
Eso sí, si las cofradías lo permiten, ya que el Metrocentro interrumpirá su servicio en los tramos afectados por el paso de las hermandades. Esta ampliación costó 5,7 millones del Plan 8.000 estatal.Fernández anunció que durante esta semana se terminará la obra de la nueva parada en Viapol y que, a continuación, empezarán las pruebas con los trenes, necesarias para que la Junta autorice el servicio. «Y acabarán antes del Viernes de Dolores», apostilló el delegado, quien también adelantó que esta misma semana empezará la obra del intercambiador de Tussam en Viapol (nuevas dársenas para los autobuses delante de la estación del Metro), actuación que terminará «a lo largo del mes de abril».En cuanto a otra de las actuaciones ligadas a la ampliación del tranvía, la nueva glorieta del Prado -que permitirá girar desde la avenida de Portugal hacia la de María Luisa-, informó de que las obras han terminado y que sólo está pendiente «el ajuste fino en la intersección semafórica».El responsable de Movilidad acompañó al alcalde en lo que él consideró un «acontecimiento mundial», la puesta en marcha de los tranvías que, por primera vez en un Centro urbano, ya circulan con la nueva tecnología ACR (acumulación de carga rápida) de CAF Santana. Zaragoza y Granada serán las próximas. No obstante, las paradas de Plaza Nueva y Archivo de Indias seguirán teniendo catenarias para alimentar los trenes, aunque perderán al menos tres postes y el cableado ya no será doble.Los cuatro tranvías serán sustituidos por CAF sin coste para el Ayuntamiento, que sí comprará la quinta unidad. Para ello, Tussam incluyó en su presupuesto casi tres millones de euros. La batería de los nuevos trenes, 25 centímetros más estrechos, se recargan en los 20 segundos que dura la parada. Su pantógrafo se levanta y toca la catenaria para alimentarse. Pueden circular con batería entre 500 y 800 metros.