Como se preveía, el mapping que conocíamos no volverá a hacer acto de presencia en la Plaza de San Francisco. Eso sí, para paliar su pérdida se habilitarán tres espectáculos audiovisuales dedicados a la ópera en otras ubicaciones de la ciudad. Una de ellas, las Setas de la Encarnación, se convertirá presumiblemente en el centro neurálgico de la navidad hispalense a partir de ahora y acogerá una función multimedia circense en cuatro dimensiones, la cual estará sincronizada con acrobacias aéreas.
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¿El ocaso del mapping?
El mapping de 2015 podría brillar… por su ausencia. Después de haberse convertido en la gran atracción navideña de los últimos años, su continuidad está entredicho por tres factores. El primero de ellos tiene un cariz eminentemente político, ya que fue el santo y seña del gobierno del popular Juan Ignacio Zoido y ahora el socialista Juan Espadas desea alejarse de él y trazar su propio camino. El segundo es estrictamente económico, ya que supone un coste elevado (unos 220.000 euros) y los patrocinadores solventes no salen de debajo de las piedras. De hecho, ya el año pasado hubo bastantes dificultades en este sentido. El tercero y último tiene que ver con la ubicación, ya que los vecinos y comerciantes del centro histórico se quejan amargamente del colapso que genera su proyección en la Plaza de San Francisco.
¿Una Feria más larga?
A falta de tan sólo unas semanas para la celebración de las elecciones municipales, un asunto que tiene que ver con la Feria de Abril acapara buena parte del debate político. Nos referimos al posible adelantamiento del alumbrado, que pasaría de la noche del domingo a la del viernes previo. De esta manera, la muestra duraría dos días más, el Real se descongestionaría y los comerciantes podrían aprovechar el tirón de dos fines de semana en lugar de uno. Los principales partidos (PP y PSOE) ya se han mostrado abiertos a este cambio, aunque cada uno con sus propios matices, por lo que todo podría quedar en papel mojado. O no.
Un genio apellidado Murillo (II)
Si Murillo está considerado como uno de los mayores exponentes del Barroco español se debe, en gran parte, a la llegada de Francisco de Herrera ‘El Mozo’ a Sevilla en 1655. Podría decirse que fue él quien trajo este movimiento artístico a nuestro país tras haberlo estudiado detenidamente en Italia, donde pasó varios años de su vida. Y una vez en la capital hispalense, pintó varias obras que impresionaron a Murillo, creando en el artista sevillano la necesidad de aprender las últimas tendencias del momento. No es de extrañar, por tanto, que a partir de entonces Murillo abriera su mente de par en par e iniciara una nueva etapa marcada por sus frecuentes viajes y sus acercamientos a otros autores. Y en este sentido, el holandés Anton Van Dyck fue uno de sus grandes referentes, sobre todo en lo que a retratos se refiere.
Una vez que tomó nota de lo mejor de cada uno, Murillo desarrolló un estilo propio, heterogéneo e inimitable, si bien muchos autores posteriores quisieron imitarle. Eso sí, sin éxito. Ya en vida gozó de una excelente reputación, pero fue tras su muerte (Cádiz, 1682) cuando su legado cobró más relevancia si cabe, de ahí que los principales museos de Europa se emplearan a fondo para conseguir o retener sus más preciadas obras. Ahora Murillo vuelve a estar en el candelero porque Sevilla quiere conmemorar por todo lo alto el cuarto centenario de su nacimiento.
Está previsto que entre septiembre de 2017 y junio de 2018 se ponga en marcha una serie de actos “con vocación universal”, según afirmó recientemente el alcalde Juan Ignacio Zoido. En concreto, se realizarán nueve exposiciones, talleres de investigación, un simposio internacional, actuaciones musicales… convirtiéndose el Museo de Bellas Artes en la sede central del evento, pero ni mucho menos en la única. De hecho, está confirmado que el Alcázar, el Palacio Arzobispal y el Convento de Santa Clara también acogerán algunas de las muestras. Si las previsiones se cumplen, el ‘año Murillo’ puede convertirse en el acontecimiento cultural más importante celebrado en Sevilla desde la Expo 92.
El guiño de Ken Follet
El hecho de que un escritor extranjero visite Sevilla no debería ser noticia, pero cuando se trata de Ken Follet, la cosa cambia. No en vano, hablamos de uno de los novelistas vivos más leídos del mundo. En España, su aclamado libro ‘Los pilares de la Tierra’ sigue siendo el más vendido 25 años después de su publicación, y todos los que vieron la luz después también lograron la etiqueta de ‘best seller’, aunque sin llegar a las mismas cotas. Por todo ello, cada vez que el autor galés se deja ver en una ciudad durante un tiempo considerado, aumentan las especulaciones y la expectación sobre la posibilidad que pueda estar escribiendo una nueva obra.
El posible traslado del mapping
El éxito que ha tenido el mapping en Sevilla desde su estreno en 2011 es incuestionable. De hecho, ya nadie pone en duda que en las próximas navidades seguirá proyectándose, independientemente de quién gobierne en la ciudad. Lo que no está tan claro es que vaya a permanecer en el mismo escenario, puesto que la Plaza de San Francisco parece haberse quedado algo pequeña para reunir a tanta gente (900.000 personas en su última edición), tal y como quedó patente el pasado mes de diciembre, cuando las aglomeraciones fueron una constante, especialmente en días festivos y fines de semana.
Lo que nos espera en 2015
En Sevilla hay una serie de eventos que se celebran todos los años sí o sí. Nos referimos, cómo no, a la Semana Santa, la Feria de Abril, el Corpus Christi, el Rocío, la Navidad, y un largo etcétera, pero hay otros acontecimientos de gran calado que sólo tienen lugar en ocasiones puntuales, y en 2015 podremos ver algunos de ellos. Uno de los más sonados, será, sin lugar a dudas, la inauguración de la Torre Pelli, cuya construcción, iniciada en 2007, no ha dejado a nadie indiferente. Salvo imprevisto de última hora, en los próximos meses sus 43 plantas estarán terminadas y podremos contemplar la obra prácticamente desde cualquier punto de la ciudad, ya que, con 180 metros de altura, se ha convertido en un inmueble inocultable.
Sevilla quiere más
Sevilla no se conforma con que la Catedral, el Archivo de Indias y el Alcázar estén reconocidos como Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Quiere más, y por ello ha solicitado formalmente que la Plaza de España y la Torre del Oro reciban la misma distinción. Así lo anunció el alcalde, Juan Ignacio Zoido, durante el Encuentro internacional sobre arquitectura contemporánea en ciudades históricas que se ha celebrado estos días en la capital hispalense, precisamente en uno de los edificios de la Plaza de España, argumentando que ambos monumentos cumplen, holgadamente, con los requisitos que fija la Unesco para conceder esta prestigiosa denominación.
Lejos de poner trabas, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que es el organismo que debe tramitar la petición de forma oficial, ha animado a Sevilla a conseguir su propósito, por lo que la candidatura cuenta con el respaldo total del gobierno nacional. Atrás quedaron aquellas desavenencias entre Sevilla y la Unesco a colación de la Torre Pelli, cuya construcción puso en peligro el sello de Patrimonio de la Humanidad, y el clima que se respira es de optimismo. Eso sí, la resolución no se conocerá ni mucho menos a corto plazo y es posible que haya que esperar aproximadamente dos años.
No es producto de la casualidad que Sevilla haya anunciado ahora esta pretensión. El Ayuntamiento ha aprovechado la presencia de emisarios influyentes en nuestra ciudad -con motivo del encuentro internacional mencionado anteriormente- para poner el asunto encima de la mesa. Entre ellos se encuentran Karim Hendili, director de Ciudades del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco, y Gustavo F. Araoz. Vílchez, presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos). Si Sevilla consiguiera su propósito, su reclamo turístico se vería reforzado sensiblemente con la acreditación más importante que existe para la Torre del Oro y la Plaza de España, dos de las grandes maravillas de nuestra tierra.
Más luz para el Alcázar
Desde hace unos días existe un motivo adicional para visitar el Real Alcázar, el monumento más concurrido de Sevilla. El reclamo no es otro que un nuevo sistema de iluminación artificial que conseguirá realzar su belleza en ausencia del sol, gracias a una inversión de 290.000 euros que ha corrido a cargo de la Fundación Sevillana Endesa. De esta manera, las tres principales estancias del conjunto arquitectónico, la fachada del Palacio del Rey Don Pedro, el Patio de las Doncellas y la Fachada del Patio de Banderas, brillarán más que nunca a los ojos de sevillanos y turistas en horario nocturno.
Lejos de suponer un gasto adicional para el Ayuntamiento, este proyecto supondrá un ahorro de energía del 75%, que en términos económicos se traducirá en un 17% menos de consumo eléctrico con respecto al sistema que venía utilizándose. Otra de las particularidades de la novedosa iluminación es que se adaptará a los distintos espectáculos que se realicen en el interior del Alcázar, así como a las condiciones meteorológicas, por lo que hablamos de una técnica ‘camaleónica’ capaz de graduar la intensidad, el colorido, la intermitencia, etc.
En cuanto a cantidades concretas, hay que reseñar que se han instalado un total de 126 proyectores de alta eficiencia basados en la tecnología led. Para que nos hagamos una idea, el coste global de una hora de encendido será de aproximadamente de un euro. Sin duda alguna, el flamante alumbrado artístico hará más atractivo si cabe al Alcázar, un monumento que recibió nada más y nada menos que 1.200.000 visitas el pasado año, dejando en las arcas municipales la importantísima cifra de 6.800.000 euros.