Alberto Rodríguez lo ha vuelto a hacer. Tras ‘7 vírgenes’. ‘After’ y ‘Grupo 7’, el cineasta sevillano está cosechando otra vez un éxito rotundo con su última película, ‘La isla mínima’, que es la gran favorita para la próxima edición de los Premios Goya. La trama gira en torno a dos policías madrileños que se desplazan a principios de los ochenta hasta las marismas del Guadalquivir para intentar esclarecer la misteriosa desaparición de unas jóvenes. Pese al silencio de todas las personas que son interrogadas, la sombra del tráfico de drogas planea sobre la mente de los investigadores y se hace más patente conforme avanza el metraje.
Como ya hiciera en anteriores películas, Alberto Rodríguez ha rodado en Sevilla y su provincia, mostrando escenarios semidesconocidos para el público en general. Unos destacan por su belleza, y otros, por su crudeza, provocando igualmente un gran impacto visual. Aprovechando el tirón de la cinta y las buenas críticas que ha recibido su fotografía, la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía y la Diputación de Sevilla han decidido impulsar una ruta turística por los lugares en los que se grabó el largometraje.
Casi todos pertenecen al término de Isla Mayor, donde se hallan los inconfundibles arrozales y el genuino Brazo de los Jerónimos, pero también hay localizaciones en La Puebla del Río, como la casa del barquero, padre de las niñas desaparecidas. Al margen de prometer bellas estampas de amaneceres y atardeceres junto al río y una rica variedad de aves, la ruta tiene un componente gastronómico, pues recomienda degustar los manjares típicos de la zona: anguilas, doradas, albures, cangrejos… siempre con el arroz como acompañante. Con todos estos alicientes, se pretende fomentar el turismo rural y, al mismo tiempo, trasladar la ‘Isla Mínima’ de la pantalla a la realidad.