Desde el pasado 4 de diciembre, Sevilla ya está engalanada con vistas a la Navidad. Tanto el centro de la ciudad como los puntos más importantes de los once distritos han sido alumbrados y adornados para la ocasión, creando un entramado de casi 200 calles que desprende el inconfundible aroma de la ilusión. Los motivos elegidos para estas fechas han sido las estrellas, las esferas tridimensionales, las lámparas trianeras y las flores de pascuas, las cuales lucen tonalidades claras y brillantes.
Asimismo, un año más el Ayuntamiento también ha instalado un enorme árbol en la Plaza Nueva y otro en la Puerta de Jerez, así como el tradicional Belén del Arquillo del Consistorio y uno napolitano en el Real Alcázar, que se suman a la larga lista de nacimientos que exponen las entidades privadas. Del mismo modo, se han colocado atracciones especiales en las Setas de la Encarnación (el auditórium es el mayor reclamo) y en la Alameda, al margen de los ya habituales paseos en camello o en tren, mercadillos artesanales, etcétera.
¿Y qué decir del mapping? Después de arduas negociaciones, el Ayuntamiento ha conseguido que varias empresas sufraguen el coste de su proyección, toda vez que Movistar ha declinado seguir siendo el patrocinador único. Más allá de que incorporará “efectos nuevos”, de su contenido no ha contenido prácticamente nada, pero sí se ha confirmado que se será estrenado el 17 de diciembre y se mantendrá operativo hasta el 5 de enero. Con todos estos atractivos y muchos otros que nos hemos dejado en el tintero, Sevilla espera convertirse en el segundo destino turístico nacional, por encima de Barcelona y sólo por detrás de Madrid.