Cuando viajamos a otra ciudad, sentimos la necesidad de conocer todos sus encantos maximizando el tiempo y minimizando el esfuerzo. Por ello, consultamos foros especializados, pedimos consejos a la agencia de viajes, escuchamos las recomendaciones del personal del hotel… Toda información es valiosa para que nuestra experiencia sea lo más grata posible. Sin embargo, hay veces en las que nos sentimos algo perdidos y no tenemos más remedio que recurrir a nuestro propio instinto, ése que nos puede hacer la estancia más divertida… o más frustrante, según cómo lo tengamos de desarrollado.
Desde el punto de vista turístico, el Ayuntamiento de Sevilla quiere que la improvisación sea voluntaria, pero nunca forzada, de ahí que vaya a poner en marcha un Centro de Atención Integral al Visitante en los bajos del Paseo Marqués del Contadero. A diferencia de las clásicas oficinas, no se limitará a entregar planos y destacar las bondades de los monumentos más conocidos, sino que ofrecerá guías a la carta de acuerdo a los intereses de cada particular. De hecho, su objetivo será dar respuesta a todas las inquietudes de los viajeros que lleguen a la capital hispalense, aglutinando un gran número de servicios. Por ejemplo, los turistas podrán comprar entradas de todo tipo (cine, teatro, toros, conciertos, parques temáticos, monumentos, museos…), sacar billetes de transporte (autobús, tren, Metro, tranvía…) y conseguir folletos de rutas gastronómicas en las mismas dependencias, sin necesidad de cruzar la ciudad o hacer cola en cada taquilla.
El proyecto, que fue ideado en 2009 y será una realidad en el verano de 2016, también contempla otra serie de actuaciones. Sin ir más lejos, contará con un centro de interpretación de la comida sevillana, que podría ser gestionado por la Asociación de Hosteleros de Sevilla, y un centro de flamenco y artesanía, que igualmente será coordinado por empresarios del sector.