Luz verde al paseo fluvial

Empezó siendo una mera idea, posteriormente se transformó en un proyecto concreto, y ahora está a punto de empezar a convertirse en realidad. Hablamos del paseo fluvial que irá desde el Puente del Alamillo hasta el de Triana, el cual acicalará todo el entorno de la Torre Pelli. Su edificación ya ha sido aprobada por el Ayuntamiento de Sevilla por vía de urgencia, por lo que las obras no tardarán en comenzar. En cuanto a su diseño, cabe reseñar que ha corrido a cargo del prestigioso arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, quien se ha propuesto vertebrar toda la orilla del río con un espacio atractivo y natural.

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Un nuevo puente en el horizonte

puenteA nadie se le escapa que cuando la Torre Pelli y sus numerosas oficinas echen a andar, la densidad de tráfico de la zona aumentará exponencialmente. El Ayuntamiento de Sevilla es consciente de ello y lleva tiempo estudiando varios proyectos de descongestión, así como buscando la financiación y los permisos necesarios para materializarlos. Uno de ellos, quizás el más importante, es la construcción de un puente de 280 metros de longitud sobre la Dársena del Guadalquivir, el cual conectaría la Avenida Carlos III, la principal arteria de la Isla de la Cartuja, con la calle Torneo mediantes dos nuevas rotondas situadas a cada lado del río. Una de ellas estaría emplazada junto al Pabellón de la Navegación, y la otra, enfrente de la conocida gasolinera.

La infraestructura, que supondrá un coste aproximado de 12 millones de euros y debería estar terminada en 2015, contempla la habilitación de cuatro carriles, dos para cada sentido, y sus correspondientes aceras, las cuales tendrán cinco metros de anchura. Todo está perfectamente definido desde finales de 2012, pero las obras se han retrasado porque requerían una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pues lo que estaba previsto era el levantamiento de una pasarela para ciclistas, peatones y transportes públicos. En cualquier caso, la Junta de Andalucía, tras analizar el contexto y los detalles de manera minuciosa, no pondrá problemas en este sentido, aunque está a la espera de recibir toda la documentación formal para dar luz verde.

Originariamente, estaba previsto que la Torre Pelli funcionara al mismo tiempo que las líneas 2 y 4 del Metro, algo que está muy lejos de concretarse. Por ello, la edificación del nuevo puente se antoja perentoria. Máxime si se tiene en cuenta que a los pies de la Torre Pelli se cimentarán nada más y nada menos que 4.000 plazas de aparcamiento, un dato que deja a las claras el enorme impacto que tendrá en el tráfico este foco empresarial, y que a día de hoy la única vía de acceso y escape con la capital es el Puente del Cachorro, el cual ya de por sí se satura con cierta facilidad. 

Prueba superada

Pese a las firmes amenazas de la Unesco, la Catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar no entrarán en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro este año. Ya comentamos en su momento que la polémica construcción de la Torre Pelli había puesto en entredicho este prestigioso sello, pero al final el sentido común ha terminado por imponerse. También ha influido, todo hay que decirlo, la defensa a ultranza de nuestra ciudad que realizó Juan Ignacio Zoido durante el debate del último Comité celebrado en San Petesburgo (Rusia), convenciendo a todos los países que pregonaban inicialmente la incompatibilidad entre el rascacielos y los tres monumentos más importantes de la ciudad. No en vano, las enmiendas fueron aceptadas sin ningún voto en contra.

Como argumentos, Zoido expuso que la Torre Pelli está situada lejos del centro de la ciudad y separada por un río, incidió en la legalidad de su edificación y recordó los beneficios que acarreará para los sevillanos tanto en términos de riqueza. Así pues, cumplido el objetivo, se puede decir que todo ha quedado en un susto y que Sevilla ha salvado un ‘match ball’ decisivo de cara a su imagen en el exterior. No obstante, el alcalde ha tenido que comprometerse a no construir en el futuro ningún edificio más de gran altura en las cercanías del casco antiguo y, como muestra de buena voluntad, organizará en el capital hispalense un encuentro internacional de expertos para abordar el concepto de paisaje histórico urbano y arquitectura moderna.

Así las cosas, la controversia del impacto paisajístico de la Torre Pelli quedará reducida al ámbito local y el rascacielos seguirá creciendo a buen ritmo. De hecho, está previsto que en un plazo de dos meses alcance su techo, es decir, los 178 metros de altura planificados por el arquitecto César Pelli. Y cuando llegue ese momento, desde su cúspide se podrá divisar el Coto de Doñana y el mar en días de buena visibilidad.  Sin duda, una experiencia que resultaría utópica de no haberse levantado semejante edificio.

Lo que hay que saber de El Giraldillo

“¿Ves esa pequeña figura que está ahí arriba del todo, en el pico de la Giralda? Se llama Giraldillo”. Es posible que muchos de nosotros recibiéramos esa escueta explicación cuando era niños y no nos hayamos preocupado en saber más acerca de esta estatua, o al menos, que hayamos tardado más de lo debido en informarnos. Pues bien, hay que partir de la base de que su nombre oficial no es ése, sino ‘Triunfo de la Fe Victoriosa’. Su elevada ubicación y el hecho de que se le conozca como Giraldillo (y no Giraldilla) pueden habernos conducido al error de que estamos ante una escultura masculina, cuando en realidad representa a una mujer con túnica que porta una palma en una mano y un escudo en la otra.

Y no, no es una figura precisamente pequeña. Mide más de tres metros y medio, está fundida en cobre y pesa 128 kilos. Es la fastuosidad de la Giralda la que la empequeñece. Por esta misma razón, muchos habremos dado por sentado que el Giraldillo acuñó esta denominación popular porque coronaba la Giralda, cuando fue justo al revés: la estatua dio nombre a la torre. Desde el punto de vista funcional es una simple veleta que se mueve en función de la dirección del viento, pero desde el punto de vista patrimonial es mucho más que eso, aunque su historia no se enseñe en los colegios.

A mitad del siglo XVI, la Catedral de Sevilla aún conservaba vestigios de su pasado como mezquita y el Cabildo decidió que ya era hora de transformarla en un templo cien por cien cristiano. Fue en ese momento cuando entró en acción El Giraldillo, ideado para sustituir al minarete árabe. La imagen fue realizada por Juan Baptista Vázquez y moldeada por Bartolomé Morel entre 1566 y 1568, y como bien indica su verdadero nombre, simboliza la victoria de los cristianos sobre los musulmanes. Desde entonces a esta parte -con el paréntesis comprendido entre 1999 y 2003, en el que fue restaurado y sustituido por una réplica- ha estado situado en el lugar más alto de Sevilla, aunque la Torre Pelli amenaza con arrebatarle este privilegio.