Un sector de los vecinos de la barriada sevillana del Pumarejo ha asegurado que continuará con sus protestas por la retirada de los contenedores colectivos de basura y su sustitución por recipientes individuales –ya han protagonizado manifestaciones a ese respecto–, puesto que una buena parte de los residentes asegura que seguirán dejando sus desperdicios en el lugar donde están ubicados los contenedores actuales, a pesar de su retirada.
Así lo aseguró el presidente de la asociación de vecinos y comerciantes ‘Pumarejo-San Luis’, Ángel López Hueso, que indicó que esta postura surge como consecuencia del hecho de que a pesar de la petición de priorizar la solución al «problema social» de la zona –en alusión a la numerosa presencia de ‘sin techo’ y las condiciones insalubres en la que éstos se desenvuelven– antes de la retirada de contenedores hecha al Ayuntamiento, la empresa municipal de limpieza (Lipasam) dice que ya tienen un plan de actuación y que seguirán adelante con él».
La solución, para el dirigente vecinal, sería la instalación de contenedores soterrados, como los que ya existen en algunas partes del casco histórico, «y eso no sólo lo dicen los vecinos de aquí, sino los de El Salvador, San Lorenzo, el Museo o El Arenal».
La numerosa presencia de indigentes, contra la que según los vecinos debe registrarse una actuación urgente de la administración, agravaría la situación en el barrio si se instalaran contenedores individuales, «pues si ya de por sí revuelven en los contenedores grandes instalar cubos pequeños sería facilitarles el trabajo para que vuelquen los recipientes y se lleven lo que quieran», según López Hueso.
En este sentido, desde hace varias semanas Lipasam está informando a los vecinos de los entornos del barrio del Pumarejo y de la Puerta de Osario de la próxima introducción de contenedores individuales, dado que los efectivos de la empresa municipal estarían elaborando un «censo» de las viviendas y los habitantes actuales de ambas zonas.
El presidente del colectivo criticó que Lipasam esté «amenazando» con sanciones a los habitantes que manifiesten su intención de no hacerse cargo de los contenedores, porque la empresa municipal de limpieza intenta resolver este servicio público «a costa del vecino».
«Todos los vecinos hemos sufrido en silencio el progresivo deterioro higiénico, sanitario y social del entorno, que pretendemos recuperar para el uso y disfrute público», defendió López Hueso, que también señaló que los vecinos pretenden la instalación de juegos infantiles, expresar su rechazo a la reorganización de los centros de salud y que se otorguen las dotaciones previstas en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU).