Carmen la Cigarrera

carmen

carmenUna de las óperas más conocidas, alguno de cuyos números, como la Marcha del Toreador, a servido para simbolizar a España en el extranjero. Carmen era una muchacha que vivía por la calle Betis y que trabajaba como cigarrera en la Fábrica de Tabacos. Carmen estaba enamorada de un sargento llamado José. Con ocasión de una riña de vecindad, el sargento José es encargado de conducir a las personas detenidas en aquel tumulto, entre estas se encontraba Carmen. Pero gracias a sus juegos de coquetería femenina, Carmen consigue que el sargento la deje escapar por lo que éste es castigado a la degradación.Carmen, al ver que por su culpa el sargento había perdido los galones, lo consuela entregándole su amor y le incita a que se rebele. La casualidad hace que un teniente piropee a Carmen, ante esta situación José se interpone sacando una espada contra su superior. Para evitar la prisión José tiene que huir al monte uniéndose a una partida de contrabandistas. Carmen, que había abandonado su trabajo como cigarrera, se marcha junto con José a la sierra.Pero José fue suplantado por un torero en el corazón de la sevillana. A los pocos días, Carmen es llamada a Sevilla dónde su madre estaba agonizando.

 

En la ciudad vuelve a encontrarse con el torero reanundándose entre ambos un ardoso idilio.José, desde la sierra, sigue a través de espías los pasos de Carmen y al conocer la relación de ésta con el torero decide bajar a Sevilla, sorprendiéndola una tarde de toros en la Maestranza. Sentado en la fila inmediata a la Cigarrera, cuando ve que ella aplaudiendo al torero le lanza al ruedo un anillo que el propio José le había regalado, ciego por los celos la apuñala con una navaja, mientras el público, ajeno a la tragedia que estaba sucediendo, aclama al lidiador triunfante que da la vuelta al ruedo.La calle Betis, la Real Fábrica de Tabacos y La Plaza de Toros de la Mestranza, son escenarios de esta leyenda a la que puso incomparables acentos dramáticos en su partitura de ópera el genio de Bizet.

 

Fuente: Tradiciones y Leyendas Sevillanas, José María de Mena

Deja una respuesta