Ya sea por televisión, en las páginas de los periódicos o ‘in situ’, todos los años por estas mismas fechas vemos a osados jóvenes que intentan caminar sobre un palo ensebado en el río Guadalquivir. Casi todos acaban en el agua precipitadamente, pero algunos logran atravesarlo por completo y conseguir el banderín. Hablamos, como es lógico, de la tradicional cucaña que se celebra con motivo de la Velá de Santa Ana. No obstante, conviene aclarar que este juego no es ni exclusivo ni originario de Triana y su universalidad resulta abrumadora.
La cucaña nació en el sur de Italia, concretamente en Nápoles, donde era muy popular durante los siglos XVI y XVII. La idea inicial consistía en recrear la erupción del
Vesubio en una plaza y el éxtasis llegaba cuando del cráter artificial manaban distintos manjares que eran recibidos como agua de mayo por los ciudadanos, ya que durante el resto del año no estaban a su alcance por cuestiones monetarias. Más que la habilidad, por aquel entonces primaba la velocidad con la que la gente se hacía con las viandas, aunque las tornas se fueron cambiando poco a poco. De hecho, el volcán terminó siendo sustituido por un poste alto y la complejidad para obtener los premios aumentó.
El éxito del juego hizo que se extendiera rápidamente a España y Sudamérica, donde se realizaron algunas modificaciones. Por ejemplo, en algunos puntos de nuestro país el palo se colocó de forma horizontal y la celebración se trasladó a muelles (Santa Cruz de Tenerife), rías (Ondárroa, Guipúzcoa) y ríos (Gualdaquivir), siendo el equilibrio el atributo más importante. En algunos pueblos como Paterna de Rivera (Cádiz) o Higuera la Real (Badajoz) lo fundamental es la coordinación, ya que la tarea recae en grupos que forman montañas humanas para alcanzar la ansiada cima. Las recompensas suelen ser generalmente jamones, embutidos y animales, aunque las hay de todo tipo. En América Latina, la cucaña también causa furor, especialmente en Chile, pero sin olvidar las manifestaciones de Bolivia, Perú, Brasil, Ecuador, Uruguay, Venezuela, etcétera.