influyentes en nuestra ciudad -con motivo del encuentro internacional mencionado anteriormente- para poner el asunto encima de la mesa. Entre ellos se encuentran Karim Hendili, director de Ciudades del Centro de Patrimonio Mundial de  la Unesco, y  Gustavo F. Araoz. Vílchez, presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos). Si Sevilla consiguiera su propósito, su reclamo turístico se vería reforzado sensiblemente con la acreditación más importante que existe para la Torre del Oro y la Plaza de España, dos de las grandes maravillas de nuestra tierra.